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Miss Overthinking: El mal de una generación

Alguna vez debiste haber escuchado de alguien que piensa demasiado, pues, aquí te presento el Overthinking y porqué nos afecta tanto.

Aunque antes no había una “denominación acertada”, ahora ha surgido un término que hace referencia a un problema que a diario vemos en otras personas, e incluso en nosotros mismos, que es el Overthinking.

Muchos se preguntarán porque titulé el artículo “Miss Overthinking” (o para nuestros amigos que no saben ni 0 de inglés, se refiere a “Señorita Pienso Demasiado”) y es que en los últimos meses, he estado dándole mil vueltas a la mayoría de las cosas que pienso, cosa que aumentó con el confinamiento por la pandemia.

No importa sobre qué tema sea, pero la nube de pensamiento se hace inmensa y es mucho peor cuando se trata sobre la universidad, el trabajo, cuestiones familiares o amorosas. Pero antes de ahondar en esto, veamos a lo básico, qué es y cómo se presenta.

Pues, nuestra efectividad depende básicamente de la capacidad de gestionar nuestra atención, y ser víctima del Overthinking nos lo impide.

A todos nos pasa que nuestra mente se nos revoluciona constantemente, llevando a ese estado mental de “overthinking” que nos dificulta el que seamos capaces de concentrarnos en lo que estamos haciendo.

En otras palabras, el Overthinking te lleva a analizar y repetir los mismos pensamientos una y otra vez en lugar de realizar cualquier acción, generando un círculo vicioso que provoca ansiedad, nerviosismo y preocupación que es bastante dañino.

Ante este pensamiento excesivo, también nos encontramos con emociones mal gestionadas, ya que tendemos a poner en duda cualquier cosa que decimos o hacemos, recordando errores que hayamos cometido en el pasado, y que creemos que persistiremos en ellos.

Esto nos coloca en una posición de miedo, suposición e incertidumbre, ya que nos resta la seguridad que tenemos en nosotros mismos y en nuestras certezas, así que nos lleva a perder el control de los pensamientos, ejerciendo cierto tipo de presión de la cual es difícil salir.

Es decir, se van eliminando las posibles soluciones o las opciones lógicas para acabar con el problema, porque estamos concentrados en engrandecer más la cuestión que estemos pensando.

Por otro lado, hay quienes afirman que el overthinking se debe a dos aspectos básicos como: el miedo al fracaso o la necesidad de controlar todo.

Y ciertamente es un gran aliado del estrés, ya que al lidiar con esta situación, la persona estará expuesta a desencadenar ansiedad y depresión, porque los sentimientos de preocupación se gravan y llega el miedo, la tristeza y la falta de esperanza.

¿Y la musa? Se me escapó

En la mayoría de los casos, para aquellos que trabajamos de la mano del ingenio y la creatividad, hemos experimentado en algún punto de nuestras carreras que se nos va la musa.

Como si de pronto no supieras qué hacer, de qué forma hacerlo, porque simplemente o te sale… tu cerebro deja de funcionar y todo lo que haces no te parece suficiente, así que empiezas a sobrepensar.

¡Lo que termina peor! Porque crees que perdiste la creatividad, cuando realmente necesitas dejar ir lo que sientes, que los procesos cognitivos fluyan con libertad y puedas expresarte a través de tus actividades.

Además, es importante recordarte que el Overthinking mantendrá a tu musa alejada si estás padeciendo de alteraciones del sueño, porque tu cerebro se desconectará hasta que decidas “bajarle dos rayas” a tu comportamiento.

¿Cómo me quito la corona del Overthinking?

Pues, si ya quieres deshacerte de esa mala costumbre que te está poniendo el mundo de cabeza, es esencial que evites suponer cosas o hacer conjeturas sobre el desenlace de un problema o la reacción de una persona.

Así que intenta pensar en cosas más agradables y positivas sin pulsar el botón de pánico cada vez que alguien te dice: “tenemos que hablar”.

Y si estás delante de una problemática, no te quedes pensando en ello, ya que puedes utilizar pensamientos constructivos para evaluar posibles desenlaces de manera objetiva y sosegada que ayude en dicha circunstancia.

Pero, uno de los aspectos más importantes, es que si quieres vencer el Overthinking, debes centrarte en el presente, dejando atrás el pasado y mirando, sin apresurarte o angustiarte por lo que no ha llegado, que es el futuro.