EE.UU. vuelve a Venezuela: la razón, el petróleo
La guerra entre Ucrania y Rusia ha acelerado los procesos de negociación de EE.UU. con el gobierno de Venezuela.
El 27 de junio el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, anunció la segunda reunión del país caribeño con el grupo enviado por la administración Biden.
Esta sería la segunda visita que hace la delegación norteamericana a territorio venezolano luego de suspenderse las conversaciones en México donde la agenda dispuesta era precisamente discutir el tema de abrir espacios democráticos y llegar acuerdos entre los diferentes actores intervinientes del escenario político actual venezolano.
En las declaraciones del Presidente Nicolás Maduro se recogió la siguiente información: “Jorge Rodríguez (presidente del Parlamento) a esta hora está recibiendo a una delegación del Gobierno de los Estados Unidos, una importante delegación del Gobierno de Estados Unidos que ha llegado a Venezuela hace dos horas”.
De igual manera anunciaba la “continuidad a las comunicaciones iniciadas el 5 de marzo y para darle continuidad a la agenda bilateral entre el Gobierno de EE.UU. y el Gobierno de Venezuela”.
La agenda
El tema principal de ambos países sin duda es el energético. Venezuela cómo país exportador ha visto reducida su capacidad de producción debido al bloqueo impuesto por los EE.UU. a sus productos minerales.
La razón
Hasta hace algunos años Venezuela siempre significó para los Estados Unidos un abastecimiento seguro de petróleo barato y de excelente calidad.
Sin embargo con la llegada de Hugo Chávez al poder, las relaciones entre ambos países se vieron enturbiadas como consecuencia de la infame imposición norteamericana de sus intereses sobre los intereses del pueblo venezolano y del gobierno legítimo.
Con la llegada de Nicolás Maduro al poder estas diferencias se vieron reproducidas llegando al punto en el que el bloqueo limitó sensiblemente la vitalidad del país petrolero.
Sin embargo, en el actual escenario internacional de profundización de las acciones militares de Putin contra Ucrania; el impacto de estas a la economía europea y mundial han hecho reconsiderar a Venezuela como lo que siempre ha sido un excelente productor de petróleo, a escasas dos semanas en barco de las costas norteamericanas.
Venezuela como país petrolero, también tiene sus intereses sobre la mesa. El gobierno venezolano legítimamente establecido necesita ampliar su esfera de acción hacia afuera; ha logrado ciertamente consolidar la gobernabilidad al interior del país, sin embargo necesita de la liberación del bloqueo para poder expandir sus capacidades económicas geopolíticas en fin poder actuar con libertad.
Esta segunda reunión significa la sostenibilidad de la intención tanto del gobierno norteamericano como del gobierno venezolano de seguir encontrando, hallando puntos y elementos comunes que permitan no solo construir una agenda sino dar pasos firmes para la consolidación de una solución oportuna y pronta; no sólo a las diferencias entre ambos países sino a la resolución de las medidas criminales impuestas contra la economía venezolana que al final quiénes las sufren son los pueblos.