De VOX y otros menesteres
A pesar de la variopinta flora y fauna con la que cuenta la derecha española, es importante decir que por ahora el partido menor es el más recalcitrante.
A pesar de la variopinta flora y fauna con la que cuenta la derecha española, es importante decir que por ahora el partido menor es el más recalcitrante. Si, VOX. Has adivinado.
Sin embargo y a pesar de ello, se hace tarea impostergable asumir una posición crítica y activa ante un posible crecimiento tanto de sus fuerzas como de su penetración en la sociedad española.
Sus líderes
Como es por la mayoría de nosotros conocido, los liderazgos de este partido, al igual que los demás congéneres con los que hace casa aparte la ultra derecha populista europea; tienen una relación muy estrecha con una burguesía conservadora que está siempre a la búsqueda del eterno outsider capaz de aligerar sus cargas desde el escenario político.
Los amos del valle, siempre han necesitado representantes que hagan las veces de sus sombras, que como en el boxeo se hace necesario para no llevar los golpes directo a la cara.
Estas sombras, perdón representantes, encuentran en VOX un espacio fértil para crear una agrupación inteligente, preparada, pulcramente técnica y camuflajeada con términos de carácter social aprendidos de tanto repetir.
En el caso VOX, el discurso que acompaña esta tolda política, ha logrado calar en una minoría principalmente regionalista que ve en las promesas de construcción de un Estado más estable y respetable; un mejor porvenir, partiendo para ello de un proceso de reinstitucionalización de viejas y nuevas prácticas, concebidas con el fin de revigorizar viejas formas de vida que aún perviven en el imaginario colectivo español.
Sus discursos
En el discurso de estos hombres y mujeres, podemos encontrarnos con elementos que perfectamente vemos redundar en Francia, Hungría, Italia en fin, en todos esos reductos que en cada elección parecieran reconfigurarse.
Esta clara formación de corte neofascista, salida a todas luces de la burguesía y que ha nacido para enfrentarse a la crisis en la que ha sumergido el “Comunismo gobernante” a la gloriosa España; cuenta con todo un arsenal de estas armas poderosas que encontramos en las palabras.
Las elecciones en Andalucía, le han permitido tomar aire para nuevamente hundirse en la idea fuerza que les acompaña en lo no visible, en lo que algunos llamarían agenda oculta. Tomar los factores más disruptivos de la vida diaria de los españoles, a saber, desempleo, migración, altos costos, precarización salarial, violencia social, okupas entre otros.
Tomarlo con la simple razón sensible de utilizarlas contra ellas mismas. Muchos de sus seguidores pertenecen a una base social desfavorecida socialmente.
Ya nos dirá el futuro si después de ganar algún escaño o puesto de mayor jerarquía seguirán de la mano de sus contrarios de clase.
Esto con la idea de ir polarizando segmentos importantes de la población votante. Como todo partido que busca participar en la arena política, para hacer parte y base de los destinos de la nación ibérica. Lamentablemente, la presencia de este grupo, sólo demuestra la decadencia política y electoral en la que bucea la derecha española.
Ideas nacionalistas, acompañadas de frases populistas mal cocidas, demuestran un retroceso fáctico del sistema y con él, el de la Europa del siglo XXI. El retorno de estas ideas retrogradas, violentan cualquier desarrollo democrático pacifico.
Un factor alucinante, es la permanencia dentro de sus lógicas de concepciones basadas en ideas de viejo arraigo como el sentido de familia tradicional, patria y nación.