Ricardo Capella es el Cónsul General de la República Bolivariana de Venezuela en Barcelona. En esta entrevista para ElEstado.Net, el diplomático explica en qué consiste la campaña #NoMásTrump lanzada por el gobierno del presiente Nicolás Maduro, como una manera de presionar en la Organización de las Naciones Unidas, para intentar encontrar una salida a la situación creada por la presión de las sanciones impuestas por los dos últimos gobiernos turnistas de Estados Unidos.
¿En qué consiste la Campaña #NoMásTrump?
Se trata de una campaña internacional contra el bloqueo total impuesto por el Gobierno de Estados Unidos a Venezuela. Un bloqueo que empezó en 2014 y que Donald Trump formalizó el pasado 5 de agosto con una Orden Ejecutiva criminal, que constituye una grave violación de los derechos humanos y del derecho internacional.
Contra esta enésima agresión imperialista estamos recaudando firmas en toda Venezuela y también a nivel internacional a través de los Consulados, las Embajadas y los grupos de solidaridad, para entregárselas al Secretario General de la Organización de las Naciones Unidas, António Guterres, denunciando la situación y exigiendo un pronunciamiento al respecto.
La meta es llegar a 10 millones de firmas o más. Además, hay personas en todo el mundo que decidieron sumarse a la campaña subiendo a las redes sociales diferentes vídeos en los que expresan su rechazo al bloqueo.
¿Qué se pretende conseguir con ella?
Buscamos denunciar a nivel internacional las consecuencias fatales de las medidas coercitivas que Washington impone a Venezuela, el bloqueo económico, financiero y comercial a nuestro país, los constantes intentos por intervenir en nuestros asuntos internos y violar nuestra soberanía.
Las sanciones y el bloqueo han reducido en Venezuela la disponibilidad de alimentos y medicamentos, y no han permitido controlar algunas enfermedades entre la población. Causaron unas 40.000 muertes desde el 2017 hasta la fecha, según el informe del Centro de Investigación Política y Económica, con sede en Washington.
Queremos que el mundo sepa todo esto, que sepa que Estados Unidos está matando a la población venezolana, cometiendo un delito de lesa humanidad. Y queremos decirle al imperialismo que ya basta de agresión a nuestro país.
¿De dónde surge la campaña?
Se trata de una una iniciativa del Gobierno constitucional de Nicolás Maduro, quien recogió el anhelo de todo un pueblo.
¿Cómo afectan las sanciones estadounidenses a Venezuela?
En 1970, el Presidente estadounidense Richard Nixon ordenó a la CIA hacer chillar, gritar a la economía chilena para impedir que Salvador Allende asumiera el gobierno y luego para minar su gobernabilidad. Hoy Washington pretende utilizar la misma estrategia contra el gobierno constitucional de Nicolás Maduro y la Revolución Bolivariana, e intenta estrangular a nuestro pueblo para provocar un cambio de gobierno en el país.
Lo admitió William Brownfield, ex Embajador de EEUU en Caracas, cuando calificó las sanciones como una “agonía” y un “castigo severo” pero “necesario” para que Washington pudiese acabar con el socialismo en Venezuela.
Hoy en día vemos que las medidas coercitivas unilaterales contra Venezuela tienen un impacto profundo en el funcionamiento de nuestro Estado y en el conjunto de nuestra sociedad, que sufre las consecuencias catastróficas del bloqueo. El Relator de Naciones Unidas, Alfred de Zayas, las tildó de “delitos de lesa humanidad”.
El alcance de las últimas medidas, de hecho, es enorme. Se prohíbe cualquier relación económica y comercial con el Estado venezolano a escala internacional, y por ende cualquier tipo de interacción para importar bienes básicos al país: esto para Venezuela significa no poder importar insumos para el parque industrial y agrícola, alimentos, medicinas y material quirúrgico para el sistema de salud pública, diluyentes para la producción de gasolina, seguros para los buques que exportan petróleo… algo de vital importancia para un país rentista como lo es todavía Venezuela.
Se autorizan sanciones secundarias a privados que mantengan negocios, directa o indirectamente, con el Estado venezolano, es decir gran parte de las empresas privadas venezolanas, porque todas en algún momento han comprado divisas ofertadas por el Estado o vendido algo a instituciones públicas.
También se impone un embargo a todos los bienes venezolanos en suelo estadounidense, entre ellos la filial de la estatal petrolera PDVSA, CITGO, un robo que se suma al de varias instituciones bancarias internacionales (50 de 26 países), que mantienen secuestrados unos 5 mil millones y medio de dólares venezolanos.
Se bloquean cuentas de Instituciones públicas, como Embajadas y Consulados venezolanos en el exterior, impidiendo su normal funcionamiento. Se trata de desestabilizar completamente la economía de nuestro país y socavar su sistema de protección social, generando un profundo malestar entre la población.
Es decir: generar el colapso necesario para un cambio de régimen absolutamente anticonstitucional. Se trata de terrorismo económico, de una violación de los derechos humanos del pueblo venezolano y del derecho internacional. El único ente facultado para emitir sanciones de ese tipo es el Consejo de Seguridad de la ONU, y no lo ha hecho.
¿Realmente existe una falta de democracia en Venezuela que justifique las sanciones?
El chavismo realizó unas 25 elecciones en 20 años y en mayo de 2018 hubo elecciones presidenciales. Nicolás Maduro ganó con más de 6 millones de votos, es decir el 67% de preferencias, un porcentaje muy por arriba del que registraron, por ejemplo, Donald Trump (46%), Mauricio Macri (51%) y Jair Bolsonaro (55%).
Participaron 4 candidatos y 16 partidos políticos afines y contrarios al gobierno; solo hubo tres partidos de oposición (entre ellos el de Juan Guaidó y Leopoldo Lopez, Voluntad Popular) que decidieron no postularse y llamar, en cambio, al boicot electoral, renunciando así a uno de los mecanismos legales, legítimos y constitucionales que tenían a su disposición para llegar a la Presidencia.
El año anterior habían intentado boicotear las elecciones para la Asamblea Nacional Constituyente. En ese caso se registraron asedios a centros de votación, destrucción e incendios de material y máquinas electorales, ataques y secuestros de funcionarios, intimidación de ciudadanos identificados como “chavistas”, a los que se quería prohibir el acceso a las urnas, y dos candidatos bolivarianos fueron asesinados antes de los comicios.
Si hubo fallas en nuestro sistema democrático, ciertamente no vinieron del gobierno… Sin embargo Estados Unidos condena nuestras elecciones y respalda “presidencias” completamente ilegales e inconstitucionales como la de Guaidó, que no fue votado por nadie y simplemente se autoploclamó durante un mitin callejero.
¿Donald Trump ha hecho bueno a Barack Obama?
Ambas administraciones, la de Barack Obama y la de Donald Trump, han sido igualmente nefastas para Venezuela.
Obama tiene la culpa de haber elevado a rango de Orden Ejecutiva, en 2015, la “Ley Pública de Defensa de los Derechos Humanos y la Sociedad Civil en Venezuela”, con la que el Congreso había establecido pocos meses antes el marco jurídico de todas las futuras sanciones de EEUU (y de los países que operan bajo su esfera de influencia) contra nuestro país.
Es lo que se conoce como el famoso “Decreto Obama”, con el que Venezuela pasó a considerarse una “amenaza inusual y extraordinaria para la seguridad nacional y la política exterior de EEUU”.
Por su parte, Trump se está empeñando en terminar la obra iniciada por su predecesor. En un resumen informativo del Departamento de Estado, Washington reconoció haber tomado al menos 150 medidas coercitivas unilaterales contra Venezuela, desde 2017, año en que Donald Trump tomó posesión.
El informe fue publicado por el Departamento de Estado el 24 de abril 2019 y eliminado al día siguiente. Además, el 3 de agosto Trump dijo estar considerando poner en cuarentena a Venezuela o imponerle un bloqueo naval.
¿Que se está haciendo desde Cataluña?
Los compañeros de la “Plataforma Catalana de Solidaridad con Venezuela” (unas treinta entidades entre grupos de solidaridad e internacionalistas, partidos políticos, sindicatos, movimientos sociales e intelectuales) fueron los primeros en pronunciarse contra la Orden Ejecutiva de Trump, sumándose con un comunicado a la campaña #NoMoreTrump.
Acto seguido, empezaron a difundirse mensajes y videos por las redes sociales. Políticos como Carles Riera, diputado de la CUP; la diputada de Izquierda Republicana de Cataluña (ERC), Ana Surra; Marta Martín, concejal del partido Izquierda Unida y responsable para América Latina del Partido Comunista de España, se sumaron a la campaña, así como los Comunistas de Cataluña, los jóvenes de Izquierda Republicana de Cataluña, la Asociación de Cubanos en Cataluña José Martí, la Asamblea Bolivariana de Cataluña, las asociaciones Itaca, Poble Lliure, La Forja y la Red de Intelectuales, Artistas y Movimientos Sociales en Defensa de la Humanidad – Capitulo Cataluña, entre otros.
Pusieron su granito de arena también artistas como Tony Sanches, líder del grupo de hip hop valenciano ZOO, quien hace pocos meses apareció en el videoclip “Venezuela Vol Pau” cantando en apoyo al pueblo bolivariano y contra la intervención extranjera.
Mientras tanto, en el Consulado General de Venezuela en Barcelona mantenemos abierto el cuadernillo de recaudación de firmas para que todos los que así lo deseen, puedan sumarse a la campaña. Toda manifestación de solidaridad es bienvenida y sobretodo muy agradecida. Es importante que el mundo escuche nuestra voz, conozca la verdad de un país agredido y de un pueblo que no está dispuesto a doblegarse.