El PSOE no logra detener la caía en las encuestas frente al ascenso de UP
Se ha llevado a cabo en la primera semana de noviembre un estudio que deja la imagen de un PSOE perdiendo claramente apoyos
La dinámica política entre el PSOE y Unidas Podemos si bien ha dinamizado el nuevo escenario de la vida pública española, también ha dado muestra de profundas diferencias en el marco de sus basamentos ideológicos y su praxis dentro del gobierno.
Se trata de un texto caracterizado por la derogación parcial de los aspectos más perjudiciales de la reforma laboral. Asimismo, el referido programa propone una reforma fiscal ambiciosa con subidas de impuestos a los poseedores de grandes fortunas, así como a las empresas que posean grandes capitales.
Sin embargo, El PSOE se ha caracterizado en los últimos tiempos por evidenciar un claro desenfoque ideológico-programático, basado en la incoherente defensa de los grandes capitales de la empresa privada, monarquía y posiciones políticas conservadoras.
Todo ello ha desencadenado en la pérdida de su militancia, la dificultad para la consolidación de su liderazgo nacional y un acelerado declive electoral, evidencian que el PSOE presenta diversos síntomas que ponen de manifiesto el deterioro de su posición en el sistema de partidos, enfrentado su mayor y más profunda crisis desde 1979.
En este sentido, la firma NC Report, ha llevado a cabo en la primera semana de noviembre un estudio que deja la imagen de un PSOE perdiendo claramente apoyos, lo que les aleja de la mayoría necesaria para tener opciones de poder dentro de la estructura del Estado español.
Según el referido estudio, para el mes de octubre el PSOE retrocedía a 101-103 escaños, mientras que Unidas Podemos se quedaba en 22-24. Ahora, los socialistas bajan hasta los 98-100 diputados, y su caída en votos con respecto a las últimas generales asciende a los 993.177.
En cuanto a la representación en el Congreso, entre 20-22 bancos menos. Todo ello guarda relación con el pulso que ha planteado la vicepresidenta y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, la cual se arma en el debate frente al PSOE, socio de la coalición de gobierno, respecto a la derogación de la reforma laboral del PP.
En este sentido, ha instado al partido de Sánchez que “se aclare” en el debate sobre la derogación de la reforma laboral del PP. “Sobre todo porque están dando declaraciones diferentes”. A juicio de Yolanda Díaz, no derogar la reforma laboral del 2012 significa “seguir manteniendo la precariedad”, que haya mujeres limpiando habitaciones “por tres euros cada una de ellas” o que haya jóvenes que “no conocen el trabajo decente”.
De igual forma, la encuesta confirma y ratifica los temores del PSOE, al daño que puede hacerles Yolanda Díaz como alternativa a Pedro Sánchez y sentada como oposición en el Consejo de Ministros, en un momento en el que la parte socialista del Gobierno asume, además, que no tiene margen para incumplir los compromisos adquiridos con Bruselas a cambio de los fondos europeos.
Yolanda Díaz es la líder política mejor valorada en España y diferentes sondeos estadísticos dan fe de ello. Según los últimos estudios realizados por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), la actual vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, es la dirigente mejor valorada por los españoles, obteniendo una nota referencial de 4,6 puntos.
Díaz supera así al presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, el cual saca un 4,2, y a Íñigo Errejón (Más País), que también llega al 4,2, en la pregunta mensual sobre valoración de líderes políticos del barómetro del CIS.
El posicionamiento de Yolanda Díaz se debe al estilo de su praxis política, la cual, parte de la premisa que la sociedad necesita certidumbre y apartar los conflictos. Con base en eso, propone una manera distinta de llevar los asuntos públicos.
Díaz, cuenta con un largo pasado de militancia y la vitola de “radical” por parte de sectores de la derecha. Sin embargo, tras tomar posesión de su investidura ministerial ha impulsado cinco grandes medidas, todas ellas concertadas estratégicamente con los sindicatos y con la patronal.
Todo ello, sin abandonar su histórica posición respecto a la necesidad de transformar los esquemas económicos neoliberales que imperan en España. Es una gesta encaminada a favor de una óptima distribución de la riqueza, tomando en cuenta el factor humano más que el empresarial.
Su posición rupturista le ha hecho ganar el respeto y la confianza de sus compañeros de militancia, al punto de proyectarse en la actualidad como posible candidata a la presidencia del gobierno español, siendo al mismo tiempo la funcionaria mejor valorada de todo el gobierno central.
El referido pacto de gobernabilidad entre el PSOE y Unidas Podemos, tiene una gran trascendencia. No solo por dar paso al primer gobierno de coalición que se ha formado en España desde la transición democrática. Es también el primer gran pacto de un gobierno progresista desde la llamada Transición, y se basa en un programa con un fuerte contenido social.
A pesar de la gran responsabilidad social contenida en el pacto gubernamental el PSOE se adhirió a una obscura tradición política conservadora la cual tiene su origen en los tiempos de la dictadura franquista.
En tiempos recientes, la ambigüedad ideológica y la poca constancia política, ha llevado al PSOE a defender lo indefendible. En este respecto, el actual presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, se opone rotundamente a quienes planteen abrir el debate sobre monarquía o República al calor de las irregularidades financieras de Juan Carlos I y su salida de España.
El jefe del Ejecutivo apela a mantener la “fortaleza de las instituciones”, y singularmente la Corona, en medio de la crisis del COVID-19. En este sentido, Sánchez ha llegado proclamar que “el pacto constitucional está plenamente vigente” y en él está “la monarquía constitucional”.
Esto último es algo totalmente contrario al carácter rupturista de la verdadera izquierda española que busca generar los genuinos cambios que desembocarán en la conformación de una República Plurinacional e integrista de la gran diversidad social existente en España.