La creación y el resurgimiento de “La Familia Addams”
Nos unimos a la tendencia reavivando la excéntrica historia de "La Familia Addams", que esta vez regresa a la pantalla por la puerta grande.
La Familia Addams comenzó siendo una viñeta en las páginas de un periódico que se transformó paulatinamente en un icono de la cultura pop que todavía permanece vigente.
No solo porque es una historia que recopia el género de horror y la comedia absurda de una manera extravagante pero fascinante, sino que golpeó los estereotipos de la sociedad norteamericana de una manera bastante peculiar.
Además, se convirtió en uno de los emblemas dentro del estilo gótico. La prueba de eso es la explotación de esta franquicia a lo largo de los años, y ciertamente se espera ver más.
El artista Charles Addams
Todo comenzó a partir de 1933, desde las páginas de The New Yorker, en las que el dibujante Charles Addams buscaba reflejar de una manera novedosa y oscura, una radiografía de la sociedad estadounidense.
Poco a poco su obra empezaría a llamar la atención, por lo que comenzó a probar cosas nuevas. Entre ellas el cruce de géneros como vehículo para el sarcasmo y temas sensibles para la época como la brujería, magia negra, monstruos y sacrificios tribales, entre otros.
Aunque su apellido se escribiera diferente, era pariente lejano de dos expresidentes estadounidenses, John Adams y John Quincy Adams, aunque destacaba por ser bastante distinto y con manías hilarantes.
De esa forma ácida y tétrica, Charles dio vida a los Addams como una sátira por oposición de la familia estadounidense ideal, así que a eso se debe el ver un clan proveniente de la aristocracia que disfrutaba de lo macabro, indiferente a lo que el resto del mundo pensara sobre ellos.
En un primer momento, el artista se centró en el humor negro de la familia —que no tenía nombre—, donde se distinguían lúgubres costumbres y aspectos exagerados que buscaban resaltar rasgos de la población norteamericana.
Rompiendo esquemas de lo normativo
A eso se le fueron agregando el cruce con monstruos universales como Frankenstein, Drácula o El hombre lobo, entre otros, que le dieron más atención a la obra.
Y así surgió el concepto de una mansión victoriana de estilo gótico como escenario, donde hay un hombre con aires de asesino serial, una señora con vibras de bruja y un mayordomo que parecía primo lejano de Frankenstein.
Tampoco se complicó demasiado con la elección de los nombres, porque les colocó a la familia su propio apellido y fue llamándolos a medida que aparecían en las tiras cómicas.
Así surgieron quienes conocemos hoy en día como Gómez, Morticia, Fester, Pugsley (después de descartar Pubert por miedo a la censura), Wednesday, It y Lurch; versiones originales de Homero, Morticia, Lucas, Pericles, Merlina, Dedos y Largo.
El inicio de una franquicia
Todo se inició con The Addams Family (1964), que se transmitió por dos temporadas y contó con 64 episodios. Era una serie en blanco y negro que rivalizó con el estreno de La Familia Monster (1964), que también estuvo al aire dos años y tuvo un poco más de rating, pero no marcó tanto en la cultura popular.
He ahí el gran detalle. The Addams Family fue una producción mucho más elaborada, refinada y entretenida que había llegado para quedarse. Además, un plus fue la relación de Morticia y Homero, que escandalizó y asombró al público de la época por cómo abordaban la sexualidad entre parejas.
Tras la muerte por un infarto de Charles Addams, y con Barbara Barb controlando los derechos de la franquicia, no parecía existir mucho futuro para el proyecto. Sin embargo, regresaron en 1991 de la mano del director Barry Sonnenfeld.
Con su debut, nos dejaría el filme más popular en relación a la Familia Addams, que fue protagonizado por Raúl Juliá (Homero), Anjelica Huston (Morticia), Christina Ricci (Merlina), Christopher Lloyd (Lucas), Jimmy Workman (Pericles), Judith Malina (La Abuela) y Carel Struycken (Largo).
Esta película tuvo más éxito que la primera serie, recaudando un total de $191.502.246 en todo el mundo, y sería denominada —de facto al menos— como una de las películas favoritas de la cultura moderna.
En manos de Tim Burton
Ahora podemos ver cómo Tim Burton da vida a la serie Merlina —Miércoles o Wednesday— en una excéntrica historia que ha cautivado a una gran parte de la audiencia que compone la plataforma de streaming, devolviéndole la vida a Netflix.
Sin embargo, un dato curioso en relación a Merlina, es que su versión original —la primera en las historietas— era más melancólica que macabra y lúgubre.
Por otro lado, su nombre (Wednesday) incluso se inspiró en un verso de la canción infantil británica Monday’s Child, que tiene mucho más que ver con la aflicción que con la crueldad o el horror: «Wednesday’s child is full of woe (La niña del miércoles está llena de dolor)».
Incluso hay que tomar en cuenta la icónica escena de su baile, que trajo consigo la tendencia en TikTok, donde los internautas le imitaron, con vestuario y maquillaje, acompañados de la canción Bloody Mary de Lady Gaga.