Salvar al rey
Hablamos de la docuserie emitida por HBO Max, la cual tiene por título "Salvar al Rey" y presenta material importante que merece la pena ser analizado.
HBO MAX, en su recién estrenada docuserie “Salvar al rey”, nos muestra un trabajo que desde una mirada algo entendida presenta con una producción y estética impecables, la vida de uno de los hombres más importantes de la historia de España, a saber, Juan Carlos I.
Con giros y elipses abiertamente anglosajones, el material discurre como un film que entremezcla una trama de detectives, periodistas, jeques y vedettes.
Su presentación
Esta bien lograda docuserie, se entrega en un total de tres capítulos. Para la misma, HBO MAX afirma que “es una fascinante historia de espías, conspiraciones y pactos de silencio, en la que, según cuentan los expertos entrevistados, toda la maquinaria del Estado se afana por proteger al rey emérito de sus propios actos y ocultar sus escándalos”.
Como vemos desde la sinopsis, se trata de un trabajo periodístico que, desde que empieza hasta su fin, busca desandar las diferentes tramas de secretos a voces de la vida disoluta de un hombre que detentó todo el poder español, y entre sus muchas facetas, abrió para algunos las puertas a la actual democracia española.
Primeros pasos
El primer momento del documental comienza con una vista rasante por la infancia del rey Juan Carlos I. Su adolescencia atraviesa por las tensiones entre el dictador Francisco Franco y su padre Don Juan de Borbón, que por línea le correspondía ser rey antes que su hijo.
Al principio se aclara la necesaria presencia del Juan Carlos niño en España, para de alguna u otra manera poder cumplir con la solicitud de Francisco Franco sobre el proceso de sucesión del poder que este ejercía a rajatabla.
Es en esta primera parte donde se habla de su formación militar, la cual comienza desde muy niño, casi a su llegada a España.
Para los conocedores entrevistados, es esa vida, en el mundo militar de cuarteles y de soledad, que de alguna u otra manera se desarrolla sustancialmente la construcción de esa primera personalidad de Juan Carlos I. Fue perfilada por la disciplina, la ausencia de su padre y las presiones del poder del aparato franquista.
Material necesario para enfocar la vida de Juan Carlos
En este sentido, el material realizado nos acerca a escenas ya conocidas, a través de fotos, vídeos y otros elementos audiovisuales perfectamente guardados, registrados y ya mil veces vistos. Con todo ello nos asoman a la vida de Juan Carlos. Sin embargo, la virtud del material reside en la mirada o perspectiva crítica que aporta.
Un hallazgo sí, las grabaciones de la voz misma del rey Juan Carlos que van apareciendo en el documental, y que se restringen en buena parte al patrimonio exclusivo de sus relaciones con mujeres que le acompañaron de manera íntima.
Este trabajo audiovisual tiene varias aristas interesantes. Va desentrañando cada una de las argucias empleadas por los medios de comunicación y personeros cercanos al rey, los cuales tenían como tarea hacer el trabajo sucio. Ahí tenemos a Prado y Colón de Carvajal.
También muestra su relación con un mundo árabe, ávido de negocios no tan claros, de sus lugares de encuentros y desencuentros con la realeza, su familia y sus mujeres.
En “Salvar al rey” se muestra cómo todo un tejido paraestatal tiene la única tarea de lavar la cara a cambio de una pretendida gobernanza.
En ese sentido, el correlato obligatorio de la vida de un rey es la política, y los políticos que le circundan, como son los casos de González y Aznar, aparecen como acompañantes de parte de esta historia.
Un momento también importante, ha sido el relacionado con hombres de la banca como Mario Conde y los escándalos provenientes de los dineros bien y mal habidos del rey.
En conclusión
En fin, la docuserie viene a ser parte de este momento en el que el rey Juan Carlos ya no está en el trono, y la Casa Real española necesita separar los destinos del hijo y su padre, como ya sucedió en algún que otro momento.
La abdicación ha sido una salida y una válvula de escape ante la presión de una sociedad que vio, en la vida disoluta de Juan Carlos, una afrenta y un atraso por demás vulgar.
Para la sociedad española actual, este tipo de productos visuales permiten, no solo rememorar, sino generar una ventana para esa nueva generación que pregunta y cuestiona la legitimidad de la monarquía y su vigencia.