En la semana conmemorativa de la Segunda República Española y a una pocas semanas de celebrar el día del trabajador, reseñamos en este artículo la faena de la segunda República Española en los comienzos del derecho español; un recuento histórico que abrirá una ventana al futuro para la priorización de un modelo sustentado por principios y valores de libertad, igualdad y justicia social.
Con la proclamación de la II República en abril de 1931 y la celebración de elecciones legislativas, se inició un proceso constituyente: la conformación de un Estado Republicano democráticamente legitimado por la aprobación de la Constitución el 9 de diciembre de 1931.
Pese a no ser la España de los años 30 la que inició la transformación jurídica en el ámbito social, fue junto a la Constitución alemana de Weimar, una de las primeras Constituciones pionera en la idea de la responsabilidad del Estado en la creación de sociedades más justas y cohesionada, realizando un salto cuantitativo y cualitativo que hoy se puede apreciar en las representaciones de Abogado en Murcia, cual respeta las fases de legislación democráticas y progresistas social actual de Derecho civil y administrativo del Trabajo.
La República recibida por la mayor parte de la población con gran entusiasmo, al ser una oportunidad para abordar las reformas necesarias y modernizar las estructuras políticas, económicas y sociales, supuso el proyecto democrático de reformas modernizadoras más vasto de la España contemporánea.
Sus logros constituyen para cualquier trabajador actual un oficio apasionante, que de algún modo permite escribir el reconocimiento político entre cuyos méritos se encuentra, el haberle proporcionado a España el Derecho del Trabajo como una disciplina científica, es también una proyección fundamental que destaca Abogado en Murcia como un asesor orientado a defender tales derechos.
Destacando rasgos como: la soberanía popular, división de poderes y el sufragio universal masculino y femenino, los cuáles rompen con los precedentes civiles que sirven para identificarlo y reconocerlo, haber promovido la reforma laboral que otorgaba a los trabajadores, a través de sus sindicatos, mayor control sobre las empresas, forma parte de un proyecto coherente con los principios marxistas del socialismo español, el cual fundamenta la II República, profundiza la transformación revolucionaria de la sociedad, garantizando a la mayoría social alcanzarla por medios pacíficos y democráticos.
La Segunda República sentó las bases de un estado Moderno y verdaderamente progresista. Hizo también que el nuevo sistema parlamentario reconociera la libertad ideológica y de pensamiento que, en base a los derechos civiles que el Despacho de Abogados en Murcia respalda, recoge y protege ante los derechos y libertades individuales y sociales, ampliando el derecho de sufragio activo y pasivo a los ciudadanos.
La democracia adquiere un carácter deliberativo, permitiendo que todas las decisiones públicas sean producto de una reflexión, en la que la totalidad de la ciudadanía participa responsablemente, para conseguir conciliar intereses contrapuestos y obtener diversos planteamientos, garantizando que ninguna solución quede sin considerar.
La libertad es entendida, no como que la sociedad no pueda tomar decisiones contrarias a las voluntades individuales, sino como que estas decisiones no deben interferir arbitrariamente en el ámbito de lo privado. Tal cual se refiere Abogado en Murcia y los abusos bancarios que afectan a millones de hipotecados que aún hoy en día desconocen las condiciones reales de su préstamo hipotecario.
Es por ello que el Despacho A. Vicente Abogados es especialista en reclamaciones IRPH, procedimientos sancionadores, civil, bancario, administrativo, familia y sucesiones, apostando a que todas las personas han de tener garantizado un mínimo de subsistencia y bienestar; no en forma de caridad estatal, que menoscabe el auto respeto, sino un mecanismo para su emancipación intelectual y sostenimiento de la dignidad como ser humano.
Es tarea fundamental del Estado garantizar y tomar como ejemplo el auge constitucional de la II República, y tomar como ejemplo la igualdad de oportunidades y que las diferencias económicas y de poder, sólo vengan dadas por el mérito o el trabajo.
Para ello el sistema de derechos que Abogado en Murcia representa la máxima calidad y atractivo para todas las clases sociales, de manera que sea una experiencia de convivencia entre los diversos grupos.