Mohsen Fajrizadé, célebre científico iraní y director del programa nuclear de Irán, ha sido asesinado este pasado viernes 27 de noviembre. Según Europa Press, “elementos terroristas armados han atacado este viernes el vehículo en el que viajaba Mohsen Fajrizadé”.
El ataque tuvo lugar en la localidad de Absard, a 40 km de la capital, Teherán. La agencia iraní de noticias FARS informó de un atentado contra el vehículo en el que se desplazaba el científico.
Primero, tuvo lugar una explosión, y después, tirotearon el vehículo. Fajrizadé y otro ocupante fueron trasladados al hospital, pero los médicos no pudieron hacer nada para salvarle la vida. Según FARS, al menos otros dos cadáveres acompañaron al del científico.
La reacción del país no se hizo esperar. El general de brigada Hossein Dehqan, aseguró que habrá una firme respuesta al asesinato. “Una dura venganza espera a los asesinos del Jefe de la Organización de Investigación e Innovación del Ministerio de Defensa Mohsen Fajrizadé“, afirmó el Jefe de Estado Mayor de las Fuerzas Armadas iraníes, Hossein Baqeri.
Hassan Rouhani, presidente del país, declaró que “Sin duda, este incidente terrorista y malvado tiene sus raíces en el fracaso de los enemigos declarados ante el movimiento científico, los honores y las capacidades de la gran nación iraní y sus sucesivas derrotas en la región y en los escenarios mundiales“, refiriéndose a Israel. “La dura venganza y el castigo están a la orden del día para ellos“, añadió el comandante del Cuerpo de Guardias de la Revolución Islámica (IRGC), Hossein Salami.
El Enviado Permanente de Irán ante las Naciones Unidas, Majid Takht Ravanchi, a través de su cuenta de Twitter lanzó el siguiente llamamiento: “Debe ser condenado por #UNSG & #UNSC. Irán nunca se abstendrá de disuadir la agresión, o de proteger a su pueblo”.
Dos días después del ataque, el 29 de noviembre, el portavoz de la Comisión de Seguridad Nacional y Política Exterior del Parlamento Iraní, Abolfazl Amouyee, anunció que los servicios de inteligencia y las autoridades se habían hecho con importantes pruebas al respecto.
El jefe de la Judicatura del Irán, Seyed Ebrahim Rayeesi, declaró la formación de un comité especial para la investigación del atentado, y que está formado por el Fiscal General, el Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, la Organización Judicial de las Fuerzas Armadas y los servicios de inteligencia.
El 30 de noviembre, Press Tv hacía pública la información sobre el arma usada para cometer el crimen. Según el medio, el objeto fue fabricado en Israel, tal y como muestra el logo que le acompaña. El Secretario del Consejo Supremo de Seguridad Nacional de Irán (SNSC), Ali Shamkhani, desveló además que no hubo terroristas en la escena sino que el ataque se realizó mediante control remoto.
Tras la muerte de Fajrizadé, los servicios de inteligencia afirmaron haber realizado un aviso sobre la posibilidad de cometerse un atentado contra el científico. Sin embargo, no se tomó en serio.
Massoud Ali Mohammadi, Majid Shahriari, Dariush Rezaeinejad y Mostafa Ahmadi Roshan son otros de los científicos iraníes asesinados. Solo Fereidoun Abbassi Davani consiguió sobrevivir. En 2015, el Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (IRGC) afirmó haber frustrado el asesinato de un científico nuclear iraní por parte de las fuerzas de inteligencia israelíes. El último intento se remonta a 2018, cuando el Mossad trató de asesinar a otro científico nuclear iraní, aunque sin éxito.
Antes de ayer, lunes 1 de diciembre, el científico fue enterrado tras un multitudinario funeral de Estado. Pero las amenazas no cesan. “Aquellos que han cometido este crimen y asesinato deben tener la seguridad de que pagarán el precio, pero en el lugar, tiempo y método que nosotros elijamos”, aseguró Ali Rabiyee, el Portavoz del Gobierno iraní.
Por su parte, la ONU llama a la contención. “Urgimos a la contención y a la necesidad de evitar cualquier acción que pueda llevar a una escalada de las tensiones en la región”, señaló uno de sus portavoces.
También ha condenado este ataque perpetrado contra uno de sus fieles aliados, advirtiendo de que los culpables deben pagar por su crimen, según los datos recogidos por la agencia de noticias rusa Sputnik.