Ecuador: Lasso arrinconado por los ponchos
Lasso no ha escuchado aún la voz del pueblo del Ecuador que exige cambios profundos en la política y economía nacional.
Lo cierto es que ni en las más oscuras horas de las dictaduras militares de los años 70 se había sufrido una represión tan grotesca y grosera como ahora en Ecuador. El país es un polvorín incendiado, las carreteras bloqueadas, las ciudades tomadas, el transporte paralizado, los mercados desabastecidos, y la solución que ha propuesto Lasso y los miembros de su gobierno es entablar un diálogo para encontrar soluciones, pero por otro lado envía a las fuerzas armadas y la policía a reprimir al pueblo que se manifiesta pacíficamente en las calles.
Lasso, a cuenta gotas, va generando cuatro decretos dizque para “contentar” a los que protestan –con una visión así de corta- sin saber que lo que se haga desde el gobierno afecta a TODOS los Ecuatorianos. Se le ha pedido bajar y congelar los precios de los combustibles en 0.40 centavos; sin embargo, a pesar de los altos precios del petróleo actual, se ha negado a conceder esta petición y solo ha concedido una rebaja de 0.10 centavos; nada ha dicho el gobierno tampoco sobre la derogatoria del decreto 151 que apenas acepta reformarlo, aunque ha aceptado derogar el 95 ambos decretos hacen referencia a la explotación minera/petrolera en la Amazonía.
Después de un primer intento de “diálogo” luego de varias horas de conversación, se concedió un receso para que los enviados de Lasso: el ministro de gobierno y el secretario de la administración pública, puedan consultar sobre la respuesta que debían dar a los dos primeros puntos de las peticiones del pueblo levantado. Aprovechando el receso, los funcionarios salieron y no volvieron más.
Con tremendo mensaje no se puede esperar que -luego del tan cacareado diálogo a la primera de bastos salgan corriendo en un arte cínico de una burla nivel apocalíptico-, se pretenda endilgar al dirigente de las nacionalidades indígenas que no quiere sentarse a dialogar, no sabemos en qué termine, ya que según las notas de prensa, el lugar donde se llevó a efecto la reunión, ha sido rodeado con fuerte presencia militar y policial.
Lo que piden en resumen en esta primera tarde de reunión son dos cosas, rebaja del precio de los combustibles gasolina extra y ecopaís a 2.15 por galón y el diesel a 1.50 por galón y el otro tema es la derogatoria de los decretos que atentan contra el medio ambiente, la flora y fauna y sobre todo las etnias amazónicas.
Ante ese pedido concreto y específico, los ministros han dicho que no tienen capacidad para responder esas peticiones. Sin embargo, al inicio manifestaron que llegaban en representación del gobierno con plenas facultades de negociación. Una mentira más del Gobierno, aparentemente con esto quedaría roto el diálogo, al menos por ahora.
Lasso no ha tenido la capacidad ni la visión política de reconocer el grito del pueblo frente al abandono, ha minimizado la grave situación que vino alimentando desde el primer día de su mandato, y cada vez que le ha surgido aquí, allá y acullá un pequeño incendio, lo ha querido apagar echando más gasolina sobre las llamas.
Al final de la tarde, y con el rabo entre las piernas volvieron como el perro arrepentido el ministro de gobierno y el secretario de la administración, acompañados del secretario jurídico de la presidencia, a seguir ofreciendo “el oro y el moro” en una suerte de discurso divagante, pero son solo eso, ofrecimientos y no respuesta concretas, eso sí, como ha sido la tónica permanente, la final amenaza del uso progresivo de la fuerza.
Las horas de este nefasto gobierno están contadas, sino por la destitución que se tramita en la Asamblea, ora por la revocatoria del mandato presentada en el CNE, ora por la presión social que hasta ahora lidera Leonidas Iza Salazar en la Presidencia de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador.