La batalla económica de Nicolás Maduro frente a Estados Unidos
En agosto del presente año el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, anunció un paquete de medidas económicas entre las que incluyó subir el salario mínimo en Venezuela, que pasará de 3.000.000 de bolívares a 180.000.000, hasta unos US$30.
El gobierno quiere que el valor del petro sea igual al del barril de crudo en los mercados internacionales, unos US$60 actualmente, y que 3.600 bolívares soberanos, el nuevo cono monetario que está previsto entre en vigor hoy mismo, equivalgan a un petro.
Otra de las acciones anunciadas por el gobierno del presidente Maduro es la de abrir casas de cambio en todo el país, -anteriormente solo operaban en zonas fronterizas-, para frenar al “dólar paralelo“, ya que el dólar en el mercado negro ha superado en tan solo un día los 20.000 bolívares por dólar, lo que representa una devaluación de 95% de la moneda local en el último año. Por otro lado incrementó el bono de alimentación que complementa al salario, que ahora estará en 189.000 bolívares: 56 dólares a la tasa oficial más alta y nueve dólares en el mercado negro.
Estas medidas que el mandatario venezolano está aplicando con el propósito de estabilizar la economía de Venezuela, un país que está siendo cercado por países aliados al régimen norteamericano, están siendo notablemente boicoteadas.
Nicolás Maduro convocó a los tenedores de deuda venezolana a una negociación con su gobierno, frente a las sanciones de Estados Unidos (EEUU) que complican la emisión de nuevos bonos. Por otro lado un decreto de Washington del 25 de agosto del 2018, prohibió operar “nueva deuda emitida por el gobierno de Venezuela y su empresa petrolera estatal“, Petróleos de Venezuela (PDVSA).
Esta decisión ha ocasionado que empresas extranjeras a las que Venezuela quería comprar insulina para diabéticos y alimentos para programas sociales, se negaran a aceptar dólares de su gobierno. Hasta el momento el gobierno de EEUU liderado por el presidente Trump ha impuesto más de 50 sanciones económicas al gobierno venezolano entre ellas el bloqueo de pagos internacionales para la importación, son las que más han golpeado la economía de este país suramericano.
Es una guerra económica, pero es una guerra muy poco convencional, que se ha vendido al mundo con el argumento de que los más afectados van a ser los principales miembros del gobierno, pero las sanciones no solo castigan a los altos funcionarios del poder ejecutivo, las sanciones están castigando al país. Están castigando al empresario, que no puede sacar su producto fácilmente. Castigan al exportador que se encuentra con problemas en la banca internacional. Castigan a la gente que no puede conseguir lo que necesita.