La “regla del juvenil” en el campeonato ecuatoriano de fútbol, fue implementada desde el año 2005 hasta el torneo 2015. La norma obligaba a los clubes a ubicar a un juvenil en cancha, por lo menos 45 minutos.
Muchos clubes se oponían a esta regla ya que consideraban que a veces trastocaba la planificación táctica del equipo, porque supuestamente los juveniles no estaban preparados mental ni físicamente para jugar. Por ende, se usaban juveniles de relleno para cumplir la regla: alineaban al juvenil en el equipo titular, pero lo sacaban de la cancha tan pronto se cumplían los 45 minutos de ley.
¿Algo parecido sucede en la política? El “Reglamento de Democracias Internas en Ecuador” establece “la regla del juvenil”. Las listas de candidatos deben estar encabezadas por el 50 % de mujeres y el 25 % de jóvenes. Esta disposición debe aplicarse de forma progresiva en los siguientes procesos electorales.
Es que con frecuencia las y los jóvenes son excluidos como candidatos, o ubicados en posiciones de relleno para completar una lista, sin reales opciones de alcanzar un cargo de representación. La política suele considerarse como un espacio para hombres con experiencia política.
En este sentido, los jóvenes (especialmente mujeres) son sistemáticamente marginados debido a su edad, oportunidades limitadas y supuesta falta de experiencia. Así lo señala la comunidad en internet iKNOW Politics.
Por su parte, la Unión Interparlamentaria (UIP) ha difundido que las personas entre 20 y 44 años representan el 57% de la población mundial en edad de votar, pero sólo al 26% de los parlamentarios del planeta.
En el 2016, los miembros de la UIP apoyaron el documento “Rejuvenecer la democracia, dando voz a la juventud”, basado en los principios impulsados por los jóvenes parlamentarios de la UIP: “No hay decisiones sin nosotros”; que explica cómo los parlamentos y los parlamentarios podrían contribuir a rejuvenecer la democracia y dar una voz en la toma de decisiones a los jóvenes del mundo.
En Ecuador aun “alinean al juvenil en cancha” como relleno. Muchos movimientos no confían en los nuevos liderazgos porque supuestamente no están preparados o no tienen experiencia política.
Además, en las redes sociales hay un clima que no ayuda a fomentar la participación de los jóvenes. Se trata de “cualquier aparecido” o “arribistas” a los nuevos cuadros que surgen.
Ante esto, “se debe buscar un justo medio, tanto para reconocer liderazgos con trayectoria, así como el nacimiento de nuevos líderes y lideresas”, opina Inti Kory Quevedo (usuaria de Twitter)
Por su lado, Juzz Pincay Pazmiño (en un artículo titulado La Zurda guayaquileña) escribe “Soy de izquierda y no me pesan los dedos, ni la boca para condenar a la izquierda rancia, tradicional y de élite de este país. Tampoco me pesan las manos para aplaudir y alentar a los nuevos cuadros”.
Ciertamente, se debe buscar un justo equilibrio para reconocer liderazgos con trayectoria, pero al mismo tiempo generar un entorno propicio para la participación de los jóvenes en la política, y alentar a los nuevos cuadros que surgen.
Cómo combatir la escasa representación de los jóvenes en los parlamentos y gobiernos, justamente debería ser el tema de discusión en todo movimiento o partido político, al momento de conformar sus listas.