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Emma Goldman: cuando el feminismo se encontró con el anarquismo

Anarcofeminista, Emma Goldman creía fervientemente que en el derrumbe de este sistema opresor, la verdadera libertad. Contribuyó a dar una visión feminista al anarquismo y a su vez una dimensión libertaria al feminismo.

Nacida en la Rusia zarista un 27 de junio, Emma vivió una infancia que determinaría su convicción por la lucha de un mundo más justo.

Nació en Kovno, pequeña ciudad antisemita. Perteneciente a una familia judía, sufrió discriminación. Lo que llevó a su familia a refugiarse en guetos judíos. Consideraba a su padre como “la pesadilla de su infancia“, pues sometía a su madre, convirtiéndola en una mujer sumisa, atada a tradiciones y costumbres.

Pensaba estudiar medicina. En la escuela resaltaba por su perspicacia, pero no se le permitió seguir, y en lo que terminó la primaria, fue privada de seguir estudiando. Su padre le decía que “las jóvenes no tenían por qué saber demasiado, solo deben preparar un buen plato de pescado, cortar bien tallarines y dar al hombre muchos hijos“.

Eso no la detuvo porque posteriormente se puso a trabajar en una fábrica, conociendo el mundo del feminismo, lo que la llevó en 1884 a rechazar un matrimonio arreglado “a muy buen precio”, según su padre. Ella lo persuadió y lo amenazó con lanzarse al helado río Volga. Logrando su objetivo preparó todo para irse a Estados Unidos con su hermana, llegando en 1885.

En Estados Unidos de América, trabajando en la industria textil, se unió al Movimiento Libertario. Estuvo en la huelga de Haymarkert, una protesta pacífica que exigía la jornada laboral de ocho horas. Cinco hombres vinculados con el comunismo y el anarquismo fueron condenaron a ser ahorcados por los hechos ocurridos. Este momento fue crucial en la vida de Goldman porque entendió que “la verdadera emancipación no empezaba en el parlamento ni en las urnas“.

Su vida estuvo llena de exilios y arrestos por parte de quienes pretendían callar su convicción revolucionaria. En 1893 fue encarcelada por primera vez, por defender la expropiación de los bienes. En uno de sus discursos públicos dijo “pedid trabajo, si no os lo dan, pedid pan, y si no os dan ni pan ni trabajo, coged el pan“. Fue acusada de incitar a la rebelión, pues en ese momento también expresó críticas contra el gobierno norteamericano.

El sentimiento por la injusticia movía cada fibra de su cuerpo, eso era lo que la motivaba a seguir la predica revolucionaria en espacios públicos. En 1894 viaja a Europa a dar diversas conferencias, en su regreso a Estados Unidos, funda la Revista anarquista Mother Hert,  la cual publicaba mensualmente. Fueron once años de publicación, desde 1906 a 1917.

En 1916 fue arrestada por la distribución manifiestos a favor del anticonceptivo, en 1917 la detuvieron por oponerse a la conscripción militar. Dice Nuria Valera, autora feminista, que “la arrestaban tan a menudo que cada vez que hablaba en público llevaba consigo un libro para leer en la cárcel. Era Emma Goldman y su delito doble se basaba en ser anarquista y feminista, orgullosa representante de las mujeres que se auntodenominaban Mujeres Libres”.

Compartía la visión pacifista en la primera guerra mundial, ya que lo consideraba un acto de imperialismo. Además fue un símbolo de innumerables luchas desarrolladas contra los abusos del Estado liberal, más represivo en sus tiempos.

Tuvo el mérito de sacar al anarquismo estadounidense del pantano individualista, germanista y terrorista en el que lo había sumergido Johann Must. Tuvo la capacidad de identificarse con todas las luchas.

Sus aportes al anarquismo y al feminismo, fueron muy grandes. El anarquismo es para las mujeres libres, “¿qué aportaba la anarquía a una mujer? Más que para la mujer, para cualquier otra persona: todo lo que ella no tiene, libertad e igualdad“. La libertad para ella era el principio de todo, por ello creía en un amor libre, uno que pudiera ser entre personas del mismo sexo, el poliamor, una relación que no llevara a una jerarquía.

Sobre la mujer

El desarrollo, la libertad y la independencia de la mujer, debían lograrse por ella misma, al liberarse del precio de los prejuicios y las costumbres. Contraria al pensamiento de su padre, creía que la mujer no era una incubadora, por tanto tenía el derecho a negarse a engendrar hijos no deseados, rechazando la convenciones sociales, o el hecho de que su pareja sí quisiera.

Su labor como enfermera y partera de las trabajadoras de migrantes del Alower East Side, la hizo comprender lo esencial del control de la natalidad, esto la llevaría defender la libertad sexual y económica de la mujer, lo que la convirtió en pionera del control natal.

La opresión de la mujer pasa por “usar el arma más poderosa contra ella“, así denominaba Emma la sexualidad. Por una parte somos asexuadas y por otra se vendía el cuerpo de la mujer a través del matrimonio o la prostitución, esta última se debía a un sistema desigual y opresor, aún más con la mujer, pues la inferioridad económica y social es responsable de esta actividad.

El 23 de marzo de 1915, explicó ante una audiencia en “Sunrise club” cómo usar anticonceptivos. La libertad sexual y poder decidir sobre su cuerpo iba acorde con una sociedad anarquista, que para su juicio desencadenaría en un sistema económico comunista.

A este tema de libertad sexual se unía el hecho de que la mujer tiene que afirmarse como personalidad, y no como mercancía sexual en la que fue convertida por el sistema. Pues al negarse a ser sierva del hombre, de Dios, del Estado, de la sociedad y de la Familia, lograría tener una visión más profunda al gozar de la libertad.

Realizó críticas al movimiento sufragista de la época, pues no lo consideraba una lucha importante ya que era simplemente una manera de formar parte de la estructura burguesa.

Visión anarquista

Consideraba que el anarquismo desencadenaba en un sistema económico comunista, pues están intrínsecamente relacionados.

La estructura social está basada en la opresión, pues la religión, la propiedad privada y el Estado están prestos a privarnos del desarrollo del ser y a su vez nos obliga a responder al sistema según Emma Goldman. La iglesia funge como dominadora de la mente. La propiedad privada como dominadora de las necesidades que al final monopoliza los esfuerzos comunes. Por tanto considera, al igual que Prohudon, que la propiedad privada es un robo.

El gobierno, que domina la conducta, es  el mayor enemigo de la equidad social. Considerando que todo Gobierno “es una tiranía porque su meta es la dominación“.

Por tanto la anarquía es un orden social basado en la libertad, ella lo consideraba como el sistema ideal, pero los elementos destructivos de la sociedad (la ignorancia) le daban paso a los prejuicios y opiniones, y no al pensamiento crítico.

Su pensamiento es tan diverso, y tan rico en contenidos que nos deja una valiosa herencia. Entendía que la lucha era una y en contra del sistema que permitía todas la barbaridades contra la mujer, contra el obrero, el negro y todas esas comunidades estigmatizadas. Por ello trató de unir a comunistas y anarquistas.

Por estar en contra de todo autoritarismo, en 1919 fue juzgada por “participar en la muerte del presidente de Estados Unidos“. El futuro presidente del FBI, J. Edgar Hoover denominó a Goldman como “la mujer más peligrosa del mundo“. La calificó así por sus ideas que despertaban las ganas de iniciar una revolución, más que por “el asesinato“.

En ese mismo año fue expulsada y enviada a la URSS, a la que criticó por disponer de un Estado al que consideró autoritario y represor. ” Mi gran desilusión en Rusia” como ella lo denominó. Su lucha fue contra todo autoritarismo, represión, y opresión.

Llenó al feminismo de esos valores libertarios. El anarcofeminismo no busca reivindicaciones dentro de una sociedad burguesa, sino la liberación de todos los sectores de la sociedad. Sus ideas siguen vigentes, tanto en los movimientos feministas como en los anarquistas.

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