Luis Almagro se queda prácticamente solo en su amenaza militar contra Venezuela
El bloque de los países que estaban apoyando la estrategia golpista de Estados Unidos (EEUU )contra Venezuela, sostenida en la Organización de Estados Americanos (OEA) por el secretario general de esa instancia, Luis Almagro, se ha roto definitivamente.
Si ya las tensiones entre los miembros echaron al traste la resolución que EEUU quiso aprobar en la reciente Asamblea de la OEA para, impulsándose en la matriz de opinión que exagera la emigración venezolana, mantener abierta la puerta al derrocamiento de Nicolás Maduro, ayer se cerró de manera definitiva.
Almagro realizó unas declaraciones en las que volvió a hacer de representante de la administración de Donald Trump en vez del árbitro que se espera del líder de la OEA, amenazando al gobierno bolivariano con una invasión militar extranjera, a pocos días de que medios estadounidenses revelaran que el ejecutivo republicano había mantenido reuniones con militares fascistas que preparaban un golpe de estado contra Nicolás Maduro.
Sin embargo, los países que integran el Grupo de Lima, cuyos gobiernos se unieron bajo la dirección de Estados Unidos con el objetivo de terminar con Nicolás Maduro, han dejado solos a EEUU y a Luis Almagro. De los catorce países que integran esa entente, once se han posicionado contra las declaraciones amenazantes de Almagro, mientras que otras tres se han mantenido en silencio.
Argentina, Brasil, Costa Rica, Chile, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay, Perú y Santa Lucía han sido los países que han expresado que no apoyarán una invasión militar en Venezuela, mientras que Colombia, Canadá y Guyana han permanecido en silencio.
A causa del fracaso de todas las vías por las que EEUU ha intentado acabar con el gobierno de izquierda de Venezuela, hoy representado por Nicolás Maduro, el gobierno de Donald Trump ha enviado una delegación con altos funcionarios de la diplomacia norteamericana para comenzar el diálogo con las autoridades venezolanas.