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Crónicas de confinamiento por coronavirus. Felicidad confinada

Anoche trabajé hasta las nueve porque me llamaron para cenar. ¡Al fin la estamos variando un poco! Ayer cenamos la ensalada del mediodía mientras veíamos unos capítulos de Naruto.

Si mal no recuerdo solo vimos dos porque al igual que mi amiga estaba con mucho sueño y a las 22:30 decidimos irnos a dormir. El ángel quedó anonadado con nuestra decisión, este hombre tiene un control increíble con todo, está muy bien a pesar del confinamiento.

Cuando me fui a mi habitación me puse a ordenar un poco, tenía ropa limpia que doblar y guardar, entre una cosa y otra me acosté a las 23:30 y me dormí a medianoche.

8:30

Sonó mi alarma, en cuanto abrí los ojos lo primero que hice fue sonreír, dicen que despertarte sonriendo es la mejor manera de empezar el día, así y todo me quedé en la cama hasta las 9:30 mirando noticias y pensando en tonterías.

10:00

Entré en la cocina y no había nadie. Procedí a prepararme el desayuno, cafecito con leche de nuez, una banana y cereales, me senté a desayunar y entró mi amiga. Ya está muy bien. sigue con la congestión nasal pero como si tuviera alergia y ya tiene gusto y olfato, está muy contenta.

Se preparó su desayuno, un jugo de naranja con una tostada con jamón, en eso vino el ángel a ver qué estábamos desayunando. Le contamos, y a mi me dijo que me faltaba proteína que me comiera una loncha de jamón, y con mi amiga ya habían hablado del desayuno, así que volvió a trabajar.

11:00

Me senté en la compu a trabajar. Tenía un par de mails muy positivos, fue como una inyección de felicidad, ¡cómo me gusta que mi trabajo de frutos!

12:00

Me habló mi amiga al WhattsApp para que nos pusiéramos a hacer ejercicio y le dije que me ponía las zapatillas deportivas y ya estaba lista.

Nos encontramos en el comedor, estiramos y empezamos la rutina, apareció el ángel también para empezar con su rutina, mientras nosotras hacíamos la nuestra él estiraba.

En el medio del ejercicio se pusieron a hablar del futuro, ¡pero qué incierto es y qué jodido hacer planes que no sabemos si lo podremos hacer o en que condiciones se pueden hacer! Así que dejaron la conversación en que primero tiene que terminar el confinamiento para ver realmente qué planes se pueden hacer, en base a cómo esté la sociedad en ese momento.

13:00

Comí un huevo sin la yema con un puñado de pistachos y volví al trabajo. En cuanto me senté miré el mail de nuevo a ver si habían novedades, ¡increíblemente sí habían mails nuevos! ¡Qué locura! Salí corriendo al comedor a decírselo a los de casa.

¡Que gran día es hoy! Me abruma un poco cuando me pasan tantas cosas buenas, es como si esperara a que algo malo pasara, nunca puedo estar feliz completamente porque siempre estoy esperando el golpe bajo, trato de trabajármelo pero me supera.

14:30

Hoy le tocaba cocinar al maldito bastardo, el menú de hoy es solomillo de cerdo con papas al horno, pero cuando fui a ver si necesitaba ayuda en algo me dijo que estaba todo controlado, pero que a la comida le faltaba un rato aún.

Como no tenía nada que hacer y había apagado la compu pensando en que ya íbamos a comer, me fui a ver a mi amiga, estaba en su habitación pintando un mandala y nos pusimos a charlar sobre el viaje de Nepal y lo que nos habíamos gastado. Nos gastamos mucho más de lo que teníamos previsto pero están las cuentas claras.

15:30

Nos llamó el ángel a comer, luego de poner la mesa nos sentamos a la mesa, estaba buenísimo, como de costumbre.

16:30

Un nuevo capítulo de Brooklin nine nine con nuestros respectivos tés. Cigarro y a trabajar de nuevo.

17:30

Salí de la cueva para ver qué hacía mi amiga a ver si salíamos a sacar la basura, y me dijo que se iba a poner a tomar sol, sin decirme más me convenció y salí al balcón con ella.

18:40

Entré en la oficina de nuevo porque sentía que algo tenía que hacer, hasta que me cayó la ficha: la clase de inglés la habíamos aplazado para las 19 y rendía el examen.

Di un repaso y me fui a hacerme una palta para merendar, así estaba lista para empezar la clase.

19:00

Me llamó mi profe y empezamos el examen.

20:00

Como seguía con el examen mi profe me acompañó a aplaudir, estábamos en videollamada y con un documento compartido de Google para que ella pudiera aclararme dudas si lo necesitaba, y para ir viendo lo que iba completando al instante.

A pesar de haber estado en un examen en ese momento no iba a faltar a los aplausos, y no lo haré hasta que todo esto termine.

Un día más de confinamiento, un día menos para poder salir a la calle.