Chile: los puntos en contra de Gabriel Boric
La popularidad de Gabriel Boric desciende, las expectativas creadas por el presidente más joven de Chile, se desinflan.
La popularidad de Gabriel Boric desciende en las encuestas. Los medios internacionales rápidamente se hacen eco de este hecho, con tanta fuerza como enaltecieron la figura del presidente más joven de la historia de Chile.
Su apariencia hipster, su irreverencia, y su trayectoria como dirigente estudiantil le precedían dando esperanzas a una clase política desgastada.
Gabriel Boric llegó para oxigenar a la democracia cristiana y en definitiva, para reavivar a la concertación, después del estrepitoso fracaso de la ultraderecha.
Llegaron a compararlo con Salvador Allende, y de hecho, su identificación con la izquierda quedó certificada en los nombramientos de su gabinete ministerial, que incluye a la primera ministra de la defensa, Maya Fernández Allende, nieta del presidente mártir.
Indefinirse
No obstante, no se puede querer siempre estar bien con Dios y con el diablo.
Algunas de las posturas de Boric, confunden a quienes le eligieron, mientras su aparente debilidad comienza a ser explotada por el sistema dominante, que tiene en los medios sus poderosos altavoces.
Las declaraciones del recién electo Boric contra Venezuela, su desconocimiento tácito al gobierno de Nicolás Maduro, le pasan factura en un escenario regional latinoamericano que vuelve a mirar con ansias al petróleo venezolano, en tiempos de guerra.
Tomar partido a favor de Ucrania en la guerra entre Rusia y Ucrania, y alinearse con los EE.UU., tampoco le suma, en un contexto emergente donde se busca rescatar, desde una mirada antiimperialista, la integración latinoamericana.
Una sociedad compleja
La sociedad chilena es compleja, el ánimo colectivo oscila entre dos extremos, el ultra conservador y el anarquista.
A pesar de que la mayoría chilena quiso romper con todo lo establecido por la dictadura, el marco aspiracional de la clase media alta influye en la opinión pública.
Es el entorno donde la propuesta demócrata cristiana menos revolucionaria puede manejarse, pero debe hacerlo muy bien, porque pronto la ultraderecha la desplaza sobre la base de los mismos argumentos de siempre contra la izquierda.
“La izquierda es incapaz”, “la izquierda es corrupta”, y en el caso específico de Gabriel Boric, entra el asunto de la edad, y la presunta inexperiencia en la tarea de gobernar.
Decepciones
El comunicador chileno de origen mapuche, Alfonso Ossandon Antíquera, señala que el descenso de la popularidad del presidente Boric tiene relación con las expectativas no cumplidas de un sector de la población.
“Los miles de personas que salieron a la calle, prácticamente hartos del modelito, quieren desmontarlo todo, incluso quemarlo todo. Boric aspira a ser un progresismo inocuo, deslavado, cool, y de contención”, afirma Ossandon.
La crisis económica que precede a su gobierno, y los índices de violencia golpean su imagen.
La evasión
Una de las matrices que se impone es que Boric no enfrenta los conflictos de alto impacto. La violencia en la región de la Araucania, una región apartada y poco atendida del centro de Chile, habitada por el pueblo mapuche, representó la primera crisis para el gobierno de Boric.
El presidente envió a mediados de marzo a su Ministra de Interior, Izkia Siches, quien fue recibida con disparos.
A pesar del respeto expresado por el Presidente Gabriel Boric, a la nación indígena mapuche, y a establecer los mecanismos de diálogo, su ausencia fue mal valorada, y aprovechada por los “bots”, de la propaganda de derecha.