OTAN, nuevo concepto estratégico: el retorno de la Guerra Fría
Entre otros resultados, la cumbre de la OTAN realizada en Madrid ha dejado claro su nuevo concepto geoestratégico.
Llega a su fin la cumbre de Madrid que acogió durante dos días a los actuales miembros de la OTAN y a los porvenir, a saber, Suecia y Finlandia; salvando las diferencias y veto de Turquía.
Este primer punto trae ya consigo un elemento innovador, dentro de la nueva gestión que se está gestando desde el mismo momento en el que se planteó y publicó el nuevo concepto estratégico construido al calor de las conversaciones realizadas en la capital española.
En este sentido es importante decir que uno de los resultados obtenidos ha sido la ampliación próxima de las fronteras de la OTAN con la incorporación plena, posiblemente a finales de año o a principios del año 2023, de los dos países mencionados al principio.
Varios puntos a destacar en segunda instancia; el más resaltante es la diferencia entre el concepto estratégico construido durante la cumbre, acerca de lo que se va entender desde ahora por seguridad, y la nueva relación de la OTAN con países como Rusia y China.
Lo geoestratégico
En el caso de Rusia, a diferencia del concepto esgrimido hace 10 años por la misma organización en la que se le consideraba como un socio estratégico dador seguro de energías necesarias para la economía capitalista europea; hoy día y como consecuencia inevitable del actual conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, se ha declarado en el último papel de trabajo (documento concebido en once paginas), a Rusia como un problema para la seguridad de los países miembros de la organización.
La nueva guerra fría
En un giro copernicano, la OTAN nuevamente, y cómo lo hizo hace 70 años, mira a Rusia como su enemigo vital, cercano, brutal.
Dado este cambio geopolítico, el nuevo concepto estratégico que se dio para sí misma la OTAN durante estos dos días, y que acompañará a la organización en los próximos diez años; anuncia ya su posición firme contra el crecimiento o la expansión de Rusia en el territorio de interés europeo.
Otro tanto ha anunciado con relación al dragón durmiente, China; dada la afiliación con Rusia y sus intereses económicos de expansión y colonización de las redes de comercialización mundial.
El 2%
Uno de los acuerdos importantes a los que se llegó durante estos dos días por parte de los miembros activos, ha sido el uso de los presupuestos y material y recursos de los países miembros con relación a sus instalaciones militares, formación y armamento.
En este sentido se ha llegado a la conclusión de que debe hacerse una inversión de al menos un 2% para la sostenibilidad del proyecto militar, con miras a los siguientes diez años.
La gran apuesta de la OTAN no solo es en el armamento físico, también convoca a sus miembros a la conformación de equipos y planes dirigidos a la consolidación de empresas e industrias que trabajen con la inteligencia artificial, la ciber tecnología y la construcción de sistemas de seguridad de último desarrollo en I+D.
En fin, pareciera que los tiempos de paz y sin armamento atómico están llegando a su final.