Tras perder cerca de 20 millones de vidas entre soldados y civiles en las batallas y matanzas causadas por la invasión del fascismo alemán a la Unión Soviética, se realiza un vuelco a la contienda. A partir de la batalla de Stalingrado, donde el Ejército Rojo -con ayuda de los partisanos- lleva a cabo la liberación de los países del este de Europa, del yugo del fascismo y de sus mercenarios internacionales.
Este necesario cambio en el rumbo de la batalla, llegó después de sufrir la invasión de su territorio nacional, la quema de sus tierras por parte de las SS, la deportación de judíos soviéticos enviados a los campos de exterminio, la violación de mujeres soviéticas, el saqueo de las cosechas, el bombardeo de sus ciudades y la eliminación de la población civil que huían del este hacia Moscú.
Stalingrado
Aquello supuso unas durísimas batallas, sufriendo el ejército nazi y sus aliados de la División Azul española derrotas abrumadoras. Hablamos de una resistencia a la desesperada en la que Moscú, -los oficiales del ejército rojo y el pueblo-, llamaban a la unidad patriótica y a la resistencia para preservar la dictadura del proletariado que se obtuvo desde la Revolución de Octubre de 1917.
>>Diccionario Político: Stalin<<
El 30 de abril de 1945, después de unas derrotas aplastantes en el frente oriental -perdiendo el fascismo países enteros-, que supusieron la liberación de los campos de concentración -donde se mostraba la cara más macabra y cruel del nacionalsocialismo-, las tropas soviéticas entraron en Berlín con una defensa férrea y desesperada.
Las tropas soviéticas buscaban capturar a Hitler, para que fuera juzgado por sus crímenes contra la humanidad -por haber invadido y atacado el este y oeste de Europa, creando gobiernos reaccionarios y terroristas que colaboraron en la persecución de judíos, gitanos y antifascistas-.
Hitler, fue el gran orador político por el renacimiento de Alemania de la raza blanca-pura, de la demonización contra la etnia hebrea. Pedía la vuelta de la “auténtica” Alemania arruinada por la I Guerra Mundial, y por el saqueo que sufrió perpetrado por las potencias vencedoras después de aquel conflicto. Usándolo como el visible perdedor, el III Reich de Alemania habría muerto viendo cómo su capital era pasto de la guerra.
El Ejército Rojo levantó la bandera de la URSS sobre el Reichstag, lo que conllevó la capitulación del ejército berlinés y el suicidio de Adolf Hitler, y al mismo tiempo el fin de la II Guerra Mundial.
El pueblo soviético dio ejemplo no solo de disciplina militar (calidad necesaria para ganar cualquier conflicto bélico), sino de entrega hacia una situación cruda que vivió Europa, mostrando en sus propias filas ejemplos de heroicidad con todos sus soldados.
>>Diccionario Político: Adolf Hitler<<
Mientras que en el resto de los ejércitos colonialistas de Europa, y potencias como USA, no había mujeres, y los soldados de otras etnias eran tratados como soldados de segunda, en el ejército soviético se contaba con mujeres oficiales al mando de artillería, partisanos y aviación.
Asimismo, contaban con una gran comunidad multiétnica entre sus filas, destacando a cosacos, rusos, ucranianos, crimeanos, bielorrusos, mongoles, kazajos, musulmanes, armenios y judíos en diferentes disciplinas como artillería, caballería, aviación, infantería, etc.
El triunfo de la URSS es la muestra de la derrota contra el miedo. Del poder de los trabajadores organizados y armados para derrotar a sus enemigos de clase, y de la paz de los pueblos.
El sacrificio para acabar con el fascismo, en esa guerra de liberación al este de Europa, fue testigo directo de los judíos supervivientes a la depuración del nazismo, de la entrega antifascista de los republicanos españoles (muchos valencianos), del terror en los campos de concentración nazis…
Por un nuevo 30 de abril, veremos a Katiusha por el río Volga.
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