La trata de personas representa el tercer delito en el contexto global, en base a informes publicados por la ONU. Siendo las mujeres y niñas las principales víctimas de esa práctica ilegal.
Datos de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Onudd), han señalado específicamente que por el delito de trata de personas siete de cada diez víctimas son mujeres adultas y niñas.
Desde la llegada de la pandemia por la Covid-19 la trata de personas se vio agravada, sobre todo en poblaciones vulnerables que cuentan con pocas o nulas posibilidades de educación y mejoras económicas.
La población migrante, constituye uno de los principales focos sobre ese delito. En el contexto gobal, América Latina y el Caribe posee los números más altos por trata de personas.
El foco de esas cifras, se localiza en Centroamérica. A través de diferentes mecanismos captan a las víctimas para delitos que van desde la explotación sexual y trabajos forzados.
“La violencia doméstica y otras formas de violencia contra mujeres, niñas y niños, así como la discriminación contra las minorías étnicas, aumentan potencialmente el riesgo de que las niñas se conviertan en víctimas de trata”, destacó un informe de la Oficina de la ONU contra la Droga y el Delito.
De la trata no se habla
Pocas son las cifras que se conocen sobre ese delito. Los gobiernos no han desarrollado mecanismos para combatir la trata de personas y tampoco ofrecen cifras oficiales al respecto.
Los balances publicados sobre la trata de personas están basados en informes suministrados por la ONU, organizaciones en materia de Derechos Humanos y colectivos feministas.
La trata de personas se ha convertido en un tema que se mantiene al margen. Bajo atenciones mínimas, mientras las estadísticas y mecanismos ilegales siguen elevándose.
Por ejemplo, en Sudamérica en el año 2016 el porcentaje de delitos por explotación sexual era de un 58%, para 2018 la cifra se elevo a un 64%.
Mecanismos de captación
Un 64% en Sudamérica de los involucrados en la trata de personas son varones, mientras que en Centroamérica las mujeres imputadas por ese delito representan entre el 49 y 51% en Sudamérica.
La trata de personas en esas regiones puede variar. Los territorios fronterizos son una zona clave para el delito, por el numeroso paso de personas, la complicidad de autoridades y las vías clandestinas en esas zonas.
“Cuando hay casos de trata internacional, no hay un patrón claro de países de origen y destino”, destacó un informe de la ONU.
Otro de los mecanismos de captación para la trata de personas es través de redes sociales y entornos con personas cercanas, en la mayoría de los casos mujeres y niñas para delitos con fines sexuales y los niños en trabajos forzados.
Además de los casos con fines sexuales, también se registraron matrimonios forzados, extracción de órganos, pornografía infantil y mendicidad.
Las organizaciones criminales, distribuyen miles de dólares para seguir desarrollando los delitos de trata de personas. Donde lamentablemente obtienen altos ingresos por esas prácticas.
Impunidad sobre la trata
Asimismo, los traficantes continúan en libertad y acercándose a niños, niñas, mujeres y adolescentes. Las redes sociales se han convertido en un blanco durante los últimos años.
“La caza que involucra a un traficante que persigue activamente a una víctima, típicamente en las redes sociales; y la “pesca”, cuando los perpetradores publican anuncios de trabajo y esperan que las víctimas potenciales respondan”, detalló el informe de la ONU.
Otro de los puntos que resalta es que “además, la internet permite a los traficantes transmitir en vivo la explotación de sus víctimas, lo que permite el abuso simultáneo de una víctima por parte de muchos consumidores en todo el mundo”, relata el informe.
Las cifras otorgadas
Organizaciones de Derechos Humanos y movimientos feministas realizan labores sobre el registro y difusión sobre la trata de personas, ante la falta de cifras oficiales.
En ese sentido, la UNODC realizó un registro en 148 países en todo el mundo, logrando constatar diferentes tipos de delitos entorno a la trata de personas.
Un total de 534 flujos de trata han sido descubiertos. Donde no solo se ve en zonas fronterizas, si no en áreas cercanas dentro del territorio domiciliario de las víctimas en cada uno de sus países.
“Un ejemplo típico es el de niñas reclutadas en un área suburbana y explotadas en moteles o bares cercanos. A nivel mundial, la mayoría de las víctimas son rescatadas en su propio país de origen”, resalto la UNODC.
En el caso de América Latina siguen detectando distintas rutas que van desde el cono sur al central y desde América del Norte y el Caribe hacía el Sur. También, se han registrado víctimas que han sido llevadas hasta Asia, Europa, el Norte de África y Oriente Medio.
Por su parte el Centro de Estudios de Derechos Sexuales y Reproductivos (CEDESEX) en Venezuela, recalcó que otro de los modus operandi para lograr la trata de personas es a través de la simpatía generada con las víctimas, donde se aprovechan de las necesidades y vulnerabilidad.
“Los encargados de captar a las víctimas con frecuencia [son] carismáticos o de buena presencia, […] otro venezolano solidario con una historia de éxito y superación que están dispuestos a compartir”, resalta el estudio.
Por último, la trata de personas constituye un delito del que poco se habla. Las estadísticas judiciales a nivel global sobre las sentencias continúa siendo muy baja y la trata continúa surgiendo cada día más.
Es hora de que los estados a nivel global, implementen políticas y mecanismos contundentes para que el delito no siga llevándose a cabo. Miles son los casos registrados, donde lamentablemente las mujeres y niñas continúan siendo las más vulnerables.