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“Si tenemos un modo de vida derechista, el día de las elecciones votaremos a las derechas”

Ángel de la Cruz defiende un cambio de escenario en la política española que afectaba a Unidas Podemos. La variación ha estrechado los márgenes de la entente de izquierdas, abundando en ellos, el dirigente explica que “el primer Gobierno de coalición desde la Transición y, por consiguiente, la conquista de la mayor cuota de poder institucional de la izquierda transformadora, se da en un momento paradójico marcado por el cansancio y la desmoralización de la izquierda, por un lado, y la excitación de la derecha, por otro“.

Sobre el papel de la derecha, el dirigente progresista expresa que “esta paradoja también se expresa en la movilización social, como venimos viendo desde la manifestación de Colón pasando por los aquelarres cayetanos durante el confinamiento. Vox trata de convertir una derecha institucionalizada y de Estado en una derecha social y combativa. Esta es la gran contradicción que Pablo Casado de momento no ha sido capaz de resolver. No podemos afirmar que las calles han sido tomadas por la extrema derecha porque en la mayoría de los casos se tratan de ejemplos magnificados por las redes sociales y la sobreactuación interesada de Vox“.

Frente a ello, la izquierda ha visto decrecer sin freno su capacidad de movilización social, que llegó a su punto álgido en los años 2012 y 13. Ángel de la Cruz expone que “sin embargo, es cierto que la capacidad de movilización social de la izquierda viene mermando desde hace años. No es cierto, como se decía, que la irrupción de Podemos supuso un descenso de la movilización: ese descenso ya se venía produciendo y, de hecho, Podemos es un resultado en cierta medida de ese agotamiento“.

Para hacer frente al actual escenario, el Coordinador de la revista laU lo tiene claro, “mi opinión es que debemos ser conservadores mientras exista el riesgo de nuevos rebrotes. Seguimos librando una batalla fundamental en la que apostamos por la responsabilidad social y comunitaria, imprescindible para reconstruir la confianza pública y cívica –el mejor dique de contención para el avance reaccionario–, frente al individualismo de quienes creen que el Estado no es nadie para igualarlo a la chusma“.

El responsable de estrategia política de IU continúa, “aún considerando imprescindible la movilización social, creo que normalmente olvidamos algo imprescindible: la creación de espacios de socialización propios para construir una nueva cotidianeidad. El neoliberalismo nos fragmenta, nos divide porque nos necesita solos y solitarios. Por decirlo de alguna manera, el neoliberalismo consigue que nuestra cotidianidad, atravesada por el individualismo y la competitividad, sea de derechas.

Si los 365 días al año tenemos un modo de vida derechista, es lógico que el día de las elecciones votemos a las derechas. Debemos hacer lo contrario: insertarnos en la cotidianeidad mundana de la gente y construir una nueva socialización, comunitaria, solidaria y fraterna. Las experiencias municipales exitosas, especialmente en pueblos pequeños, son paradigmáticas y todavía nos queda mucho que aprender de ellas“.

En concreto, Ángel de la Cruz hace referencia a la labor de UP en el Gobierno como eje fundamental, “creo que ya hemos mencionado algunas tareas –unas más profundas que otras– de la suficiente enjundia como para afirmar que si las acometemos con decisión podemos afrontar el ciclo electoral en buenas condiciones. No obstante, hay una que no podemos obviar: UP debe demostrar por la vía de los hechos que es una fuerza tan imprescindible como determinante a la hora de gobernar de otra manera, esto es, al servicio de las familias trabajadoras.

Para bien o para mal, no es cierto que una buena gestión de gobierno sea garantía de éxito electoral. La ciudadanía no vota tras hacer un análisis racional en términos administrativos o legislativos. No obstante, una mala gestión de gobierno sí es sinónimo de fracaso electoral. UP debe demostrar que hay alternativa porque siempre la hubo, transformando el sí se puede en una España más democrática, más justa y más igualitaria“.