3 Princesas de Disney que rompen el estereotipo
Así como hay historias machistas y princesas indefensas, Disney cambia la fórmula con estos personajes que se empoderan.
Disney ha dado un montón de historias que, pese al transcurso del tiempo, se volvieron emblemáticas para distintas generaciones que disfrutan de dicho contenido. Pero, en la actualidad se tachó de machista y de incitar a la permanencia del patriarcado a través de conductas y tendencias que, de una u otra forma, propiciaban la desigualdad. En este apartado encontrarás las princesas más feministas e historias empoderantes de esta categoría.
De esta forma, hay que poner el ojo especialmente en las narrativas más consumidas y populares, que son los cuentos de “princesas”, ya que ellos poseen un gran “cortejo” en el cual se encuentran todos estos personajes símbolos de la feminidad y también la lucha por cumplir sus sueños. Así que el dilema estaría encaminado hacia esa premisa: ¿hasta qué punto dichos caracteres abrazan su feminismo y se apoyan en su independencia para lograr los objetivos que aspiran?
Además, es en el caso de las películas más viejas que se encuentra esta clase de “vacío”, porque las féminas solo se enfocan en la aparición de este príncipe azul, del cual se enamoran y rápidamente deciden recurrir a comportamientos que, por lo general, ninguna mujer en su sano juicio, haría en la realidad. Sin embargo, ahí están y son un ejemplo para la audiencia más joven, que es la que tiende a ser más “influenciable” al no tener un criterio más afinado y desarrollado.
En la villa del mundo hay de todo, así como se encuentran personajes femeninos que son terribles y no hay nada que envidiarles, también hay unos que destacan por sus esfuerzos al mantenerse de pie en un mundo gobernado por hombres y sus ideales, para ser escritoras de su propio destino.
Mulán
Es una de las favoritas del público, por supuesto, ya que además de ser de origen chino, es un claro ejemplo de la igualdad de género, porque no le importan las imposiciones sociales y contra todo pronóstico, decide acudir a la guerra en reemplazo de su padre para traerle honor a la familia, acudiendo al recurso de disfrazarse de hombre para ello.
Así que se enlista en el ejército del Imperio para librar a su anciano y cansado padre de acudir a la guerra, viéndose enfrentada a una realidad que era bastante imponente: no tenía lo que se necesitaba físicamente para permanecer y luchó por demostrar su valía, aprendiendo del General Chang, y venciendo los retos que se le fijaban.
Por ello, su esfuerzo por demostrar que las mujeres pueden ejercer el mismo papel que los hombres llega a convertirla en una heroína capaz de salvar a su país, dándole el reconocimiento y la gratitud del emperador. Asimismo, su valentía es mucho más fuerte y le es profesado el mismo respeto pese a su género.
Mérida
En esta historia, Disney muestra una realidad: el matrimonio concertado y como la irreverente princesa Mérida sale victoriosa de esa situación, ya que se negaba a ser tratada como un “trofeo” el cual ganarse a través de la competición en unos juegos por su mano y reclamar el liderazgo de las tribus hermanas.
Además de este desafío, Mérida también rompe con los estereotipos de género, comportándose durante toda la película como un muchacho en un campamento de verano. Y no solo eso: su talla y su físico no se adaptan en absoluto al modelo al que Disney había tomado en todas sus historias, de ahí que fuera tachado de “poco estético” y “salvaje”.
Moana
Una de las premisas más inspiradoras de esta historia es el pensamiento de Moana, el cual se centra en “cuán lejos va“, porque quiere llegar donde nadie lo ha hecho, salvando a su pueblo de la destrucción en el proceso y convirtiéndose en una asombrosa líder para la comunidad de la cual debe hacerse cargo.
Aquí no solamente está la ausencia de un príncipe, también Moana se enfrenta a los problemas de inseguridad que tiene consigo misma y no da su brazo a torcer, porque sabe que su deber. Aunado a ello, lo hace con toda la lealtad y el corazón posible, sin ser una “carga”.
Extra: Esmeralda
Aunque muchos no la consideren miembro de ese cortejo de la realeza de Disney, es un auténtico icono feminista: porque, desde el principio de su historia, sufre una gran discriminación por ser gitana y lucha contra injusticias sociales como la pobreza o la marginalización de las minorías que vive su pueblo. Todo esto, sin dejarse intimidar por un enemigo que parecía ser más grande que ella misma: el clero.
De ahí que, el Jorobado de Notre Dame, varios críticos se atreven a decir que es una de las películas más crudas y oscuras de Disney, sacando a relucir problemáticas de épocas pasadas que estaban ligadas a conductas un tanto… extrañas y que muchos no entendía por su escasa edad.
Lo cierto es que Esmeralda estaba cerca de pasar por el filo de la espada, ya que el villano de la historia, Frollo, quien es un juez que representa un montón de pecados, entre ellos: la lujuria desenfrenada que sentía hacia la gitana y sus ansias por poseerla. No obstante, al final ella triunfa, puede amar a un hombre que la ve y le comparte su amor por su esencia de mujer libre, luchadora y justiciera.