Feijóo enseña la patita del fracking
El Partido Popular, de la mano de su líder Alberto Núñez Feijóo, ha decidido cambiar de estrategia política y mirar al fracking como una salida al tema de la crisis energética.
Desde hace un año, su abstención ante la reforma de la Ley de Cambio Climático y Transición Energética, ya allanaba el camino para lo que han sido las palabras del Alberto Núñez Feijóo, líder del Partido Popular, ante la propuesta nacida al calor del recrudecimiento de la guerra entre Rusia y Ucrania. Y con ello, por supuesto, su impacto en la economía europea.
Estas ideas expuestas, vienen a servir de lienzo a las declaraciones dadas por Santiago Abascal (VOX). Apuestan por la incorporación del fracking. También por otros medios para sustentar la idea fuerza de la “soberanía energética”, apalancada en los procesos extractivistas en el territorio español.
Esta lógica habitual dentro de la colonia, y posteriormente en los territorios ocupados por la corona española allende sus mares, ahora podría ser utilizada en su propia casa.
Las declaraciones
El secretario general adjunto del PP en el Congreso, Guillermo Mariscal, ha dicho que “no parece razonable que, ante esta crisis energética, no tengamos ni derecho al conocimiento de cuáles son las reservas de minerales que tenemos en nuestro país”.
Esto como posibilidad real de iniciar, a contracorriente de la ley, la investigación y desarrollo de proyectos dedicados al estudio y certificación de recursos minerales con potencialidades energéticas en la península ibérica.
Mas verdes
Las declaraciones de Núñez Feijóo están aderezadas por la posición de la derecha española contra las ideas verdes y proambientalistas de los grupos de izquierda y sus propuestas legislativas. Hay que recordar que en muchas ocasiones han sido reacios a las vertientes más ecológicas.
Han señalado que, “el objetivo del Gobierno es ser el más verde de Europa, lamentando que eso ya se intentó en los Gobiernos de Zapatero y llevó a una deuda de 30.000 millones de euros”. Esto por consecuencia de las primas a las renovables y las fotovoltaicas que aún están pagando.
El necesario marco referencial, construido por la intención de generar apoyos dentro de los suyos y de la población en general, les ha movido a incluir dentro de la agenda pública este tema tan polémico. Tan polémico que seguro dará que hablar en los próximos meses.
El fracking en España
Esta estrategia política, busca iniciar procesos medulares concernientes a la hoja de ruta impostergable, de echar a andar, para abrir el compás de búsqueda de recursos desde lo técnico.
“Lo que no significa que en España, con la información que tenemos, no haya reservas que pudieran ser al menos objeto de estudio al efecto de su explotación en su caso”
Y no solo con la mirada puesta en el gas, sino también en el litio y el uranio, chispa iniciática de la energía nuclear.
Sin embargo, no hay que olvidar que el fracking es objeto de muchos detractores en todo el planeta. Diferentes organizaciones como Ecologistas en Acción, Greenpeace o Amigos de la Tierra, advierten de los riesgos que ello conlleva.
La fractura hidráulica puede albergar potenciales riesgos medioambientales. Hablamos de posibles contaminaciones en acuíferos cercanos, entre otras desventajas recogidas en diversos estudios. La realización de esta práctica debe reunir una serie de requisitos importantes para tenerlo todo controlado.
Vox y el PP
Ideas descalificativas como la “ideología” climática o el “fundamentalismo tecnológico” utilizadas por VOX, ya comienzan a colarse dentro de las propuestas del PP. Les sirve como argumentos contra la propuesta verde promulgada por el actual gobierno.
Con estas iniciativas, se perfila ya un viraje dentro de la economía española. No digamos ya en caso de haber un cambio de manos de poder en las siguientes elecciones del 2023. El fracking parece será una seria propuesta.