Hay alguna cosa que está cambiando realmente lo que significa la representación plural de una parte de los congresistas y los senadores.
Los demócratas han conseguido hitos históricos en estos comicios en cuanto a la pluralidad de algunos de sus representantes, tales como la elección de la primera senadora transexual, Sarah McBride por el mismo estado que Biden, Delaware. También, el Congreso de los Estados Unidos va a contar con una representante del movimiento Black Lives Matter, Cori Bush, congresista por el estado de Missouri.
A estas nuevas incorporaciones cabe contar con el denominado The Squad, Alexandria Ocasio-Cortes, Rashida Tlaib, Ayanna Pressley e Ihlan Omar, quienes han logrado renovar sus escaños en el Congreso de Estados Unidos tras vencer a sus oponentes republicanos en los diferentes estados a los que representan, según las predicciones de los medios de comunicación del país.
The Squad, con la congresista Ocasio-Cortes como máximo referente de este sector político demócrata, está consolidando su imagen a la izquierda del partido con sus propuestas. Reafirman día a día su mensaje de diversidad de género y de renovación de la clase política demócrata que también está muy enquistada en sus cuotas de poder.
A todo esto, está por en medio la historia de contradicciones muy dudosas del mismísimo Biden. Ya en 1980, Biden había dado su apoyo a todas las medidas antibusing que se habían presentado en el Senado durante los cinco años anteriores. Eso incluía votar en repetidas ocasiones a favor de medidas antibusing que había presentado el archiconservador Jesse Helms.
Cabe recordar que el busing fue una política de transporte masivo de los jóvenes estudiantes hacia distritos distintos a los de sus residencias, con el objetivo de acabar con la segregación racial que llevara a una diversificación de los miembros estudiantiles en los barrios dónde se sufría discriminación racial.
Biden protagonizó en 1978 la enmienda Eagleton-Biden que prohibía al Departamento de Salud, Educación y Bienestar ordenar el uso del autobús para remediar la segregación escolar. Esta enmienda fue protagonizada por los senadores Thomas F. Eagleton, demócrata de Missouri, y Joseph R. Biden, demócrata de Delaware, la enmienda fue la tercera y más restrictiva ley sobre el tema aprobada por el Congreso en los últimos años.
Biden también fue uno de los redactores de la Ley del Crimen de 1994, en medio de la administración de Bill Clinton, una de las causas por los cuales existen profundos conflictos entre policías y jueces contra comunidades como la negra o la hispana. Black Lives Matter nace para combatir esta ley y a los policías racistas, y el sector izquierdista de los Dem’s pide enérgicamente la reforma de esta ley, así como una reforma del sistema judicial.
El debate racial en la casa de los liberales está muy vivo, hay quien entre ellos piden rebajar el mensaje pluralista, ya que esto irrita una parte importante del electorado blanco que siente cómo se apartan otras realidades tales como la situación económica, el paro creciente, el déficit sanitario etc.
Una prueba de esta aversión es la reacción de muchos miembros demócratas al anuncio que hizo la senadora Elizabeth Warren respecto a su descendencia ancestral con los indios nativos. Eso creó burlas y cierta mofa hacia esta senadora por Massachusetts que la obligó a provocar pruebas de su ADN.
Y a todo esto existen potentes organizaciones cercanas a los demócratas que promueven la pluralidad en la representación, también en las propuestas políticas. La organización Justice Democrats representa un lobby interno que promueve candidatos jóvenes, progresistas con distintos orígenes que ha sido la semilla de la elección de congresistas como la mediática Ocasio-Cortes.
Run for something (jóvenes que pretenden influir en el Partido Demócrata, o el apoyo de muchos dreamers (nuevos residentes extranjeros que luchan por su nacionalidad norteamericana). Son dos de las muchas organizaciones que pretenden ampliar la mirada hacia una sociedad interracial.
A todo esto, se prevé un debate interno entre los miembros del partido de origen urbano y los miembros de las comunidades rurales o sureñas. Se antoja una profundización entre progreso de estirpe urbana y un progreso más conservador y pausado como es el que parecen creer los demócratas de los estados agrícolas, rurales o de menor dimensión.
Y Bernie Sanders sigue ahí, aunque su movimiento Our Revolution parece que se disgrega pese a que su poder de influencia es muy importante, su figura es fundamental para iniciar una transición hacia un movimiento realmente renovador en la izquierda del Partido Demócrata.