Las redes sociales y su influencia en los internautas
Con la evolución de la tecnología y la globalización nos damos cuenta de un hecho: las redes sociales son una nueva realidad.
En las últimas décadas han aparecido nuevos elementos en la vida y el desarrollo de la sociedad global: las redes sociales; herramientas tan poderosas que pueden cambiarlo todo con solo un clic.
En ellas hay diversos actores o plataformas, los que han convertido a los seres humanos en individuos digitales que se comunican, manejan y relacionan mediante pantallas, perfiles e imágenes. Más aún con el contexto pandemia.
Poco se habla sobre el poder mediático que tienen las redes sociales, sitios que en el presente tienen un gran impacto y relevancia en la manera en cómo vemos el mundo; y de qué forma puede perjudicar a alguien que reciba lo negativo.
Sin embargo, las redes sociales han representado (y también propiciado) que cada individuo miembro de esa misma estructura pueda establecer una comunicación horizontal y expresarse libremente a través de la difusión de cierto tipo de contenido.
Muchas personas coinciden que este fenómeno es monumental. Por esto hay numerosas estrategias, respuestas y decisiones para sobrellevar un determinado proyecto u objetivo de venta o ideología.
También existe “cierto peligro” de deshumanizar las relaciones interpersonales. El contacto, las miradas, los gestos, el olor y tacto que se puede sentir en un tú a tú físico; queda sustituido por una relación que tiene lugar con una pantalla de por medio.
Así que es necesario establecer un equilibrio que no dificulte ni atrofie las capacidades sociales que tiene.
Por otro lado, la gestión del tiempo no es del todo la más adecuada, pues al dedicar excesivas y prolongadas jornadas en redes sociales se puede desarrollar una adicción.
¿Y mis datos?
El manejo de datos que se obtiene con esa información y la privacidad dentro del ámbito digital es relativamente nuevo. Además de los diferentes elementos normativos que existen con relaciones de la materia.
Pero lo cierto, es que al compartir contenido en redes sociales, también se está expuesto a diversas afecciones como: el acecho, el robo de identidad, los ataques personales y el mal uso de la información.
Es así como la mayoría de las veces, los propios usuarios tienen la culpa. Esto debido a que terminan compartiendo contenido que no debería estar en el ojo público y no leen los “Términos y Condiciones de Uso” al aceptarlo al inicio de la visita.
Para los que no lo sabían, hay un gran poder que reside en los medios de comunicación; ya que al pertenecer también a un conglomerado de expertos en el gremio, también buscan tener cierto tipo de incidencia en el campo político.
Al menos la situación en América Latina y también en Europa es medianamente alarmante; ya que los medios de comunicación expresan la poca diversidad y pluralidad de la opinión pública y son signos de la concentración económica del poder.
Además, sesgan de cierta manera la investigación y al momento de redactarlo tiene una tónica completamente diferente; como es la cuestión de la libertad de expresión.
Un país que funciona bajo los principios del Estado democrático y que cumple con la ley necesita que los medios sean lo más libres que sea posible; para que estén disponibles todas las informaciones necesarias para que la ciudadanía tome sus decisiones y sea un proceso transparente.
Por tanto, es prioritario que distinguir qué tipo de información no se encuentra tan viciada por la característica subjetiva que todos tenemos y también para abordarlo de frente, ya que se encuentran muchos riesgos en el internet.
No obstante, el desarrollo y crecimiento de las redes sociales está influyendo no solo en las conductas individuales de las personas, en sus hábitos o costumbres. También lo hace de una manera sostenida y progresiva en sus procesos de comunicación y de consumo.