El intento de suicidio como salida del acoso escolar
Un nuevo episodio de bullying desembocó en un intento de suicidio que, por fortuna, no llegó al peor de los desenlaces.
Las lamentables noticias que recogen el intento de suicidio de una niña de diez años en Aragón, es una especie de ruptura en eso que entendemos como infancia, escuela y comunidad.
La decisión de saltar por la ventana de un cuarto piso, produce al pensarlo un vértigo que duele en el estómago. También debería doler en la conciencia de una sociedad profundamente violenta que se asoma desde la palabra, la brutalidad y la ignorancia.
Sudaca de mierda
La familia de la niña vulnerada es de procedencia colombiana. En la denuncia realizada formalmente por sus padres, han dicho que los ataques apuntados hacia Saray, tenían como diana su nacionalidad.
La madre ha declarado que un grupo de niñas de su escuela le decían “sudaca de mierda, vuelve a tu país” o “puta colombiana, no vas a tener amigos”. Le golpeaban, le tiraban del pelo y le mojaban la ropa.
En la escuela, algunos de sus compañeros, transgrediendo cualquier límite posible y haciendo uso de palabras, gestos y golpes, lograron descentrar y agobiar a la pequeña.
La reacción
Qué extrema situación hace pensar a una niña en el suicidio, cuando desde su mirada no encuentra otra forma de dejar de sufrir, que la extinción de su propia esencia.
Desde hace un año era víctima de esa otra pandemia llamada bullying. Este flagelo ha sido responsable de cientos de casos que, como este, ponen en tensión a la comunidad en general.
Las autoridades escolares dijeron que ella recibía una atención especial por ser nueva en el colegio concertado Agustín Gericó. Sin embargo, esto no pareció ser suficiente.
Hacia dónde va una sociedad que encuentra en algunos de sus miembros más pequeños, expresiones tan cercanas a la crueldad y tan lejos de lo humano.
Las investigaciones
Hasta ahora, son tres investigaciones las que están en curso. La de la Policía Nacional de Zaragoza, la del colegio concertado Agustín Gericó, y la del Servicio Provincial de Educación.
Los representantes del colegio han declarado que “en cualquier caso, desde el colegio se recabará información, se abrirán los protocolos necesarios si fuera conveniente y estaremos a disposición de las instituciones oficiales para colaborar en todo lo que consideren preciso”, convocando finalmente al “respeto y confianza en nuestra labor en este comienzo de curso”.
El Hospital Miguel Servet de Zaragoza ha sido el centro asistencial donde la pequeña fue acogida. Allí se le atendió por fractura de cadera y tobillo.