Desde hace meses, los conservadores españoles -más o menos ultra- no han dejado de criticar de manera destructiva al gobierno encabezado por Pedro Sánchez y que tiene como Vicepresidente Segundo a Pablo Iglesias, y como ministros a Yolanda Díaz (Trabajo), a Irene Montero (Igualdad) y a Alberto Garzón (Consumo).
Pablo Casado y Santiago Abascal han llegado a criticar al gobierno por la ausencia de medidas que el ejecutivo ya había tomado, e incluso a criticar iniciativas de los progresistas que el PP y VOX habían pedido previamente. Unas posiciones que han sido apoyadas y propagadas por la mayoría de los medios de comunicación españoles, tal como se observa en un reciente análisis mediático elaborado por elestado.net.
Estas críticas destructivas suponen ataques a la democracia de la nación europea, que necesita una oposición conservadora de propuestas constructivas y formas de unidad frente a la crisis del coronavirus, como la mayoría de las que hacen vida política en la Unión Europea.
El desgaste constante del gobierno supone el dibujo de una realidad en la que todo está mal y en la sociedad se dirige a un desastre mayor del que -dicen- ya se está viviendo. De ahí que se empiece a observar posiciones golpistas e intentos de lawfare, y una polarización social que suele conducir a tensión y violencia.
El último embate ha sido con el IVA de las mascarillas y los geles para hacer frente al COVID-19. Se votó en el Congreso de los Diputados su reducción al 4% a la que PSOE y UP se negaron, desencadenando una oleada de durísimos ataques en los que se expresaba que los miembros del gobierno eran hipócritas por no querer reducir el tanto por ciento de productos que hoy son de primera necesidad. El IVA, con el precio reducido de las mascarillas a un precio de 0.96 el impuesto pagado es de 0.17.
No hizo falta emplear ningún argumento ya que la justificación permanece en el relato hegemónico desde hace meses: “Pedro Sánchez y Pablo Iglesias lo hacen todo mal“. Ello permitió ausentar el contexto que ya fue tratado en una noticia anterior, en el que se detalla que al estar el precio máximo definido, una reducción en el IVA solo permitiría la especulación de las grandes empresas, no una reducción de su precio.
La más clara demostración de la capacidad especulativa de las empresas es que en plena pandemia el precio de la mascarilla había llegado a los 70 euros por unidad. Con un IVA del 4%, como proponía la PNL de C’s, el importe pagado de IVA suponía un ingreso para el estado de 2,69 €. Y esto es así porqué la reducción del IVA no necesariamente baja el precio. Laura López, Secretaria de la Comisión de Hacienda por UP-EC-GP.
Ante la situación, Laura López, Secretaria de la Comisión de Hacienda por UP, expresa que “todos sabemos que en plena pandemia se dispararon los precios de estos productos, y una reducción del IVA no hubiese evitado este efecto especulativo. En cambio, la limitación del precio, IVA incluido, sí. En este caso el problema no es el IVA, que por otro lado es un impuesto que repercute en la sociedad, porque sino frenar la especulación con el miedo y la salud de la gente“.
Sobre la hipocresía que señalaron los medios a causa de que la izquierda suele proponer la reducción del IVA para los productos de mínima necesidad, la dirigente progresista expresa que “por otro lado, la reducción del IVA es una buena medida para productos de primera necesidad que tienen costes de producción dispares, para los cuales no se puede fijar un precio máximo sin limitar su calidad. Sabemos que el IVA es un impuesto regresivo que supone un mayor esfuerzo fiscal para las personas con menos recursos, pero en el caso de las mascarillas y demás productos necesarios para la protección de la ciudadanía, que son productos con la calidad controlable, sí se puede controlar el precio máximo y así se logra el mayor beneficio para el consumidor final“.
Manipulación mediática
Laura López hace referencia a la situación mediática concreta por el asunto del IVA, “los titulares que dicen que estamos en contra de bajar el IVA son engañosos. No sólo no estamos en contra, sino que apoyamos la medida ya tomada por el gobierno que ha supuesto una bajada del IVA de manera absoluta, y mayor que la propuesta por C’s, y, al mismo tiempo, un menor precio final para los ciudadanos“.
Profundiza su argumentación aseverando que “en UP estamos de acuerdo en hacer asequibles para todas las personas, independientemente de su poder adquisitivo, los productos de primera necesidad. Esta posición va en línea de lo que hemos hecho siempre, defender la fijación de los precios de los productos sanitarios en función de su coste y no de su valor en el mercado. Porque el derecho a la salud es para todas las personas“.