Primeros momentos de Feijóo como líder del PP
Análisis sobre la asunción de Feijóo como líder del PP y perspectivas para el dirigente y el partido en España.
Uno de los compromisos importantes de todo medio dedicado a la política y su análisis, es asumir la labor de revisar los movimientos y cambios en espacio y lugar de los actores propios y ajenos.
El ascenso a la presidencia de Alberto Núñez Feijóo en la estructura del Partido Popular, con además un casi 99% de los votos; es un dato no menor en el ecosistema español al que hay que prestarle atención.
A dos meses de su investidura, Alberto Núñez Feijóo ha asumido con diligencia la expansión e implementación de los intereses de su partido a nivel municipal, autonómico y nacional.
El PP de Feijóo, como actual némesis del partido gobernante, haciendo las veces de pesos y contrapesos al social demócrata PSOE, tiene como objetivo primero desmarcarse de los errores y desaciertos cometidos por la administración de Pedro Sánchez.
Sánchez y Feijóo
La socavada popularidad del “socialista” presidente ante temas como el Sahara, el manejo de los tributos y pare usted de contar; ha servido de telón de fondo para el primer careo entre ambos hombres del congreso.
El magro resultado obtenido por ambos partidos en la primera reunión sostenida hace ya dos meses entre Sánchez y Feijóo; ha permitido al dirigente del PP poder retomar los grandes temas de interés que han quedado al lado del camino, luego de la primera reunión en la Moncloa.
Feijóo, de pausadas pero firmes maneras, ha tratado de imprimir tanto en su discurso inicial como en el primer eslabón de la cadena que conduce a las elecciones nacionales, a saber, Andalucía; una marca que logre asociar neutralidad y gestión técnica en el imaginario colectivo.
Es por ello que, a pesar del escenario híbrido de Castilla y León donde ha tenido que pactar con los verdes de Vox; su impronta busca más bien alejarse de los extremos con la firme intención de cultivar interés en los votantes descontentos que pretenden encontrar en la neutralidad tecnocrática un falso refugio.
Y decir falso, es asumir una postura crítica ante un partido que desde su pretendida imparcialidad ha sabido bien gobernar a espaldas de las grandes mayorías.
Andalucía
Desde su serenidad ha comenzado a lanzar elementos que solo han servido para desenmascarar a un hombre que como Pedro Sánchez tiene un mínimo o poco interés en resolver los verdaderos problemas de la gente común.
Andalucía es solo el atisbo de lo que pretende construir Feijóo y sus partidarios. El posible triunfo de Juanma Moreno, candidato a la presidencia de la junta andaluza, suscrito a pie juntillas al estilo de centro derecha ecuánime, desapasionado y justo al que seguramente recurrirán con feroz frecuencia; es solo el principio.
La izquierda española tiene el gran compromiso de parar toda intención camaleónica dirigida a confundir, a suavizar el golpe.