Perú en Latinoamérica: con Castillo vuelve a imponerse la postura seguidista
De a poco, la política de gobierno rupturista propuesta por Castillo en campaña, está siendo cambiada por una más acorde a los intereses de la derecha.
Después del distanciamiento de Pedro Castillo con Perú libre, se han definido posturas. Lo que comenzó siendo una posición rupturista con los anuncios del excanciller Héctor Béjar devinieron en una clara ubicación hacia la derecha por parte del gobierno de Pedro Castillo.
Alineado con los EEUU, el canciller Óscar Maúrtua intentó previamente fijar a Perú del lado del Grupo de Lima. Apresuradamente, uno de sus viceministros cuestionó públicamente la reunión que tuviera Pedro Castillo, con el presidente de Venezuela Nicolás Maduro, en el marco de la Cumbre de la CELAC.
Pero Guido Bellido reiteró la postura declarada por Béjar, y afirmó que Perú reconocía la legitimidad de Nicolás Maduro como presidente de Venezuela, contraponiéndose a la opinión del Grupo de Lima, del cual Perú había sido parte esencial, para apoyar al “gobierno interino”, del exdiputado Juan Guaidó.
Después de la salida de Perú Libre del gabinete de gobierno, ha optado por el seguidismo a EEUU, y en tal sentido, la cancillería peruana emitió un comunicado cuestionando los resultados electorales de Nicaragua, país centroamericano que es símbolo, al igual que Venezuela, de la izquierda contra hegemónica latinoamericana.
Duras declaraciones del canciller del Perú sobre Nicaragua
El comunicado oficial 026-21, emitido por la Cancillería peruana, establece una posición contradictoria a la asumida por Pedro Castillo y Perú Libre, desde que llegara al poder en julio del 2021.
“El Perú ha seguido con preocupación los acontecimientos previos a las elecciones presidenciales y parlamentarias que se desarrollaron el domingo 7 de noviembre en Nicaragua, las que no cumplen con los criterios mínimos de elecciones libres, justas y transparentes que establece la Carta Democrática Interamericana”. Reza el comunicado.
Es evidente que con la invocación de la Carta Interamericana Democrática, Perú expresa su adhesión, nuevamente, al discurso hegemónico que respalda a la doctrina de seguridad hemisférica de los EEUU.
El aparente viraje, concretado en este comunicado, generó diversas reacciones en los voceros de Perú Libre, partido que llevo a Pedro Castillo a la presidencia del Perú.
Las reacciones y los silencios
“¿Quien gana entrometiéndose en la política interna de Nicaragua?” cuestionó Vladimir Cerrón, fundador de Perú Libre y exasesor de Pedro Castillo.
Frontalmente, Cerrón se opone a la postura declarada por Maúrtua, y lo señala como seguidor de la política exterior injerencista norteamericana.
De hecho, fue Maúrtua quien formalizó la suscripción de un convenio con la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo (USAID), por 326 millones de dólares, para tratar, entre otros asuntos, el problema de la migración de la población venezolana hacia el Perú.
Igualmente, Guido Bellido, exjefe del gabinete de Pedro Castillo, y ahora uno de los principales detractores del equipo de gobierno del presidente del Perú, manifestó su rechazo a la postura asumida por la Cancillería peruana.
Por su parte, ni el Presidente Castillo, ni la jefa de gabinete Mirtha Vásquez, así como otros voceros de la izquierda como Verónika Mendoza, se dieron por enterados del contenido del comunicado que establece la nueva posición diplomática del Perú, ni rechazan el evidente seguidismo con los EEUU.
Luego del voto de confianza, todo cambió
Poco a poco han ido cambiando las prioridades. Incluso, antes de la sesión para el otorgamiento de la confianza al gabinete, Mirtha Vásquez expresó públicamente que la Constituyente, una herramienta indispensable para frenar el desequilibrio del poder en Perú, ya no era una prioridad para el gobierno de Pedro Castillo.
Pero el distanciamiento con cualquier causa rupturista se acentúa. Sobre todo luego de una sesión del Congreso donde quedaron comprobadas las profundas grietas en la izquierda peruana, y en la que además no cesaron las amenazas del congreso con “vacar”, como llaman coloquialmente, a la posible destitución de Pedro Castillo, por parte del Congreso.
Es tal el empeño del Congreso, que su afán persecutor contra los miembros del gobierno de Castillo ahora apuntan hacia el Ministro de la Defensa, Walter Ayala.
La renuncia de Ayala y el arrinconamiento que persiste
Otra pieza ha sido removida. Walter Ayala, primer ministro de Defensa de Castillo, quien por cierto, tuviera un participación importante en la salida de Héctor Béjar del gobierno, también ha renunciado.
La propia Fuerza Armada, que le forzara a adoptar una posición contra Béjar, empujó a Ayala a presentar su renuncia, señalando que lo hizo para que “no usen pretextos contra la democracia”.
El pretexto, y el “ruido de sable”, está vinculado a una presunta solicitud de ascenso irregular de oficiales realizada por Ayala y el secretario privado de Pedro Castillo, al general José Vizcarra.
El General Vizcarra había sido removido por Castillo, pero ahora, la presión de la Fuerza Armada en conjunto con una investigación de la Comisión de Inteligencia del Congreso, podrían estar sirviendo para configurar una nueva ofensiva de la derecha contra Pedro Castillo.