El machismo en las canciones que escuchamos a diario
Para luchar contra el machismo tenemos que aprender a verlo en el contenido que consumimos, esto incluye las canciones que escuchamos.
El machismo ha estado presente en todas las formas de entretenimiento y en los medios de comunicación. Y estos, al ser parte de los cimientos de nuestra sociedad, son un vehículo para que se refleje en películas, series, caricaturas, canciones o cualquier otro tipo de producción.
Muchas veces, el machismo lo tenemos tan interiorizado, o más bien, lo hemos normalizado tanto y le hemos restado tanto valor, que ni siquiera nos damos cuenta hasta que reflexionamos sobre algún contenido específico que nos haya encendido las luces rojas, como me sucedió en la adolescencia, ya que el trap misógino y sexista estaba en pleno apogeo.
Recuerdo que las letras iban de mal en peor, podías visitar antros, bares, fiestas —incluso infantiles y súper familiares—, o cualquier tipo de ambiente de ese tipo, que en todos te encontrarías una canción que hablaba cosas horribles sobre las mujeres, desde cosificarla a reducirla a un mero objetivo de satisfacción sexual para el hombre.
También era muy “común” escuchar a niños cantarlas, como si de pronto se hubiesen acabado los tiempos de juegos, la piñata y los escondites, para reemplazarlos por bailes obscenos que muchos padres aplaudían, e incluso los felicitaban y lo hacían lucir como algo divertidísimo o sin importancia… ¡horror!
Soy la mayor entre mis primos, así que imagínense lidiar con unos varones pequeños que entonan esas mismas líricas repletas de machismo, que siembran una creencia y los hace asimilar esa perspectiva sobre la mujer, como un objeto sin valor, deshumanizándola.
Pude sacar algunas canciones de varios géneros, porque también tendemos a ignorar aquellas que son en español porque “ay, pero si son parte de nuestra cultura y además, son fantásticas”. Aquí no perdonamos a nadie, así que continuemos.
“Demasiado Niña” y “Ahora soy yo” de Eddy Herrera
Creo que todos los latinoamericanos debemos tener un recuerdo de una celebración familiar donde estén bailando estas dos canciones, al menos una. Y coloqué ambas porque siguen la secuencia de una historia. Revisemos un pedacito de la primera:
“Y es que eres demasiado niña
Para empezar a amar
Eres como una fruta nueva
Que no se debe tumbar
Y es que eres demasiado niña bebé
Para empezar a amar
Apenas tienes 13 años
Y no sabes besar”.
A ver, aquí el cantante debía tener como unos 35 años para empezar y habla de una manera sexual sobre una joven que apenas está llegando a la pubertad, de eso va la canción. Y sí, amigos, por mucho tiempo nuestros padres estuvieron bailando con una letra que habla de la pedofilia como si fuese cualquier cosa.
En la segunda, el relato continúa, pero habiendo transcurrido diez años, en los que de igual manera el hombre tiene alrededor de 45, pero esta vez cambia el escenario, porque aquella niña que le gustaba ya es toda “una mujer” y “quiere tenerla”.
“Le pregunté su edad, me dijo 23
Soy la niña, ahora toda una mujer
Ahora soy yo quien quiero tenerla
Ya no es una niña, es toda una hembra”
Creo que no hace falta señalar todo lo que está mal con ambas canciones, así que dejemos de normalizar este tipo de situaciones que anteriormente eran muy frecuentes y que, tienden a suceder en zonas de escasos recursos, debido a diferentes factores.
“La falla fue tuya” de Diomedes Díaz
Les cuento que no me hizo falta ver las diferentes series o minidocumentales sobre este intérprete del género vallenato, porque me provoca náuseas. Y es que sus letras son una peor que la otra, siendo todas ellas un reflejo de su descarriada vida, como lo eran sus relaciones amorosas, y de qué forma veía a las mujeres. Machismo en estado puro.
En esta canción, habla sobre la infidelidad, reafirmando que esta es “aceptable” cuando es hecha por un hombre, mientras que la mujer pierde su “valor y reputación” cuando incurre en dicha práctica. Esto claramente es la declaración de un “macho herido”. Y solo para reiterar, la infidelidad es terrible, triste y dañina para todas las personas, independientemente del género.
“All About that Bass” de Meghan Trainor
A mí personalmente nunca me gustó esta canción. A muchas de mis compañeras de bachillerato les encantaba cuando estaba en los primeros lugares de las listas. Porque si bien habla de la aceptación falsa del cuerpo de la mujer, a la vez ella se ríe y burla de las delgadas, llamándolas “perras flacas”.
También expone que son “las rellenitas las que gustan a los hombres”. A nadie le importa, todos los cuerpos están bien, no tienen por qué cumplir un estereotipo, hay que aceptarlos como son y amarlos porque son nuestro motor.
“Animals” de Maroon 5
Sí, sí, a mí me encanta esta banda, pero hay que ser objetivo y ver la realidad: es un gran tema, hasta que empiezas a detallar cómo se refiere a “cazar a la mujer y comérsela como un animal”.
Por otro lado, a medida que avanza el videoclip, vemos como el protagonista acosa a la chica, tomándole fotos y colgándolas en una habitación oscura, dando la impresión de una conducta bastante obsesiva.
“Cascos Ligeros” de Alejandro Fernández
A toda mi familia le gusta la música del Potrillo. Incluso llegamos a escuchar varias de ellas porque era como una cuestión de tradición. Todo bien, hasta que en esta letra dice que la mujer es una “yegua desbocada para domar”.
Es decir, reduciéndola a un animal, siendo el hombre el que ejerce la dominación para domesticarla y que ella actúe debidamente porque es una mujer de “la vida fácil”, ya que tiene una vida sexual activa. Más machismo.