La crisis del COVID-19 ha envuelto al gobierno de coalición entre PSOE y Unidas Podemos, que apenas llevaba unos meses en el poder, en miles de críticas y un clima de criminalización. Muchas de las reformas propuestas se vieron paralizadas, al igual que la economía y la vida misma del país.
La crisis ha hecho mella en la población tanto social como políticamente, inclusive en el apoyo de los diferentes partidos políticos de la esfera, pero sobre todo en Unidas Podemos.
¿Se están repitiendo los errores electorales de IU?
Antes de la entrada de Unidas Podemos en el panorama electoral, Izquierda Unida lideraba el espacio alternativo de la izquierda. En esos momentos, cuando ha habido pactos con el PSOE para gobernar conjuntamente una institución, el partido socialista ha sido identificado con los éxitos, mientras que el conjunto del gobierno ha cargado con la responsabilidad de los errores.
Esto ha sido debido a que el PSOE cuenta con un poderoso apoyo mediático que personifica los logros en el líder de la coalición, y los errores en el conjunto del equipo, mediante una estrategia que ha sido analizada por este medio de comunicación, y que consiste en generar contenidos noticiosos integrados por conceptos negativos cuando se trata de informar sobre el socio progresista menor, lo que conlleva a que al revelar una mala situación, la identificación de la culpa se haga de manera instantánea con IU antes y ahora con UP.
En la actualidad, el PSOE cuenta con un mayor volumen de noticias, de las cuales la gran parte son positivas. Mientras tanto, Unidas Podemos registra una menor cifra y un lenguaje negativo.
Es decir, cuando ocurre algo bueno, el sujeto es el gobierno de Pedro Sánchez, pero cuando sucede algo malo, el sujeto pasa a ser el gobierno de coalición. Con esto, los medios tratan de desgastar a la izquierda más alternativa.
¿Cómo está repercutiendo?
Las consecuencias son variadas, pero la principal es la reducción del espacio electoral. La intención de voto muestra cómo cada vez Unidas Podemos está perdiendo más apoyos. Una cuestión que no solamente es visible en la intención de voto, sino también en los resultados electorales. Tanto en Galicia como en País Vasco, hemos visto cómo sus escaños se han transformado en votos del PSOE, al igual que en los últimos procesos electorales a nivel municipal, autonómico y nacional.
A Unidas Podemos solamente le queda un espacio, el electoral, ya que al no haber movilización en la calle, no cuenta con el social. De esta manera se ha convertido en una maquinaria electoral que no dispone de lo básico para funcionar en el actual sistema, apoyo mediático.
De ahí que líderes como el recientemente fallecido Julio Anguita teorizara la creación de un Polo de Poder Alternativo basado en la movilización social en una propuesta programática rupturista con el neoliberalismo, y en la democracia interna para garantizar que las bases decidieran las listas y el programa político. El Frente Cívico Somos Mayoría fue la expresión de esta posibilidad.
La siguiente infografía muestra la diferencia de escaños entre PSOE y UP desde la entrada de Unidas Podemos en la esfera política.
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Tras el abandono de las posturas con la que nació Podemos -el principal núcleo de la coalición UP-, los apoyos no han terminado de desaparecer, por lo que el suelo de la coalición no se ha encontrado. El PSOE se ha visto beneficiado por todas estas fugas, y ha consolidado aún más su aparato mediático.