Youtubers españoles acaban enfrentados por la cocaína

Todos sabemos que, actualmente, los youtubers, influencers o creadores de contenido digital, tienen más posibilidades de ser seguidos que un escritor. Es un poco triste, sí, pero es la realidad. Lo que también resulta habitual, en una dimensión tan grande como internet, es que sucedan ciertas disputas. En esta ocasión hablaremos sobre una protagonizada por Un tío blanco hetero vs Rubén Gisbert.

Al principio pensé que el primer personaje se trataba de una parodia. Un sujeto que criticaría a este estereotipo de hombre blanco heteronormativo que suele ser bastante machista (y quizás un poco misógino), pero no. Mi sorpresa fue encontrar con que todo lo que dice es muy en serio.

Y por otro lado, Rubén Gisbert, quien también es youtuber, abanderado de la derecha en España, y que también es muy reconocido por atacar a la izquierda, las ideas progresistas y la agenda que sea afín.

Antes de que saltemos a la línea cliché de “¿realmente siguen a esos tontos?”, es importante destacar que al figurar como creadores de contenido en internet, sus discursos van a influir en las personas que formen parte de su nicho.

Así pues, es normal que muchos usuarios con tendencias fascistas se sintieran identificados con UTBH y que crecieran exponencialmente, hasta que él decidiera irse desligando de sus simpatizantes porque “son demasiado fachas”, incluso para él. Pero el daño ya está hecho.

Los protagonistas de la pelea

UTBH es un creador español de contenido en YouTube que dio el salto a internet en el 2018. Lo ha hecho con una temática bastante particular, mientras vestía de blanco y ocultaba su identidad. Se dedicaba a criticar conceptos socioculturales como el feminismo, la perspectiva de género y la corrección política.

Por supuesto que comenzó a ser objeto de controversia, ya que ese año empezaron a tomar fuerza las ideas progresistas y este tipo de movimientos en España, que más tarde inspirarían a toda América Latina.

Antes de hacerse viral en internet, trabajaba como diseñador gráfico en Canadá. Pasó a ser un perseguidor de dirigentes políticos y líderes feministas, sin importar la cultura de cancelación que estaba tomando forma.

No solo buscaba destruir a toda mujer feminista que decidiera crear contenido en España, sino que también solía hablar de lo “oprimido” que era el hombre blanco heterosexual.

Rubén Gisbert es abogado de profesión, con interés en la política, historia, filosofía y artes. Es bastante claro al mostrar su simpatía por la derecha de España.

Pero, al igual que el otro, su fama subió como la espuma debido a sus ataques contra el progresismo, burlas hacia el feminismo, etc.

La polémica

Ambos iniciaron una confrontación abierta en internet que está siendo objeto de discusión en Twitter, YouTube y otras plataformas digitales. Principalmente porque sus acusaciones son una peor que la otra.

Asimismo, otras figuras importantes en la comunidad, aludieron a la vergonzosa situación que están encarando estos dos hombres. Al mismo tiempo, están dejando mal parada a la derecha de España y a sus abanderados.

Por un lado, Gisbert ha arremetido contra UTBH después de que este bajara unos vídeos que hacían referencia a supuestos ataques, al igual que expresó que se ha lucrado de su práctica de lanzar odio, arremeter contra otras personas y causar polémicas que sean virales.

De esta forma, podría monetizar mucho más sus vídeos. Pero, lo peor de todo, fue cuando lo acusó —y a su novia también— de ser “unos drogadictos adictos a la cocaína”.

También aseguró que ha probado dicha sustancia tres veces en su vida y una de ellas fue en la casa de Un tío blanco hetero, así que reiteró que “no haga la de Irene Montero”, llorando y dando lástima.

De esa forma, recalcó que se hace llamar “liberal”, pero sus discursos más recientes contradicen esa premisa y sus seguidores lo están notando.

¿Cómo le ha caído a Twitter?

En esta red social no se hicieron esperar los memes, burlas y comentarios relacionados a la pelea entre youtubers. Muchos se han referido a ellos como “fachas y drogadictos”, los cuales se gastan el dinero de sus seguidores en cocaína.

Por si fuera poco, dejan con una mala imagen a los influencers de la derecha, ya que también hay involucrados la amenaza a una persona con sacar sus fotos íntimas, lo cual es aberrante.

Me quedo con uno de los tweets más tajantes: “Vaya, ¿así que lo de hacer vídeos continuamente contra el feminismo y la censura progre y no se qué, es para sacarle pasta a los seguidores y que estos paguen sus vicios?”