Fausto Jarrín: “La Ley Humanitaria ha permitido abusos gravísimos, hay que derogarla”
El candidato revolucionario Fausto Jarrín, de la Lista 1, analiza en profundidad la Ley Humanitaria, determinando la necesidad de derogarla por el bien de los trabajadores.
Ecuador está llegando a los compases finales de la campaña electoral, que está determinando si la nación suramericana genera una ruptura con el neoliberalismo o cimienta su consolidación. Una llegada, la del neoliberalismo, que fue rechazada en 2017 de manera mayoritaria. Sin embargo el presidente Lenín Moreno decidió dar la espalda al programa electoral que fue apoyado por sus ciudadanos, para aplicar la opción perdedora.
Para imponer ese sistema rechazado popularmente, Lenín Moreno tuvo que desencadenar una persecución contra su oposición, que ha consistido en montar juicios-farsa contra los líderes de la izquierda como Jorge Glas y Rafael Correa, realizar espionaje y ataques a la seguridad tecnológica de los progresistas y boicotear sus opciones electorales.
Uno de los perseguidos acosados por el régimen autoritario es el candidato Fausto Jarrín. Candidato a la AN y abogado defensor de varias víctimas de la represión ideológica. El dirigente revolucionario quiere ganar su escaño en la asamblea para ir desmontando los hechos neoliberales del actual ejecutivo, que en su opinión afectan a los derechos de la mayoría social de la nación suramericana, creando miseria y pobreza en su realidad cotidiana.
“Vamos a tener que enfrentar leyes como la mal llamada Ley Humanitaria“, expresa con rotundidad. Revela además que “esta iniciativa, fue aprobada un día después de que se allanaran las casas de los asesores de varios asambleístas con cuyos votos el gobierno no contaba“, por lo que casi no sale adelante.
El nerviosismo del ejecutivo, que lo llevó a mostrar su cariz represor, se explica porque “se aprobó justo con 70 votos, no tuvieron ni uno más“. Sobre la iniciativa parlamentaria, Fausto Jarrín argumenta que “es una ley que ha precarizado todas las conquistas laborales. Redujo la jornada, los sueldos y transformó los procesos de protección laboral, del despido intempestivo, en un proceso de negociación desigual entre el empresario y el trabajador“.
Las consecuencias son terribles según detalla el líder progresista, “ha provocado que existan actualmente 450.000 actas de finiquito en el Ministerio de Trabajo procesándose para poner en la calle a esa misma cantidad de ecuatorianos“.
Sin embargo, la redacción de la ley consiente otras injusticias según Fausto Jarrín, “en algunos sectores se ha abusado hasta tal punto que se ha utilizado esta interpretación perversa de la ley para despedir empleados incómodos para sus patronos: gente con muchos años de servicio, mujeres embarazadas, mujeres solteras y personas que producto de su labor han sufrido algún tipo de enfermedad laboral“. De esta manera los empresarios no tenían que pagar indemnizaciones, liquidaciones ni otros adeudos contemplados en la legislación ecuatoriana.
Esa ley mal llamada humanitaria ha permitido abusos que no se han visto en otras partes del mundo. Leyes como esa las vamos a tener que derogar con urgencia. Fausto Jarrín.
Para el abogado de Rafael Correa y Jorge Glas es fundamental “apoyar las propuestas urgentes para reactivar el aparato productivo del país, que está estancado absolutamente. Vamos a ser, sino el primero, el segundo país con el mayor retroceso y déficit de crecimiento de acuerdo a las cifras de los organismos internacionales expertos en ello“.