Si bien se ha comentado sobre las ventajas y desventajas de las traducciones hechas con sistemas, poco se habla de lo mucho que les puede servir a las personas que intentan aprender un idioma. Si uno se fija, es posible notar que traducir tiene el potencial de convertirse en una actividad que enseñe lenguajes, de hecho, al memorizar las frases y el vocabulario muchos están constantemente recordando la palabra en su idioma y versión en inglés, francés u otro lenguaje. Por ello, es buena idea copiar y pegar un párrafo de un texto que uno quiera leer en el traductor (es importante que sea un tema de interés de la persona; de lo contrario puede resultar aburrido y se pierde la motivación de aprender). Cuando la traducción esté lista, ambos escritos estarán de lado y lado, por lo que se podrá proceder con la comparación en pro de aprender.
¿Cómo comparar una traducción con un escrito para entender un idioma?
En primer lugar, las palabras que uno ya conozca se consolidarán en la mente, al tener la confirmación de que esa es la traducción por parte del sistema. Vale decir que en ocasiones se retienen palabras, pero con cierta duda de su significado real, así que observar la retroalimentación del traductor sirve como validación. Seguidamente está el vocabulario que uno no conoce, el cual se debe anotar aparte para investigar más adelante. No es suficiente con solo ver la traducción de la palabra que ofrezca el programa, es posible que un término tenga más de un significado, por lo que vale la pena indagar más al respecto. En internet existen varias páginas web como https://www.protranslate.net/es/ que sirven para obtener traducciones fidedignas y en tiempo récord. Luego de realizar las actividades relacionadas con el vocabulario, toca analizar la gramática. Por ejemplo, si el traductor cambió un conectivo por otra palabra, es posible consultar un libro para saber la razón de dicho cambio.
¿De qué otras formas pueden ayudar las traducciones instantáneas en el aprendizaje?
En ocasiones ciertos sitios web incluyen un botón para escuchar la pronunciación de lo que se haya traducido. Aunque la voz pueda parecer robótica, la manera en la que pronuncian es correcta (la gran mayoría de las veces). Así que constituye una estrategia válida, en caso de no contar con un profesor que indique cuales son los sonidos. Una recomendación es intentar pronunciar la palabra antes de reproducir la grabación del software. Si existe una diferencia entre ambas cosas, se corrige al instante. Pero si las dos pronunciaciones son idénticas, entonces son buenas noticias, porque significa que de verdad se han logrado avances en el idioma. Lo mejor de todo es que casi siempre están disponibles audios en diferentes idiomas, por lo cual no todo se limita a español – inglés o viceversa (es una de las “uniones” de idiomas más comunes). Resta por ver que nuevas funciones les van a agregar en un futuro las empresas de traducciones, ya que la expectativa es bastante favorable.