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El varapalo de las instituciones europeas a VOX

Los discursos de odio de la extrema derecha española también han llegado a las instituciones europeas, como está quedando en evidencia estos días.

Hace un tiempo, el eurodiputado de VOX Hermann Tertsch envió un mensaje a los diputados de la Cámara en que alertaba de la “extremadamente alarmante aprobación por parte del gobierno socialcomunista español de un proyecto de ley denominado ley de memoria histórica”.

Aseguraba también que el gobierno “socialcomunista” pretende reconstruir el pasado y la historia de España e imponer la versión del Frente Popular, “el gobierno liderado por los comunistas, que perdió una guerra civil, después de secuestrar y destruir la democracia”.

Ante este mensaje, el presidente del Parlamento Europeo, David Sassoli, ha proporcionado un varapalo al eurodiputado, al que ha acusado y censurado públicamente, por falsear la historia. Al mismo tiempo, también le ha advertido que no permitirá ningún tipo de glorificación de la dictadura, al amparo de la libertad de expresión, algo que la extrema derecha está habituada a hacer.

Sassoli ha destacado el contenido del mensaje de Tertsch, que ha rechazado, a raíz de la resolución del Parlamento Europeo, aprobada el 19 de septiembre de 2019, en la que se condena explícitamente el revisionismo histórico.

La resolución de la Eurocámara destacaba la necesidad de promover una cultura común de la memoria histórica que rechace “los crímenes de los regímenes fascistas y estalinistas y de otros regímenes totalitarios y autoritarios del pasado”.

En este sentido, frente a las palabras de Tertsch, Sassoli señala que “el gobierno de la República española, legítimo, constitucional y democráticamente escogido, fue derribado por un golpe de estado. Quién dirigió aquel alzamiento, el general Franco, fue un dictador y su régimen practicó la persecución y la eliminación sistemática de los adversarios políticos”.

Frente al concepto de “ninguna glorificación de ninguna dictadura”, Sassoli señala que es una “falsificación de la historia” afirmar, como hizo Tertsch, que los partidos que apoyaron al gobierno de la República “destruyeron la democracia y las libertades”.

Además, Sassoli señala que el mensaje de Tertsch no cumple con los principios comunitarios sobre memoria democrática y protección de las víctimas. Además, se trata de unas declaraciones que provienen de un partido que no condena el franquismo y que participa en actos de glorificación y banalización de la dictadura.