Aquavall y la remunicipalización efectiva del agua en Valladolid
Aquavall comienza a dar sus frutos. Los índices de satisfacción y eficiencia son altos, por lo que el proyecto, hasta el momento, puede considerarse como un éxito.
El agua vista como un derecho y entregada al sector público, halla en el caso de Aquavall en Valladolid, un ejemplo de lo importante que es integrar los criterios de eficiencia y buen servicio en el ámbito municipal. Eso al menos es lo que reflejan los diferentes datos.
Los resultados favorables, obtenidos desde su liberación de las manos privadas, han permitido hacer inversiones importantes muy superiores a las logradas durante los 20 años de privatización. Para sus gestores actuales, esta medida “plenamente acertada, pero que se tomó con miedo”, ha “demostrado ser un modelo alternativo de gestión pública que ha mejorado la vida de los ciudadanos”.
Gracias a su impacto, han alcanzado hasta ahora un significativo total de 46 millones de euros en obras adjudicadas y realizadas. Todas ellas enfocadas en mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y en mejorar la eficiencia.
Esta realidad demuestra que una buena gestión publica de los servicios esenciales, logra maridar y acercar al Estado y a la ciudadanía. Una unión fundamental para la construcción de una democracia verdaderamente abierta. O al menos, para defender que lo público puede funcionar con los pasos adecuados.
Las declaraciones del Alcalde
Para el actual alcalde Óscar Puente, “se ha invertido una cantidad muy importante en la renovación de la red”, a razón de poder emplear recursos salidos del proceso de municipalización.
Agregó que esta ha sido una “decisión muy importante, por ello se hace bandera debido a que la gestión de estos años ponen de manifiesto las ventajas de un modelo diferenciado, frente a la alternativa que existe en este momento”.
Ya las primeras aproximaciones a los niveles de satisfacción por parte de la ciudadanía arrojaban legitimidad sobre el cambio. Desde el 2018, eran visibles los resultados recogidos “con unos altos niveles de satisfacción, avalados por las encuestas que periódicamente se realizan a las personas usuarias”.
Como vemos, para Aquavall los índices de aprobación y eficacia están consustanciados con su día a día.
Las inversiones en las áreas medulares de la servidora, tales como las redes de saneamiento, abastecimiento, plantas potabilizadoras y depuradoras, han logrado generar un servicio de calidad. Además, tampoco ha hecho mella en los bolsillos de los usuarios. Esto último, obviamente, no es un asunto menor.
Los trabajadores
Uno de los elementos que ha convertido a esta apuesta en eficaz, ha sido su relación con los trabajadores. Antes de pasar al espacio municipal, una de las dudas del proyecto era la sostenibilidad de los puestos de trabajo. Este punto también se ha cumplido.
El alcalde afirma que “todos los trabajadores que en aquella época formaban parte de la empresa, siguen trabajando en ella pero ahora como funcionarios, con todo lo que ello conlleva, por lo que el tiempo ha dado la razón al Consistorio”.
El hecho de mantener los puestos de trabajo, también entra dentro de los parámetros positivos de la remunicipalización. Al final, se ha apostado por la continuidad del plantel, la renovación del sistema y se ha mejorado el servicio.
Por el momento, el proyecto de Aquavall funciona. Veremos cómo evoluciona en los próximos años.