El Doctor Almendares subraya (Huete Salgado, julio 23, 2019) que el problema de la dependencia del Estado de Honduras al imperialismo norteamericano, va acompañado por el tema de la corrupción, sobre todo la que existe en los sectores de la salud, -cobra fuerza con el desfalco de $ 350 millones (más de L. 7 mil millones) en el Instituto Hondureño de Seguridad Social-, cuyo resultado se irradia en la muerte de 3 mil hondureños por falta de atención médica, y ahora en el contexto del COVID-19 con el uso indiscriminado de hasta L. 80 mil millones, supuestamente, para combatir el virus.
La corrupción ha sido inherente a la reproducción del capital por mediación de la explotación del hombre por el hombre, lo novedoso de la historia reciente se encuentra en que esa reproducción de capital ha hecho metástasis con el narcotráfico en el sistema bancario mundial, y Honduras no ha sido ajena a este fenómeno.
Es posible, entonces, percatarse que la corrupción es un fenómeno interno, endógeno. Articulado a lo exógeno. Ello explica que el capitalismo además de estimular la corrupción, requiera de la presencia de bases militares (apuntando a Venezuela y a Cuba), el incremento de un Estado militar policial (para la represión interna), y de la sumisión total del país a las políticas capitalistas de los países imperialistas, bajo los lineamientos del neoliberalismo exacerbado (para la reproducción del capital).
De esta manera, según Suazo (febrero 19, 2019) a partir del Golpe de Estado de junio, 2009, en Honduras se profundizan las políticas de ajuste económico y cambio estructural de corte neoliberal. El argumento esgrimido por los seguidores de estas políticas, fue que el gobierno de Zelaya Rosales, era un gobierno socialista parecido al de Hugo Chávez de Venezuela, destructor del capital y el trabajo, por prohibir la minería de cielo abierto y el uso indiscriminado del cianuro, por ejercer un mayor control de precios de los hidrocarburos y el ingreso captado por el Estado de su comercialización, y ajustar el salario mínimo con base al costo real de la canasta de alimentos, y no al índice de inflación anual.
En lo referido a la corrupción de los 6 meses del período del dictador Roberto Micheletti se pagaron fuertes sumas de dinero a agencias de publicidad, sin que estas tuvieran una dirección física determinada, Registro Tributario Nacional o representantes legales. Se pagaron cheques de la cuenta 01-102-00050316 de Banco Ficohsa, cuyos montos oscilan entre los L. 126 mil y L. 11.3 millones a agencias de publicidad de las que no se sabe si operan o, al menos, cuentan con un domicilio o en las bases de datos del Registro Mercantil de Tegucigalpa.
Asimismo, cabe recordar que el Colegio Hondureño de Economistas advirtió al inicio de la administración de Porfirio Lobo sobre la herencia de una deuda flotante que no pudo ser cuantificada, por la ausencia de documentación que pudiera justificar cómo Roberto Micheletti utilizó el dinero.
No está de más recordar que el Estado de Honduras no ha podido acceder al beneficio estadounidense denominado Cuenta del Milenio, aprobado en el 2005, producto de los elevados índices de corrupción que han rodeado a los regímenes post golpistas.
Mientras tanto, en el gobierno de Porfirio Lobo Sosa (2010-2013), siendo Juan O. Hernández presidente del Congreso Nacional de la República, se aprobaron varias leyes que allanaron el camino para la profundización del modelo neoliberal en Honduras, como la Ley De Promoción De Alianzas Público-Privadas, la Ley de Empleo Por Hora y la Ley Orgánica de las Zonas de Empleo y Desarrollo Económico (ZEDE) entre otras muchas.
Ya en 2018, el candidato de la Alianza Opositora Contra la Dictadura, Salvador Nasralla, se declaró ganador de las elecciones celebradas en noviembre de 2017, por cuanto en los primeros resultados divulgados por el Tribunal Supremo Electoral (TSE) aventajaba a Juan O. Hernández (que se postuló ilegalmente a la reelección) por cerca de 94,000 votos de diferencia. Sin embargo, el sistema de conteo de votos se cayó por más de 5 horas, y al reanudarse la tendencia se revierte y Hernández gana.
Inicialmente, la Organización de Estados Americanos (OEA) demandó que se repitieran los comicios, pero después cambia de opinión. Se realiza un conteo dirigido por el propio presidente del TSE, David Matamoros Batson, focalizado en aquellas actas con problemas, pero no se revisan los cuadernillos de origen de los votantes, como exigían los candidatos de oposición, ni se atienden las demandas de revisión de las actas alteradas. (Suazo, febrero 2, 2019).
Suazo (febrero 2, 2019) recuerda que en días previos a la declaración final del Tribunal Superior Electoral se anuncia que Honduras es uno de los pocos países de la región latinoamericana que votó a favor para que la capital de Israel sea trasladada a Jerusalén, es decir, a favor de la postura del gobierno de Donald Trump; tanto la OEA y la Unión Europea (UE) reconocen a JOH como presidente reelecto violando la Constitución de la República, y sin demostrada transparencia en el proceso.
El 27 de enero del año 2019 el pueblo hondureño, casi sin ninguna coordinación, salió a las calles protestando en contra del fraude electoral. El estallido, no obstante, tomó desprevenido a todas las estructuras de izquierda que abogan por la insurrección popular, y también a las Coordinaciones Nacionales y Departamentales de Libre que no tuvieron más remedio que observar como muchos de sus militantes participaban en las acciones de calle, sin conducción táctica ni dirección estratégica.
La posición maniquea de “o triunfaba la insurrección en curso o se afianzaba el proyecto dictatorial” nos llevó y conduce aún a posiciones erróneas, por cuanto la ausencia de coordinación y conducción no daba ninguna posibilidad de triunfo a la insurrección.
El régimen, bajo el ala protectora de la embajada de EEUU y el departamento de Estado yanqui, movilizó todo su aparato militar y represivo para neutralizar la insurrección que se levantó contra un segundo mandato de Hernández. (PST, enero 28, 2019). Como resultado, más de 30 personas fueron asesinadas y más de 100 se convirtieron en presos políticos.
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