IBEX 35: las raíces del poder económico español
En 1978 no hubo una transición completa, tomando en cuenta la existencia de factores políticos que comulgaban con el régimen franquista y que aún perduran en el tiempo.
En la actualidad son diversas las empresas españolas que han constituido sus capitales a partir su relacionamiento con instancias del Estado franquista. Mediante contratos, concesiones, permisos y clientelismo político, los grandes consorcios de España amasaron grandes fortunas amparados por el régimen.
La economía suele ser un factor de alta incidencia política. En este sentido, el IBEX 35 se ha convertido, no solamente en una instancia que aglutina las empresas más comprometidas con el viejo régimen franquista, también posee el poder de ser un elemento con capacidad de incidir en los contextos económicos para desencadenar efectos políticos.
El imperio económico de la dictadura permitió que gran parte de las empresas que han cotizado en el IBEX 35, como Gas Natural, OHL o Iberdrola, se lucraran con la represión y el modelo autárquico que impuso el dictador, el cual sigue sin reparar a las víctimas.
De diversas formas estas empresas obtuvieron beneficios económicos. Muchas se valieron de la enajenación de activos pertenecientes a las empresas públicas republicanas. Asimismo, sacaron ventaja competitiva de la represión política a la disidencia franquista.
Las empresas que no eran afines al régimen franquista cayeron en la debacle, como el caos de la naviera de Sota y Aznar. Por otra parte, otras compañías afloraron en esos años, encontrándose aún vigentes en pleno siglo XXI con sólidos ingresos.
Para las empresas cómplices del régimen, nunca hubo una auténtica transición política. Han representado un papel continuista del régimen en el entorno económico, fungiendo también de refugio laboral para aquellos elementos del conservadurismo español, que han visto en la política el medio de hacer cumplir su agenda conservadora.
Este contexto representa para los tiempos actuales el origen del polémico fenómeno de puertas giratorias, gracias al cual, altos cargos franquistas, en pago a sus servicios y tras alejarse de la vida pública, ocuparon cargos directivos en empresas pertenecientes al IBEX 35.
Por otra parte, un importante número de proyectos de infraestructura concedió contratos a empresas con clara cercanía al régimen de Franco. Como si no fuera suficiente, en sus faenas dispusieron de mano de obra forzada, sometiendo a los trabajadores a condiciones infrahumanas.
En este respecto resalta, por ejemplo, las acciones de OHL, el cual contribuyó directamente en la construcción del Valle de los Caídos con trabajo esclavo, y puso la refinería de Tenerife al servicio de los sublevados, la cual fue fundamental para el triundo del franquismo.
Ante la ausencia de sindicatos que velaran por los derechos laborales, la óptica liberal de las empresas encontraba en el régimen el refugio para sus intereses económicos. Todo ello sentó las bases para el desarrollo de un capitalismo español, ahora defendido por las posturas neoliberales de organizaciones políticas de derecha y aquellas creadas a la medida del Régimen del 78.
Gas Natural Fenosa, Acciona, OHL, ACS, Iberdrola, son algunas de las empresas involucradas en las extensas redes clientelares del régimen. La primera de ellas, Gas Natural Fenosa, nació en el año 2009 de la fusión de Gas Natural y Unión Fenosa.
Esta última fue creada en el año 1982 como resultado de la unión de otras dos, FENOSA y Unión Eléctrica Madrileña. El dueño de FENOSA, Pedro Barrié, aumentó su patrimonio por su cercanía con el régimen, y como premio tras haber sido uno de los primordiales financistas de la Guerra Civil para el bando nacional.
Barrié, fue uno de los empresarios del sector eléctrico más importante de Galicia. FENOSA fue creado a partir de la unión forzosa de Fábrica de Gas y Electricidad, la pequeña empresa de Barrié, y Electra Popular Coruñesa, esta última fue una empresa propiedad de la familia de José Miñones, un parlamentario que fue ejecutado en el año 1937 en el Campo de la Rata.
Por otra parte, se encuentra la empresa Acciona, dirigida por José Manuel Entrecanales, quien debe su cargo y posición a la fortuna que su abuelo José Entrecanales acumuló durante el franquismo junto a su socio Manuel Távora.
La empresa Entrecanales y Távora, hoy en día fusionada con Acciona, fue una de las constructoras privilegiadas por el régimen, tal y como lo señala en su página web: “En los años de la posguerra, la compañía fue muy activa, consolidando su posición como una de las compañías más innovadoras del país”.
Asimismo, se encuentra OHL, compañía de Villar Mir. Se creó tras la unión de otras tres empresas: Obrascón, Huarte y Laín. Huarte, conjuntamente a San Román, Estudios y Construcciones Molán y Banús, fueron las empresas encargadas de construir el Valle de los Caídos usando mano de obra esclava.
No podía faltar ACS, reconocida constructora de Florentino Pérez, el cual también es presidente del Real Madrid, se benefició de la mano de obra forzosa a través de su filial, ahora integrada, Dragados. Una de las obras en las la empresa dispuso de mano de obra esclava, fue durante la construcción del pantano de Mediano, en Huesca.
Los trabajos tuvieron lugar entre 1952 y 1955. Para ellos, Dragados usó un destacamento de 35 penados, que tras las obras fueron enviados a la prisión de Huesca. También figura la empresa Iberdrola, compañía que nació en 1992 de la unión de Hidroeléctrica Española e Iberduero. Esta última fue creada a partir de la fusión de Saltos del Duero e Hidroeléctrica ibérica.
La referida empresa energética española fue conformada a raíz del compromiso que suscribió Franco con José María de Oriol y Urquijo, presidente de Hidroeléctrica Española desde el año 1941 hasta 1985. Este último fue también alcalde de Bilbao y jefe provincial de Falange en diferentes periodos.
De esta manera, el dictador dejó claro que la Guerra Civil tenía como objetivo preservar el patrimonio de las clases privilegiadas económicamente, y asegurar un ecosistema favorable para que las riquezas estuvieran a salvo y poder incrementarlas. Pero no todas las fortunas, sino las de aquellos que ayudaron a financiar el alzamiento.
La creación del IBEX 35 por parte de los herederos del régimen franquista, constituyó un episodio fundamental en la historia económica de España. Tal creación tiene como antecedente un contexto de cercenamiento de la actividad empresarial republicana, bien sea por nacionalización o por presión sostenida, favoreciendo a las grandes empresas españolas de propiedad privada.
Este contenido es parte de una serie de contenidos que forman un reportaje de análisis del poder económico español, representado en el IBEX 35. Para leer la primera parte, haga click aquí.