En la actualidad las formas de hacer política están afrontando un proceso de transición hacia una dinámica que se caracteriza por la existencia de espacios en los que la participación se lleva a cabo de forma más amplia y directa. Nos referimos a espacios que nos proporciona Internet por medio de las redes sociales, muy en boga hoy en día.
Los temas de participación en política y de cómo la evolución de los diferentes medios de comunicación ha condicionado los ritmos y la intensidad de los acontecimientos políticos. El surgimiento de nuevas tecnologías ha traído consigo nuevas formas de comunicación cada vez más directas y complejas, la evolución de medios como el telégrafo, el teléfono, la radio, la televisión e Internet es una clara muestra de ello.
En medios como la televisión y la radio presenciamos un flujo de información unidireccional por el que se trasmiten mensajes con cierta intencionalidad para generar un efecto, reacción u opinión en el televidente o radioescucha.
Con el surgimiento de nuevas tecnologías surgen también cambios generacionales que traen consigo nuevos ritmos y métodos para los procesos de aprendizaje según la disponibilidad tecnológica de su tiempo. Las nuevas generaciones, me refiero a aquellas nacidas en la era digital, presentan ciertas particularidades en cuanto la disponibilidad, acceso y uso de la información.
En primera instancia, las nuevas generaciones disponen de elementos tecnológicos que fueron inexistentes en generaciones anteriores, hablamos de instrumentos digitales y de comunicación como reproductores, discos para el almacenamiento de dato, juegos de vídeo, teléfonos celulares y ordenadores. También se cuenta con el uso cada vez más diversificado de Internet.
Sin duda son tiempos en los que las nuevas comunicaciones juegan un papel fundamental en las etapas de crecimiento y aprendizaje de nuestra juventud. El inmenso flujo, así como el constante bombardeo de información son cuestiones que debemos usar a nuestro favor en pro de alcanzar una verdadera integración positiva y útil de la sociedad con las tecnologías de la información.
Dichas tecnologías deben servir de instrumento no solamente de comunicación, también debe usarse como un arma liberadora y no como un mecanismo alienante y de dominación social. Los cambios generacionales no sólo traen el acceso a las virtudes tecnológicas, también taren nuevos retos para aquellos en cuya era de origen fueron testigo del surgimiento de las actuales tecnologías.
Para aquellos que han tenido desde su niñez el alcance y las facilidades de la era digital, se les han dado diversas denominaciones, pero la más popular por así decirlo es la de “nativos digitales, individuos nacidos en el lugar y el tiempo donde casi cualquier cosa está al alcance de un “clic”, “search” o “Tweet”.
Por otro lado, están aquellos que han tenido que adaptarse a las exigencias tecnológicas y generacionales, me refiero a los denominados “inmigrantes digitales”, son individuos a quienes la historia y la tecnología los han obligado a reinterpretar saberes y conocimientos de su tiempo para canalizarlos en una era en la que el ritmo es impuesto por las computadoras.
A propósito de los “inmigrantes” y “nativos” digitales, Marc Prensky cuya obra hace referencia a estas configuraciones generacionales, publicó un libro titulado “Nativos e Inmigrantes digitales”. Dicho texto nos habla de los retos que deben afrontar las pasadas generaciones ante el ámbito tecnológico del presente, a su vez, ver cómo deben ajustarse los diferentes métodos de enseñanza en los tiempos que actualmente corren.
En el texto antes mencionado, resaltan las notorias diferencias entre quienes lo digital es el pan de cada día (nativos) y los que la adaptación es su modo de sobrevivencia comunicacional (inmigrantes). Para Prensky “la importancia de la distinción es que, como inmigrantes digitales aprendemos –algunos más que otros- a adaptarnos al ambiente, conservamos siempre una cierta conexión (la llamo “acento”: sostenemos un pie en el pasado)” (2001: 1).
Los inmigrantes digitales serían aquellos intermediarios del conocimiento entre las viejas y nuevas generaciones. Lo único constante es el cambio, esto último es un mensaje que debe ser tomado en cuenta por la sociedad y sus políticos.
Con el surgimiento de Internet la comunicación ha ido evolucionando a formas multidireccionales de trasmitir contenido, abriendo camino a intercambios de información de manera cada vez más interactiva, ahora no se trata de una simple relación emisor-receptor, sino que estamos en presencia de toda una dinámica que se manifiesta en una red de relaciones de diversa índole en donde la información se mueve en múltiples sentidos. Este es el nuevo escenario de la política, un contexto tan diverso y público como a la vez íntimo para el ciudadano común.
Referencia: Prensky, M. (2001). Marc Prensky: Nativos e Inmigrantes digitales [Documento en línea].
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