Top 5 poetas para inspirar

A pocos días de celebrarse la fecha de celebrar a todos los poetas que ha dado luz al mundo, desde los ocultos, anónimos, revelados y emblemáticos, es importante destacar algunos que pese haber escrito en reiteradas ocasiones sobre premisas similares, no figuran en la lista hasta ahora. ¡Grandes poetas están en dichas letras! Los cuales también se desempeñaron como figuras políticas en algún momento y apoyaron las ideas revolucionarias de la época.

Lo cierto es que hay una inmensa lista de escritores que podría compartirse, así que se ha elegido de todo un poco, variando entre géneros y también estilos que pueden agradar a muchos, pues, sus obras son a grandes rasgos muy excelentes, resultando lógico porque se consagraron como los personajes más importantes en el mundo de la literatura, tanto hispana como inglesa.

Mario Vargas Llosa

Se refieren a su persona como una de las figuras fundamentales del género en los años 60. Pues, sus obras rompían con la narrativa tradicional al asumir innovaciones extranjeras y adaptarlas a un monólogo que enganchó a todo un continente, pues, su pluralidad de puntos de vista o la fragmentación cronológica, denotaban un profundo y crudo realismo que es el favorito de muchos.

Este novelista peruano compartió numerosas reflexiones y críticas a lo largo de su carrera, haciéndolo ganar el Nobel de Literatura en 2010, llevándolo a convertirse en una inspiración para los artistas emergentes. Además, en el terreno político, su ideología fue mutando progresivamente, pues, sentía un notorio rechazo por la dictadura y en su juventud acunó la añoranza de la democracia.

Sin embargo, pasó de un explícito apoyo a la Revolución cubana del Che Guevara y Fidel Castro hasta un progresivo distanciamiento del comunismo, llegando a la ruptura definitiva, lo cual no sucedió con García Márquez, quien se mantuvo activamente pese a la adversidad.

Pablo Neruda

Este poeta de Chile obtuvo el premio Nobel de Literatura en 1971, un poco más atrás en la línea de tiempo. Pero, la juventud le regalaría su obra más leída en la historia de la poesía: de Veinte poemas de amor y una canción desesperada (1924), ya que lo escribió a los veinte años. Derramando ese sentimiento apasionado y abrasador, Neruda también expresó el sinsentido del hombre y del cosmos en Residencia en la tierra (1933-1935), para construir una nueva fe desde el compromiso político en la épica del Canto general (1950).

De ahí que, se mantuvo receptivo a las innovaciones estéticas que surgían con las épocas, su producción incluyó multitud de libros además de los citados, reflejó las sucesivas tendencias en la lírica de lengua española y ejerció una fuerte influencia en poetas, especialmente en su país que acumulaba una variedad en cuanto movimientos culturales.

Sobre su carrera política, en 1939, Neruda ingresó en el Partido Comunista de Chile y su obra experimentó un giro hacia la militancia política. Por lo que su cargo de senador y el recibimiento de su premio sucedió al mismo tiempo, donde utilizó el discurso de agradecimiento para denunciar los abusos y las desigualdades del sistema.

Gabriela Mistral 

Además de Neruda, Chile vio a Mistral, quien formó parte de esas poetas inclinadas a una expresión mucho más sencilla y humana, cercana al lector, captando intensidad a través del desarrollo de su estilo. Por tanto, manifestó un corazón lleno de amor hacia aspectos de la vida que tal vez muchos otros habían olvidado o pasado por alto.

Los niños, la historia, su propia tierra y también cuestiones religiosas, formaron parte de sus versos. Como es el caso de su obra titulada “Tala” publicada en 1938, que es considerada una de sus obras más importantes y reafirmó valores del indigenismo.

Aunque eso no la limitó a quedarse estacionada en un mismo sitio, pues, era diplomática y realizó diversas giras por Europa, Estados Unidos y Latinoamérica, expandiendo sus horizontes. Asimismo, sería en 1945 cuando Gabriela Mistral recibió el Premio Nobel de Literatura, convirtiéndose en la primera concesión a una escritora en lengua española) y en 1951 el Premio Nacional de Literatura de Chile.

Edgar Allan Poe

Para lograr un contrapeso, está Poe, quien cultivó la literatura en el género de terror y escribió inquietantes piezas que tienen la tendencia a dejar un sabor amargo luego de leerlas. Además de ser uno de los más populares en dicha temática, dio nacimiento al relato policial y la ciencia ficción; pero, sobre todo, revalorizó y revitalizó la figura del cuento, demostrando su relevancia.

En algún punto de su vida, tras experimentar la tragedia y los vicios, abandonó por completo el concepto de lo romántico que podía manifestar en sus textos, al encontrar inspiración en una escritura mucho más reflexiva, meditada, incluso gris y que diversos críticos calificaron como una dirección totalmente distinta a la que tuvo en sus inicios.

Emily Dickinson

Esta poetisa estadounidense cambió el curso de la literatura femenina con su sensibilidad, misterio y profundidad, llevándola a ser una de las escritoras más famosas de habla inglesa. Pues, expresó una gran soledad, siempre refiriéndose a que prefería soñar con el amor e imaginarlo, que atreverse a tenerlo y resulta tan interesante que inmediatamente lleva a los curiosos a leerla.

Por otro lado, algunos de sus poemas reflejan la decepción que sufrió por un amor, y la ulterior sublimación y trasvase de ese amor a Dios. Así que se encuentra con una escritura bastante melódica y precisa, estableciendo un balance entre su intelectualidad y sensibilidad femenina que resulta una combinación atrapante.