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Ecuador: Constituyente 2021, entre Sísifo, Diógenes y Tánatos

El 8 de diciembre el CNE (Consejo Nacional Electoral) del Ecuador, finalmente hizo el anuncio que el pueblo ecuatoriano ansiaba: El Binomio de la Esperanza Aráuz-Rabascall ya está inscrito “en firme” y con eso tenemos 16 binomios presidenciables, que podrían ser 17 si finalmente Álvaro Noboa logra inscribir su candidatura que también ha encontrado finalmente el semáforo en verde para poder hacerlo.

Guillermo Lasso, que asume la personalidad de Sísifo, ha recibido el castigo de los dioses del Olimpo, por hablar de más, por hablar lo que no debe, por extralimitarse en sus apreciaciones de la vida de los demás, y ha sido condenado a subir la montaña electoral en un “loop” infinito, empujando la gran y pesada roca de sus derrotas.

Álvaro Noboa, en su papel de Tánatos, ha sido el encargado de ejecutar la orden de Zeus, es decir llevarlo y mantenerlo en el inframundo, y a pesar de los múltiples engaños de Guillermo, ha logrado darle muerte electoralmente, aún antes de que inicie “oficialmente” la campaña, pues el solo anuncio de su presencia, le ha restado votación y sus números caen en picada según los diferentes encuestadores que hacen los estudios a nivel nacional.

Mientras tanto aquéllos se enredan en sus asuntos de castigo eterno, surge Diógenes con su lámpara, quien viene en busca de los votos del pueblo ecuatoriano y es tan poderosa la luz que emana de su lámpara que ya ha conseguido que en medio de la oscuridad, el desempleo, la falta de seguridad, de educación gratuita de calidad, de vivienda, de salud, y de muerte en la que el traidor de Carondelet ha sumido a la gente oriunda de estas tierras, todos comiencen a ver la luz al final, una luz naranja, blanca, azul y roja los colores de la alianza UNES.

Sí, Andrés Aráuz es el portador de esa lámpara y ya está a la vuelta de la esquina de asumir la Presidencia de Ecuador, y por eso tiemblan los chulqueros, los explotadores, los evasores y los sicarios de tinta que ven cómo se aproxima el fin de su “cuarto de hora” y ahora tendrán que volver a humanizar sus negocios, a pagar impuestos y a decir la verdad.

¿Y la constituyente? Pues la veremos surgir una vez que el Binomio de la Esperanza gane las elecciones, pues la Constituyente es la vía constitucional y democrática que permitirá la reversión de las barbaridades legales y administrativas que por ambiciones desmedidas y envidias al gobierno de la década ganada, se han cometido con la única finalidad de “descorreizar” aún a costa de la economía como afirmó Lasso en una entrevista radial.

Por ahora vamos a dejar la mitología que ya nos ha servido bien y regresamos entonces al mundo real en el que Noboa no tiene los votos suficientes para alcanzar a Aráuz, pero tiene los necesarios para entrar en la contienda y además captará muchos votos de los que ahora tenían como opción a Lasso, lo que hará que el tablero electoral cambie, y ya Lasso no estará en segundo o tercer lugar, sino en cuarto o quinto mientras Aráuz consolida su primera posición en la preferencia electoral e intención de voto, lo que podría permitirle ganar holgadamente la carrera hacia Carondelet y muy posible en una sola vuelta.

¿Quién gana y quién pierde? Pierden Lasso y Noboa una vez más cada uno, sin embargo Aráuz no es quien gana, puesto que al ser elegido presidente, quien ganará es el pueblo ecuatoriano y la democracia latinoamericana; así mismo, perderán los que han perseguido trabajadores, los que han evadido impuestos, los que han publicado mentiras, quienes se han alineado con el lawfare y la traición, con el engaño y la corrupción, pero a todos ellos como a Sísifo los está esperando Tánatos para descargar sobre ellos la ira de Zeus, mientras tanto Diógenes seguirá alumbrando con su lámpara, la verdad para que todos podamos ver, conocer y reconocer a los verdaderos enemigos del pueblo.

Unidos en la esperanza.

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