El machismo en rostro de políticos
El machismo está presente en famosos, políticos, líderes y diversas personalidades, pero estas frases han desatado polémicas.
Aunque para muchas personas no es visible, porque deciden ignorarlo o simplemente lo han normalizado hasta tal punto en el que no lo distinguen, el machismo forma parte de nuestro día a día y es común que se presente en diversos contextos o escenarios de la vida social.
Creo que nadie está exento de ese tipo de comportamientos o diálogos machistas que por alguna u otra razón están sembrados en nuestra cultura, así que cuando una personalidad reconocida lo dice pueden suceder diversas cosas.
La primera sería: tomarlo como algo normal, nada de lo que escandalizarse; la segunda, reírse o tomarlo como una “broma” porque ese tipo de mofas lo escuchamos a diario y al final “no hacen daño a nadie porque son inofensivos“; y la tercera, es ponerle un alto, reconociendo que está mal y no podemos seguir tolerando comentarios como ese.
Hay muchas personas que han popularizado este concepto llamado “deconstrucción” pero me parece harina de otro costal, por lo que si me dedico a hablar de ello me iría a la tangente… así que vamos al eje central.
¿Cuántas veces no nos ha sucedido que escuchamos frases o cualquier comentario machista que saca de onda totalmente? Porque es algo que suele sucederme a diario, considerando el hecho de que vivo con mi abuelo que es un señor arcaico que se quedó en la época de María Castaña.
Por otro lado, está mi mamá, que aunque está en ese proceso de convertirse en open mind y entender el pensamiento feminista con todas sus aristas, todavía tiene algunas cosillas que arreglar sobre las viejas costumbres que se le inculcaron en un hogar donde la mujer permanecía sumisa.
De ahí que, para mí era normal escuchar eso de “tienes que cocinar, lavar, planchar y limpiar para tu marido, porque de lo contrario no te casarás“, “las mujeres no pueden llegar a casa a altas horas de la noche porque ¿qué dirá la gente?” y cosas de ese tipo que van de mal en peor.
Así que un día me desperte y dije: “no puedo seguir así, tengo que romper el molde y marcar una pauta para las generaciones venideras para que no se vean obligadas a luchar contra estas mismas limitantes que yo tengo“. Por ende, me salí completamente de la regla y ahora me considero feminista.
En ese mismo orden de ideas, me parece importante destacar que esos pensamientos e ideas aunque en un primer momento parecen inofensivas, a largo plazo son letales y construyen ese techo de techo de cristal para impedirnos crecer.
Si bien sé todo esto a raíz de muchas charlas, lecturas, investigación y terapia, para muchas es normal esa creencia de que “debo atender todas las cosas del hogar para que el hombre que se case conmigo esté contento” y eso es ¡terrible! Si estás leyendo esto, y piensas así, déjame decirte que no eres ninguna esclava.
Por consiguiente, es necesario luchar contra esas frases y los sujetos que las disparan como dardos a donde quieran que vayan, algunas figuras que ejercen o ejercieron ciertos cargos de poder también las manifiestan con mucha frecuencia.
Y aquí estamos para derribarlas:
“No tengo días malos porque no soy una mujer” —Vladimir Putin, Presidente de la Federación Rusa.
“No pueden situar a una mujer que está dando el pecho en la misma posición, con las mismas expectativas, que un hombre que no tiene esas responsabilidades. Eso contradice la naturaleza” —Recep Tayyip Erdogan, Presidente de Turquía.
“Si Hillary no puede satisfacer a su esposo, ¿cómo pretende satisfacer a Estados Unidos?” —Donald Trump, expresidente de Estados Unidos.
“Las feministas son mujeres frustradas, amargadas, rabiosas y fracasadas como personas” —David Pérez, Alcalde de Alcorcón.
“Por supuesto que las mujeres deben ganar menos que los hombres, porque son más débiles, más pequeñas y menos inteligentes” —Janusz Korwin, eurodiputado polaco.
Aunque todavía hay muchas más que son terribles de leer, porque provoca enrollar un periódico y golpearlos como si fueran unas moscas —es la imagen que creo en mi mente cuando estoy estresada—, hay unas que podemos repetir para saber que no todo está perdido.
“No podemos tener una revolución que no involucre y libere a las mujeres” —John Lennon.
“La libertad no se puede lograr a menos que las mujeres se hayan emancipado de todas las formas de opresión” —Nelson Mandela.
“La igualdad de las mujeres debe ser un componente central en cualquier intento para resolver los problemas sociales, económicos y políticos” —Kofi Annan.