Teresa de la Parra: un alma feminista y revolucionaria
En el panorama literario de América Latina, hay grandes escritoras feministas que destacaron a lo largo de las épocas, Teresa de la Parra, una venezolana talentosa y brillante es una de ellas.
Para comenzar este reportaje especial, que combina la literatura y el pensamiento feminista, es importante destacar que desde épocas anteriores se había estado gestando lo que inspiraría el movimiento latinoamericano en la actualidad.
Aunque por mucho tiempo se impulsó únicamente el trabajo de los hombres dentro del campo de la escritura, lo cierto es que la historia deja grandes figuras que son imprescindibles al comprender la perspectiva de la mujer perteneciente a este lado del continente.
Venezuela dio a Teresa de la Parra
Con su obra literaria “Ifigenia” se convirtió en una de las más influyentes en el siglo XX, quizás porque en sus inicios llevaba por título “Diario de una señorita que escribió porque se fastidiaba” y desde algo tan simple como esto, se empezaba a notar que rompería esquemas pese a los estereotipos de la sociedad contemporánea e iría contra el régimen establecido en el país.
En la novela, María Eugenia Alonso, es la protagonista, quien vivió en un contexto cultural y político bastante agitado, ya que, desde temprana edad salió de Venezuela con rumbo a España donde cursó sus estudios, posterior a eso estuvo en Francia un tiempo y luego volvió a su tierra, donde empezó a conocer a profundidad los rasgos del gobierno gomecista.
Haciendo referencia a la palabra que se encuentra al final del título de la novela, María Eugenia nos presenta la figura feminista muy revolucionaria para la época, porque empezó a expresar sus opiniones por medio de lo que escribía.
Entre los temas que reitera está la lucha entre las tradiciones culturales venezolanas y la vida moderna que había tenido en el viejo continente que, la llevaron a experimentar un desagrado consigo misma. Un gran ejemplo de ello, fue la influencia de su tío Pancho en su compromiso con Cesar Leal, figura de la política venezolana desde el Senado de la República, quien era machista por naturaleza, y un común prototipo de la cultura venezolana del siglo XX.
Esta obra retrata como María Eugenia critica fuertemente a la sociedad, y muestra la influencia que ejerció sobre ella, aunque tratará de evitarlo. Sin embargo, su arma de defensa ante el acontecer social la encontró por medio de cartas que le escribía a una amiga, y luego las empezó a amontonar en su diario para manifestar sus monólogos existenciales que “una joven no debía tener” por su condicionamiento en cuanto al género.
Esta novela de Teresa de la Parra, la cual es basada en su realidad y narrada en primera persona, hace percibir la inconformidad que sufrió durante su niñez, adolescencia y joven adultez, donde los prejuicios de la sociedad la sujetaban a estar amarrada a lo que el hombre deseara, sin tomar en cuenta la posibilidad de elección de ella en definir su propio destino.
Teresa busca romper ese esquema para que la protagonista escriba su propia historia, a partir de su independencia y llamativa personalidad que, sin duda, se roba toda la atención porque inevitablemente te hace sentir identificada con su sentir, aunque se tratan de tiempos muy distintos.
El proceso de socialización en su persona la llevó incluso a definir el mundo como “Un banquete de hombres solos” donde el valor por la mujer era casi nulo, el cual rechaza con fiereza y condena a todos aquellos quienes remarcan esa desigualdad.
Por eso es sorprendente, una mujer durante esa época, rodeada de ambientes hostiles debido a la dictadura de Juan Vicente Gómez, donde los protocolos y modales obligan a comportarse como una “dama” sin involucrarse demasiado en temas sociales y políticos, decidiera escribir sobre estos mismos problemas que aquejaban a las féminas venezolanas sin importar su clase social.
Así que por eso tiene elementos tan esenciales, que a la luz del feminismo actual, podría considerarse como una joya de la literatura latinoamericana escrita por y para mujeres con el objetivo de continuar inspirando a tener un alma rebelde.
Por medio de sus textos literarios impulsó la evolución de la sociedad, no solo venezolana, sino también del continente, y dejó evidencia de un antes y un después en muchas de las costumbres y sobre todo en el estilo de vida.