Pedro Castillo: Sueños rotos
Después de 6 meses de que Pedro Castillo asumiera la presidencia en Perú, parecen haber algunos sueños rotos.
La mayoría del Perú votó a la izquierda por Pedro Castillo. Las promesas abarcaron desde una Constituyente, hasta la instalación de un sistema político que redistribuyera las riquezas y que además cambiara las relaciones de producción, para entre otras cosas, permitirle al Perú administrar las rentas de sus industrias estratégicas.
El gobierno de Pedro Castillo ha cumplido los 6 meses y las promesas no se cumplen. De hecho, algunos opinan que se ven muy lejos en el horizonte, y públicamente ya el propio presidente del Perú aplazó sueños como el de la Constituyente, una verdadera refundación del país que podría barrer con el orden instaurado por Alberto Fujimori.
Podrían tratarse de sueños rotos, revisemos a fondo el estado actual de las promesas de la izquierda peruana en el poder, en la figura de Pedro Castillo.
La Constituyente y un nuevo orden
El puntal de la campaña de Pedro Castillo junto a Perú Libre fue la Asamblea Constituyente. Alentados por la conquista de Chile, pero mirando el ejemplo de Venezuela, Perú se propuso con Pedro Castillo la refundación del país a través de una nueva Constitución.
No es un capricho, para poder incluso ofrecer mayor estabilidad democrática el Perú debe superar la crisis constitucional promovida en el abuso de ciertas normas constitucionales, legadas por el Fujimorato, como es el caso de la incapacidad moral para ejercer la presidencia.
Lo que antes pudo ser un control parlamentario sano sobre la función presidencial hoy día es fuente de chantaje, todos los mecanismos de censura son utilizados como herramientas de bloqueo político y de desconocimiento de la voluntad de la mayoría social que elige presidentes y luego son removidos por el parlamento.
Las prioridades
Pero este gran proceso constituyente se complica, al punto que Pedro Castillo lo ha sacado de la lista de prioridades.
Después de esa decisión se aceleró la división de la izquierda, y el ala cerronista de Perú Libre se distanció de Pedro Castillo. Perú Libre ya no es parte del gobierno de Castillo, y aunque el mandatario peruano mantenga su apoyo a la iniciativa, la Constituyente dejó de ser una de sus banderas.
Hace pocos días el Congreso peruano colocó otro obstáculo a los referéndums para cerrarle paso al proceso constituyente, y en esta ocasión, Pedro Castillo dio un paso al frente en defensa del derecho a la participación de los peruanos.
La Constituyente en el Perú no es un sueño roto, pero sigue siendo una profunda deuda con la voluntad de la población.
La ruptura con el neoliberalismo
Una cosa lleva a la siguiente, el aplazamiento del nuevo orden oxigena al neoliberalismo que lleva décadas instalado en Perú con una capacidad de sostenerse muy potente. Además, toda la historia de dominación de las oligarquías en el Perú comprende el mayor obstáculo para al ruptura con el neoliberalismo.
Durante el gobierno de Pedro Castillo se habló primero de nacionalizaciones, específicamente del gas de Camisea, una explotación que beneficiaba a las grandes empresas trasnacionales como la Shell, con pocas ganancias para Petroperú.
Guido Bellido fue uno de los principales promotores de esta iniciativa, mientras estuvo al frente del gabinete ministerial de Pedro Castillo, pero llegaron las contradicciones de la mano de las amenazas del Congreso y las mociones de censura.
Finalmente las nacionalizaciones se detuvieron, llegó un nuevo gabinete, y la ruptura con este mecanismo neoliberal que preserva los intereses económicos de pocos, por sobre las necesidades de muchos, también se postergó.
La soberanía y la defensa de la naturaleza
De la mano con la ruptura con el neoliberalismo vienen mejores condiciones laborales. Sin embargo, en Perú esto aún no sucede, y en la agenda política prevalecen los conflictos mineros y ambientales.
Tampoco hay certeza sobre la sostenibilidad del modelo económico extractivo que mantiene al Perú, y ello representa otra de las razones de fondo de los conflictos mineros.
“Los conflictos mineros que están en latencia no han sido solucionados, hay en este momento 4 grandes proyectos mineros a punto de empezar, y hay 41 grandes proyectos en cartera que deben empezar a partir del 2023, es obvio que gran parte de esos proyectos significan una grave amenaza para la ecología peruana”, indica Héctor Béjar, sociólogo y excanciller del Perú.
Según lo señalado por Béjar, la mayoría de los proyectos mineros peruanos están en las cabeceras de los ríos, lo cual significa una grave amenaza para el país.
Recientemente, la trasnacional española Repsol provocó un derrame de 6 mil barriles de petróleo en la zona del Ancón, en la costa central del Perú, frente a ello el presidente Pedro Castillo anunció acciones penales, civiles y administrativas contra la empresa.
En este particular la intención de defender los espacios del Perú lucen bastante claras, aunque requieran mayor contundencia. En general, el gobierno de Pedro Castillo no deja todavía sueños rotos, en todo caso, algunas expectativas no cumplidas.