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La agenda xenófoba e históricamente falseada de Isabel Díaz Ayuso

Isabel Díaz Ayuso usa a Washington como vitrina pública para trasmitir sus xenófobos y negacionistas mensajes en “defensa de la hispanidad”.

Recientes declaraciones de Isabel Díaz Ayuso, Presidenta de la Comunidad de Madrid, han causado indignación en la comunidad latina en España y en gran parte de Latinoamérica. Todo ello tras demostrar una posición anti-indigenista y dando una clara muestra de negacionismo histórico con respecto al pasado imperial español.

Desde Washington, capital de los Estados Unidos (EEUU), en el marco del encuentro con miembros del centro de pensamiento “Global Americans” y con un ejercicio semiótico con una puesta en escena teniendo la Casa Blanca de fondo, Ayuso, miembro activo del PP, ha criticado duramente las palabras que el Papa Francisco I dirigió el lunes 27 de septiembre a México con ocasión del Bicentenario de su Independencia.

La representante conservadora, que también contaba con el franco apoyo del partido de ultraderecha VOX, reconoció en su primer día de visita en la capital estadounidense que le “sorprende” que el pontífice, “un católico que habla español”, reflexionara por carta sobre los “pecados” cometidos por la Iglesia Católica durante la conquista española.

En vista de las declaraciones del pontífice, Díaz ha defendido el “legado de España”, argumentando “que fue llevar precisamente el español, y a través de las misiones, el catolicismo y, por tanto, la civilización y la libertad al continente americano”, sostuvo la derechista.

No es la primera vez que Isabel Díaz Ayuso es centro de polémica a raíz de sus declaraciones en EEUU. Ese mismo día lunes, alegó en favor “de la historia real y de uno de los momentos más importantes de la Historia”, y contra “la corriente peligrosa del comunismo a través del indigenismo que es un ataque a España”.

Dichas declaraciones procuran justificar una posición xenófoba que busca mostrar a los pueblos originarios de América como salvajes, incivilizados y hostiles para los intereses de España. Asimismo, intenta vender la visión historiográfica de la derecha, donde posiciona la monarquía de entonces bajo estos mismos parámetros discriminatorios.

Todo ello, obviando la realidad histórica desarrollada a partir de la creación de las Leyes de Burgos, también llamadas “Las Reales Ordenanzas dadas para el buen Regimiento y Tratamiento de los Indios”.

Dicho marco jurídico fue un conjunto legislativo promulgado el 20 de noviembre de 1542, y que procuraba mejorar las circunstancias de los indígenas de la América colonial, primordialmente a por medio de la revisión del sistema de la encomienda y ofreciendo una serie de derechos a los indígenas para que vivieran en mejores condiciones.

En este sentido, a los indígenas a la luz de las leyes no se les consideraban esclavos, sino sujetos de derechos. Si bien se trata de una forma claramente incipiente de ciudadanía, sentaba las bases para el reconocimiento del indigenismo como pueblo poseedor de tierras, cultura propia y un conjunto de derechos que los integraban a la vida social de la América colonial.

Las Leyes de Burgos no tuvieron un antecedente en la historia colonial americana. Son los primeros instrumentos legales establecidos para el amparo de los habitantes de territorios colonizados, y predecesores del derecho internacional. Sin embargo, estas leyes eran prematuras para su tiempo.

A propósito de los 200 años de independencia de México, el Papa Francisco envió una misiva al presidente de la Conferencia Episcopal, monseñor Rogelio Cabrera López, en la que invitaba a “sanar las heridas” del pasado.

La “mirada retrospectiva incluye necesariamente un proceso de purificación de la memoria, es decir, reconocer los errores cometidos en el pasado, que han sido muy dolorosos”, escribió el Pontífice.

No es algo casual que Isabel Díaz usara a Washington como vitrina pública para trasmitir sus xenófobos y negacionistas mensajes en “defensa de la hispanidad” y su visión de legado español en el continente americano. Actualmente, el movimiento revisionista en Estados Unidos vive un apogeo.

Hay más antecedentes de las actividades de Díaz en suelo norteamericano. En 2019, Washington se sumó a las más de 130 ciudades y ocho estados del país que cambiaron la festividad del Día de Colón por la de los Pueblos Indígenas.

Consultada en Nueva York sobre esta modificación, la presidenta del PP de Madrid dijo que le parecía “fatal”. En la sede de la Organización de Estados Americanos (OEA), la líder regional cuestionó el que se siga debatiendo sobre la hispanidad, “cuando desde su origen, si hay algo que trajo al continente americano, fue precisamente la universidad, trajimos civilización, trajimos occidente, trajimos valores que hoy siguen sustentando democracias liberales prósperas”, afirma la actual presidenta de la comunidad de Madrid.

En suelo español, múltiples veces Díaz ha sido el centro de polémicas al exteriorizar una serie de contradicciones pragmáticas e ideológica sobre su posicionamiento en el escenario político español. Tal es el grado de inconsistencia discursiva que ha llegado incluso a confrontar a la misa monarquía.

En este sentido, el pasado 13 de junio 2021, la presidenta en funciones de la Comunidad de Madrid, acusó al jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, de querer hacer a Felipe VI “cómplice“, con su firma de los indultos a los líderes del procés.

Durante el referido acto de derecha, frente a la sede del PP en Madrid, y acompañada por el presidente nacional del partido, Pablo Casado, su secretario general, Teodoro García Egea, y el alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, entre otros, Ayuso increpó ante los medios de comunicación con lo siguiente:

¿Qué va a hacer el Rey de España a partir de ahora, va a firmar esos indultos, le van a hacer cómplice de eso?”. Todo ellos señalando que el presidente del Gobierno debe aclararqué más van a hacer” y si optará por “la vía escocesa y la independencia de Cataluña“. A su entender, debe decir “cuál es su siguiente plan” para “mantenerse en La Moncloa“.

De este modo, Díaz Ayuso se ha posicionado como una activa representante de una ideología negacionista de ciertos sectores de ultraderecha cada vez más presentes en Europa, Estados Unidos y América Latina, los cuales plantean un discurso fundamentalista de carácter nacional-libertario.

Un discurso nacional-libertario de Isabel Días Ayuso pone a la familia tradicional, la patria, la propiedad privada y la libertad de consumo como ámbitos de la civilización occidental, la cual, desde esta mirada, estaría en peligro, ante una agenda global impuesta por grandes organismos internacionales, que estarían subordinados a China.

Esto es lo planteado por personas como Donald Trump, Jordan Peterson, Ben Shapiro, Milo Yiannopoulos, Hans-Hermann Hoppe, Richard Spencer y Steve Bannon, quienes señalan que nos encontramos en un mundo amenazado por el globalismo y el marxismo cultural.

En consecuencia, para este discurso todo lo que cuestione mínimamente el orden patriarcal, colonial y capitalista, a través de ciertas políticas públicas (impuestos, aumento de gasto público), es considerado de izquierda o comunista, aunque sea en la práctica un mero reformismo liberal.