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Guía para saber si eres un “onvre”

El término "onvre" se volvió parte del lenguaje utilizado por el feminismo, por ello, aquí te ayudamos a identificar a uno.

En la actualidad, el feminismo se ha expandido exponencialmente, consiguiendo una gran difusión y conquistando espacios que antes eran inimaginables debido a las costumbres machistas, misoginia interiorizada o preceptos retrógrados que predominaban en las distintas esferas sociales. Así que esta es una guía para saber si eres un “onvre”, o como detectar a uno a simple vista.

Pero, después de luchar tanto, han habido notorios cambios en beneficio de las nuevas generaciones emergentes que se encuentran con dimensiones y contextos cada vez más inclusivos. Especialmente producto del activismo, el internet y la avalancha de información que expone de qué se trata el movimiento, cuáles son los objetivos, y lo más relevante: lograr la igualdad entre ambos géneros.

De ese nicho han nacido diversos conceptos utilizados no sólo en el desarrollo de la teoría feminista, sino también de los foros web que parodian o ironizan algunos conceptos específicos. Creo que, al menos una vez, los internautas se encontraron con el término “onvre”, que se popularizó a raíz del shitposting (o contenido humorístico “basura”, que si bien es de baja calidad todavía sigue siendo gracioso).

Es onvre, no hombre

Para dar mayor contexto, es necesario resaltar que según varios sitios feministas de donde nació la idea, explican que aparece al quitar la ‘H’ de honorable, la m es sustituida por una ‘N’ por necio y la ‘B’ se convierte en una ‘V’ por violento, las cuales son características totalmente de lo que es considerado un machista o misógino.

Hasta la fecha, la Real Academia Española (RAE) todavía no reconoce la palabra dentro de su lista lingüista, su empleo sigue traspasando fronteras verbales entre colectivos y la misma sociedad; especialmente en movimientos feministas o sitios de internet. Pero eso no ha impedido a los usuarios masificar su utilización.

Si bien es empleado muchas veces como manera despectiva hacia algunos varones, principalmente está tomado para “burlarse o mofarse” de aquellos individuos pertenecientes al género masculino que se ridiculizan debido a sus ideas arcaicas y absurdas.

Y sí, entre ellos están los que hacen chistes sobre que “las mujeres deben estar en la cocina, haciendo unos sandwiches” o “las mujeres son el sexo débil, además de las distintas facilidades que les da el sistema patriarcal“, en fin… tantos comentarios que no hace falta mirar dos veces para reconocer que son sinsentido.

Para saber si eres un “onvre” o si quieres detectar alguno sin la necesidad de cruzar muchas palabras con él, aquí te traemos una serie de pasos sencillos e infalibles para que identifiques una potencial disputa y que tu huida sea rápida.

  • Son los típicos “machitos”, muchas veces no lo saben o simplemente no lo quieren admitir, porque están aferrados a las costumbres que le son inculcadas, las cuales pueden ser bastante erradas.
  • Tienden a afirmar que son de mente abierta, pero también están seguros de que todas las mujeres les deben tiempo y atención, o que están obligadas a corresponder sus sentimientos en caso de que profesen una atracción o cortejo hacia ellas.
  • Les encanta responderles a mujeres y llevarles la contraria sobre lo que sea porque “se ponen como locas, así que es divertido sacarlas de quicio“. Pues, si te topaste con este espécimen, sal corriendo y no pierdas el tiempo.
  • Suelen ofenderse o enojarse cuando alguna de estas mujeres le responde de forma asertiva y también cuando los ignoran, así que adoptan una conducta agresiva.
  • Tienen muchas dudas sobre el feminismo, pero se niegan a leer libros o artículos sobre el tema, así que se quedan con el conocimiento vulgar y repiten ideas que le escucharon al chofer del bus.
  • Suelen usar la frase “ni machismo, ni feminismo, igualismo“. ¡Esta es la peor de todas!

Y si encontraste alguno que cumpla el estereotipo, lo mejor que se puede hacer es no perder el tiempo con personas que evidentemente no quieren aprender ni escuchar. Sin embargo, eso no es una “batalla perdida” porque muchas cosas positivas se están logrando desde diferentes ámbitos.

¡Ten a la mano esta guía!