Pepe Cerdá comenzó su carrera junto a su padre, que era pintor y dibujante humorístico, ayudando como pintor de aparatos de feria.
Tras sus estudios, en 1990 decidió instalarse en París, ciudad en la que residió hasta 1998.
Expone regularmente en París, en Basilea (en la Galerie Graff & Schelble) y en Utrecht (en la Galerie Quintessens).
La pintura de Pepe Cerdá es de difícil definición; quizás la constante en su trabajo ha sido la negación de la idea de estilo. Lo más indicado para entenderle creo que es, quizás, escuchar lo que el mismo nos dice:
“No soy un pintor figurativo, no soy un pintor abstracto, no soy un pintor clásico, no soy un pintor moderno. Me importan un rábano la posmodernidad, la ultramodernidad y la retroprogresión. Niego la muerte de la pintura. Me hago preguntas y las intento responder sobre una tela y tensadas en un bastidor. Las cosas artísticas, por otra parte, deben tener algo de sustancia, algo de mágico, de casual o de inexplicable, algo de evidentemente cierto pero imposible de contar de otro modo.
Si además, como es el caso, se trata de pintura, está tendrá que emanar de lo que le es propio: algo que se llama plasticidad, fuerza, misterio, etcétera, que, como todas las cosas que se llaman de muchas maneras, nadie sabe muy bien de qué se trata, pero que se evidencia con rabia al contemplar un buen cuadro en directo. Aspirar a que esto ocurra tan sólo una vez es motivo suficiente para dedicar toda una vida a la pintura. De estas cosas no se habla, ni falta que hace, aunque yo por mi carácter todo me lo tenga que explicar”.
Pues vamos entonces a disfrutar a tope con su obra, ya que como veréis, es un pintor fantástico.
Nos recibe una serie de pinturas dedicadas a los sanitarios, a los que tanto tenemos que agradecer en este y en todos los países del mundo, todos sacudidos por esta maldita pandemia. Y somos conscientes que sin su entrega y dedicación (por encima de sus obligaciones), quizás no estaríamos aquí.
María Estiragues Cerdá (oleo sobre lienzo), que nos traslada un mensaje realmente hermoso. “En medicina escuchamos: Si puedes curar cura. Si no puedes curar, alivia. Si no puedes aliviar, consuela. Y si no puedes consolar, acompaña”, creo que es lo que hemos intentado hacer.
Rubén García Cabo
(Óleo sobre lienzo)
Tiovivo
(Óleo sobre lienzo)
Gasolinera 1
(Óleo sobre lienzo)
La visión que consigue de los campos, creemos que es realmente extraordinaria…
Luz de tarde
(Óleo sobre lienzo)
Bosque de Borce
(Óleo sobre lienzo)
Y vemos, sentimos a estos seres humanos…..
José Antonio Arruebo
(Óleo sobre lienzo)
¡Qué envidia de chuletón!
Jesús Lozano García
(Óleo sobre lienzo)
Mari Carmen Hernández
(Óleo sobre lienzo)
Carlos Gaspar Alba
(Óleo sobre lienzo)
Chopera
(Óleo sobre lienzo)
Nubes pasajeras
(Óleo sobre lienzo)
Soto de Buñales 1
(Óleo sobre lienzo)
Charcos
(Óleo sobre lienzo)
Carretera de Lescún
(Óleo sobre lienzo)
Salud y trabajo.