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Crisis de partidos en Cataluña

Siguen los problemas en Cataluña. Una nueva crisis hace saltar las alarmas y se han activado diferentes frentes para tratar de apagar el fuego.

Ha sido noticia la destitución de Jordi Puigneró, vicepresidente de Cataluña. Tras esta salida precipitada, la marcha de Junts también está a la vuelta de la esquina.  

En el Palau de la Generalitat, la reacción de los consellers de Junts ha sido inmediata, presentando su cargo ante su partido para que sea Junts quien tome la decisión de si seguir o no en el Govern. 

La información de la salida la ha dado Pere Aragonès, quien ha afirmado que “el Govern de la Generalitat seguirá adelante”. Ha sentenciado además que “las instituciones no pueden estar permanentemente en cuestión”. Sin embargo, ha aclarado que el resto del Govern sí sostiene su confianza.

Este hecho es una clara demostración de la crisis sistémica que adolece hoy la administración catalana. La presencia de la figura de la ruptura, levitando sobre el escenario, así lo demuestra.

Ante la posible presencia de nuevas elecciones que podrían llevar a un escenario similar, las distintas fuerzas se han reagrupado con la intención de mirar y evaluar posibles soluciones.

Cuestión de confianza o moción de censura

Ante un escenario como este, la normativa vigente en Cataluña presenta dos soluciones. Hablamos de instrumentos jurídicos que buscan resolver problemas cuando la solución no está cerca.

Ahora bien, el reglamento del Parlament de Catalunya, en el artículo 44 de la Ley de la presidencia de la Generalitat y del Govern, dice sobre la cuestión de confianza que “la presidencia de la Generalitat, con la deliberación previa del Gobierno, puede presentar cuestiones de confianza, con las cuales puede pedir explícitamente el apoyo de la cámara a su programa, a una declaración de política general o a una decisión de trascendencia excepcional”.

Y añade que “si en la votación de una cuestión de confianza, el presidente o presidenta de la Generalitat obtiene la mayoría simple de los votos emitidos, se entiende que la confianza le ha sido otorgada. Si el Parlament le deniega la confianza, el presidente o presidenta de la Generalitat cesa en el cargo y el Parlamento tiene que elegir un nuevo presidente o presidenta de la Generalitat, en conformidad con el artículo 4”.

Como vemos, estos artículos buscan generar una estructura desde donde poder incluir a todos los actores para la toma de decisiones.

El ejemplo más cercano lo tenemos con Carles Puigdemont, que en el 2016, siendo este el presidente de la Generalitat, superó una cuestión de confianza.

Negociación exprés

Junts ha levantado una propuesta donde define una serie de elementos “para hacer cumplir el acuerdo de gobierno”. Para ello, ha planteado  tres puntos clave: un frente común de los independentistas en Madrid, replanteamiento de la mesa de diálogo y nuevo espacio de coordinación estratégica del procés.

En fin, la idea es evitar la ruptura con ERC a través del diálogo y una negociación indispensable. También intentará una salida consensuada al conflicto político administrativo.

En Cataluña se vuelve a avivar el fuego.