El color de la pobreza en Colombia
El caso granadino es uno de los más emblemáticos en la región, por contar con una gran brecha en lo que a oportunidades de ascenso social y color de piel se refiere.
Una de las grandes deudas sociales que tiene el continente latinoamericano con sus ciudadanos es la acentuada diferencia clase-color que aún existe. Colombia no es la excepción.
De hecho el caso granadino es uno de los más emblemáticos en la región, por contar con una gran brecha en lo que a oportunidades de ascenso social y color de piel se refiere.
Las poblaciones negras de ese país, suman el 15 % de la población total. Están asentadas generalmente en las cercanías de las márgenes urbanas y periurbanas, concentrándose principalmente cerca de las zonas de producción minera, pesquera y agrícola.
En esas zonas económicas, los determinantes de la pobreza juegan un papel esencial en cuanto a las dificultades para poder lograr resolver las contradicciones materiales de esos brutales cordones de miseria.
Ahora bien, una de esas razones menos evidentes pero más complejas las hallamos en los procesos identitarios que precedieron la conformación de la población del país latinoamericano. La presencia hoy día de altos índices de racismo y baja movilidad social, descansa en ese tejido invisible que aún pervive en la subjetividad del ex virreinato.
La colonia
Una de las tareas que trajo consigo el proceso de colonización, fue la necesaria implantación del pensamiento eurocéntrico en la subjetividad de los territorios colonizados para su apropiación.
Esta subalternización del otro, como parte estructural de la biopolítica ejecutada en las colonias, pasó por un increíble proceso de descrédito y eliminación de saberes ancestrales que empujó hacia el último eslabón dentro de la jerarquía colonial a los pueblos originarios negros.
Este proceso histórico, ha sido uno de los más terribles y desoladores que haya vivido la humanidad, la vergüenza étnica, la inoculación y la enajenación sembrada en nuestros pueblos es una de las aventuras más brutales que se haya presenciado.
La raza
La llegada de los colonizadores y, el desarrollo de la razón moderna en los nuevos territorios, sentaron sus bases interiormente a partir de la incorporación de la raza como factor definitorio de las estructuras sociales en las nuevas colonias. Este patrón clasificatorio se encargaría de definir patrones de conducta e incluso la estructura política de la América hispánica.
Esta gran imposición de la racialidad, traería el blanqueamiento como política de dominación, no sólo de las estructuras político administrativas, sino también las formas de pensar y ver el mundo, dejando a un lado toda la pluriversidad existente en la América pre colonial.
Al ver y tratar de comprender la realidad colombiana, es importante incorporar este elemento en el análisis. Es por ello que, la presencia de Francia Márquez, es un fenómeno que señala posibles rupturas con lo establecido, son más de 500 años los que han tenido que pasar para que una mujer como ella lograra materializar esta posibilidad.
Volviendo a la lógica de la colonia, esta jerarquización basada en una diferencia biológica la define Abreu cuando nos habla de la racionalidad moderna que incluye en su pensamiento una perspectiva de los habitantes del continente descubierto, en sus propias palabras.
“(…) Al aborigen se le consideró, sin mayor profundidad en la razón, como hombre pasivo, como el prototipo de una situación de barbarie, frente al cual, el europeo se erigía en el portador de todos los derechos para imponer sus patrones de vida que él consideraba superiores”.
Lamentablemente, hoy en día nos topamos aún con parte de esta estructura instaurada en la subjetividad de estas minorías. En el caso colombiano, ser un virreinato le imprimió con mayor ferocidad estas diferencias de clase color.
El posible cambio hacia el progresismo por primera vez en el país granadino a través de los próximos procesos eleccionarios, en parte se asienta en la posibilidad real de construir una nueva manera de hacer política desde la base social colombiana.