Venezuela es la tierra de lo posible, es un país maravilloso donde sus habitantes burlan las desgracias y ante las miserias de los miserables que le atacan, se planta firme derrotando toda conjura, zarpazo y/o estratagemas perversas en su contra.
Quien tenga dudas sobre esta afirmación, sólo debe observar como la obcecada ultraderecha opositora dentro y fuera del país, ha fracasado en todas sus acciones criminales contra la Patria y el Gobierno Bolivariano que conduce el presidente Nicolás Maduro, al punto que, ahora navega en un océano de incertidumbres entre la psicosis maníaco depresiva que les caracteriza, y los egos inflados de “su dirigencia” manejada desde Colombia por el Gobierno de Iván Duque, por mandato de los derruidos imperios de EEUU y la UE.
En ese marco referencial, afianzados en la estirpe delincuencial que les es propia, la derecha continental mantiene su línea dura de ataques contra Venezuela, mientras que, en una acción de juego a dos bandas, el inefable y presunto “líder opositor” Leopoldo López considera que la oposición venezolana está unida a su alrededor para lograr un “propósito democrático“: elecciones libres, justas y transparentes. Cosa que es extraña escuchar en el ultraderechista opositor y su banda, pues ellos han sido negadores de todos los procesos electorales, y los principales promotores e impulsores del abstencionismo como mecanismo de deslegitimación del Estado bolivariano.
Ahora, derrotado en sus acciones criminales; segregado por los opositores que apuesta a la paz y abandonado por sus antiguos aliados en buena parte de la treintena de países que les apoyaban; López acusa al presidente Nicolás Maduro de dividir a las fuerzas democráticas para socavar las elecciones libres en el país, y tal es el grado de incoherencias de su afirmación, que insiste en autoproclamarse como el líder de las acciones para la conformación de la unidad opositora con la cual participarían, en las mega elecciones regionales y municipales que se convocarán este año.
Por esa razón, mientras la mediática comprometida con las derechas internacionales intenta limpiar el historial criminal de López y su pandilla; sus amos occidentales, insisten en mantener las sanciones como medio para impedir cualquier avance en materia económica, política y social en el país, a la vez que, ordena a sus serviles aliados en América Latina, especialmente a Colombia, continuar desarrollando la tentativa de guerra e invasión directa al suelo patrio.
Afortunadamente el oscuro relato discursivo del citado “líder opositor” no lo cree nadie sensato, además que para ellos, el pueblo solo es referencial y la participación amplia y plural que tanto ostentan, un enunciado que decora el discurso e intenta tapar el largo historial criminal que constituye su prontuario. He allí el detalle.
Nadie duda de la peligrosidad de la oposición, ni menosprecia lo que son capaces los fascistas para llegar al poder. Hasta ahora, no han podido con este pueblo, pero no por ello cesarán en sus nefastas intenciones.
Afortunadamente están descubierto, pues: la UE sanciona a los opositores democráticos: los que participaron en las pasadas elecciones del 6D; Biden, extiende el Decreto infame contra Venezuela; Duque muestra sus tropas mercenarias; el innombrable autoproclamado convoca infructuosamente a sus seguidores a manifestar en las calles.
Los rectores de las Universidades Autónomas desconocen al Estado y confunden Autonomía con Soberanía para tapar sus infladas nominas; las oposiciones se matan a dentadas por la nominación candidatural mientras, los disfrazados de rojo coleados en el gobierno y en los partidos aliados a la revolución, aboyan cual parásito muerto, gracias a las denuncias de un pueblo revolucionario organizado y cada día más consciente.