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Crónicas de confinamiento por coronavirus. Y después… ¿qué?

Este tema de estar en confinamiento me esta empezando a pesar poco a poco, no sé qué creer, ni si en algún momento va a volver todo a la normalidad, he estado pensando un montón en lo qué pasará cuando se controle el virus.

¿Realmente podremos salir con normalidad a la calle? ¿Cuánto va a demorar la sociedad en aceptar de nuevo un abrazo o un beso? Incógnitas que no salen de mi cabeza y para las que no tengo respuestas.

Por otra parte me pregunto si este virus marcará un antes y un después en el mundo, o si simplemente cuando todo este controlado, el mundo seguirá siendo igual de incorrecto, espero que no.

8:30

Sonó mi despertador y otro día más que me quedo una hora en la cama, pero esta vez porque con la edad que tengo parece que no he aprendido a dormir como una persona normal. Me duele un montón el cuello, así que intenté relajarme a ver si de esta manera se me pasa un poco.

9:30

El dolor en el cuello siguió ahí, pero no podía permitirme estar más recostada, necesitaba ir al baño y desayunar, en cuanto me metí en la cocina, vi a mi amiga que estaba viendo que desayunar y le conté lo de mi cuello, y ella asustada me preguntó si era muscular o si era por dentro por la garganta. Le dije que era muscular seguramente por haber dormido en una mala postura, y no supo qué decirme en ese momento.

Me preparé un cafecito con leche de soja y cereales para arrancar el día con cafeína en mi sistema, debería dejar el café, sí, lo voy a dejar. No.

10:30

Me senté en la compu a trabajar, tenía dos mails dándome la negativa a las propuestas, tengo que laburar más para que me la acepten, me dispuse a eso antes de hacer ejercicio.

12:00

Ha llegado la hora del ejercicio, como hemos estado haciendo un día cardio y al siguiente pesas, hoy tocaba pesas. El ángel no pudo ayudarnos hoy tampoco, pero con mi amiga le pusimos garra y completamos la rutina.

Hemos notado que a pesar de que nos cuesta hacer los ejercicios, ya no nos tiemblan tanto los brazos en cada actividad, eso quiere decir que estamos más fuertes, algo que esperábamos pero que no creíamos que nos iba a pasar tan rápido.

Cuando terminamos nos comimos un trozo de queso y un puñado de pistachos.

13:00

Lista par volver a trabajo, me di cuenta de que no podía hacer tanto. Entonces me puse con ingles, tenía que hacer un ejercicio práctico que no terminé porque tenía hambre, y supuse que los de casa estarían igual que yo.

14:00

Como había quedado sopa de ayer, la puse a calentar y cociné unas hamburguesas de pollo y espinaca, para dejarlas listas para la cena.

14:30

Con todo listo, los llamé a comer, estaban muy contentos de que la comida estuviese caliente y nos sentamos. La mañana se me había pasado volando y si bien hice bastantes cosas, hoy tengo clase de ingles así que no iba a poder ponerme con otras cosas hasta la tarde.

16:00

Después de ver Brooklin nine nine me metí en la habitación a esperar la videollamada de mi profe y empezar la clase. A los cinco minutos ya estábamos al teléfono repasando el último tema donde nos habíamos quedado en mis clases de cuando estaba en Londres y muy bien la verdad, solo que tengo que estudiar porque la próxima clase tengo examen.

Me enteré de que se puede abrir un documento en Google y que se puede editar al mismo tiempo desde dos lugares diferentes, quedé impactada porque ese es el recurso que vamos a usar y no tenía idea de su existencia.

17:30

La clase concluyó y me fui al balcón, mi amiga estaba con el bowl tibetano haciendo música, ¡es un sonido tan relajante y tan bonito…! Pero a mi no me sale hacerlo.

Le robé un trago de cerveza y volví a la oficina. Tenía que ponerme con unas cosas del trabajo y quería ver si podía adelantar algo más de mis proyectos pero no pude hacerlo, la aplicación que me había descargado no me funcionó como esperaba y estoy tratando de ver si tiene solución o hay algo que se me pasó por alto. Me puse a investigar pero no llegue a nada concreto.

18:30

Me empezó a entrar hambre y como si estuviésemos conectadas, me llego un mensaje de mi amiga diciéndome que si tenía ganas de merendar, así que me fui directo a buscarla y nos hicimos nuestras meriendas, yo un yogur con manzana y cereales y ella un batido de banana con cereales.

20:00

Un día más de aplausos con muy poca gente, ¡salgan a aplaudir maldita sea!

Entré y llamé a una amiga a ver cómo estaba hasta que me llamaron a cenar, hoy tocó calabacín con hamburguesas.

Un día más de confinamiento, un día menos para salir a la calle.